Magallanes: Casi 1.900 observaciones ciudadanas cuestionan megaproyecto de hidrógeno en San Gregorio

La cifra representa un hito en la evaluación ambiental de la región de Magallanes, y refleja la inquietud ciudadana frente a un megaproyecto que pretende instalar más de 600 aerogeneradores, una planta industrial de amoníaco, un puerto, una desaladora y cinco Data Centers en un territorio frágil, con menos de 500 habitantes.

Magallanes: Casi 1.900 observaciones ciudadanas cuestionan megaproyecto de hidrógeno en San Gregorio

Autor: El Ciudadano

El proceso de Participación Ciudadana (PAC) realizado en el marco del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del Proyecto de Producción de Hidrógeno y Amoníaco Verde – H2 Magallanes, impulsado por Total Eren en la comuna de San Gregorio (Región de Magallanes), recibió casi 1.900 observaciones formuladas por 94 personas de la región y el país.

La cifra representa un hito en la evaluación ambiental de Magallanes, y refleja la inquietud ciudadana frente a un megaproyecto que pretende instalar más de 600 aerogeneradores, una planta industrial de amoníaco, un puerto, una desaladora y cinco Data Centers en un territorio frágil, con menos de 500 habitantes.

El principal foco de las observaciones se centra en los efectos sociales y territoriales de la llegada de hasta 10.000 trabajadores a San Gregorio, lo que supondría un cambio demográfico inasumible para una comuna rural con infraestructura básica ya colapsada.

En ese sentido, se advierte que el aumento poblacional afectará directamente servicios esenciales como agua potable, alcantarillado, salud, vivienda y educación, todos ellos con déficits estructurales en la actualidad.

La ciudadanía alertó además sobre el incremento del costo de vida regional, con potencial alza de arriendos y bienes básicos, lo que impactaría no solo en San Gregorio sino en toda la región.

También preocupa la sobrecarga de la conectividad vial, en rutas estratégicas como la CH-255 y la Ruta 9, con efectos en el transporte de personas y mercancías hacia Tierra del Fuego, Puerto Natales y Punta Arenas, además del turismo regional.

Asimismo, varias observaciones subrayan la necesidad de evaluar los impactos diferenciados por género. El aumento masivo de trabajadores externos podría derivar en mayores riesgos de violencia, explotación sexual, acoso y sobrecarga del trabajo doméstico, problemáticas invisibilizadas en el EIA pero que se anticipan como reales en un territorio históricamente aislado y con baja densidad poblacional.

La comuna de San Gregorio marcada en rojo en el mapa.

Deficiencias en el estudio

Junto con las preocupaciones sociales, los participantes de la PAC criticaron las deficiencias metodológicas del Estudio de Impacto Ambiental.

Se cuestiona en particular que las líneas de base ambientales y sociales carecen de información completa y representativa: omiten especies relevantes como la Orca Tipo D, el Pingüino Rey, el Huillín y la Ballena Sei, además de una caracterización insuficiente de ecosistemas marinos, humedales, flora y suelos.

También las metodologías de muestreo y modelación son señaladas como inadecuadas para un proyecto de esta magnitud, lo que conduce a subestimar impactos. Esto ocurre en estudios de ruido submarino, en transectos marinos poco robustos y en la evaluación de suelos y vegetación.

Las observaciones también resaltan la tendencia del EIA a calificar impactos como ‘no significativos’, incluso en casos de gran magnitud.

Además, critican la falta de una evaluación integral de efectos acumulativos y sinérgicos con otros megaproyectos de hidrógeno verde en la región, con el cambio climático y con actividades productivas preexistentes, como la ganadería y los hidrocarburos.

En relación con los ecosistemas, el megaproyecto se emplaza en un área próxima a espacios de conservación reconocidos internacionalmente, como el Parque Nacional Pali Aike, el Sitio Ramsar Bahía Lomas y monumentos naturales que albergan colonias de pingüinos.

Las observaciones apuntan en esa línea, a la insuficiencia de la evaluación de impactos sobre mamíferos marinos y aves buceadoras, afectados por el ruido submarino y el tráfico marítimo, así como al riesgo de colisión de aves y murciélagos con aerogeneradores y tendidos eléctricos.

También se advierte sobre la vulnerabilidad de especies vegetales singulares como Mulguraea tridens, para las cuales los planes de revegetación propuestos resultan poco realistas en su efectividad.

Orca tipo D. Foto de National Geographic

Desalinización, residuos y riesgos industriales

El proyecto considera además una planta desaladora para abastecer sus operaciones. Ciudadanos y especialistas cuestionaron la subestimación de los impactos de la captación de agua y la descarga de salmuera y químicos, que podrían afectar alevines y comunidades marinas. Y se señaló que no existen datos suficientes sobre la calidad del efluente ni sobre sus consecuencias en la biota.

Otro punto crítico es la gestión de residuos. El EIA carece de un plan integral para enfrentar los volúmenes masivos de aspas de aerogeneradores, neumáticos y residuos electrónicos de los Data Centers.

Esta carencia resulta especialmente grave considerando que la infraestructura regional de disposición final ya se encuentra colapsada.

A ello se suma la insuficiente caracterización de riesgos de accidentes mayores, como fugas de hidrógeno y derrames de amoníaco, frente a los cuales la capacidad de respuesta local (bomberos, hospitales) es limitada.

Finalmente, las observaciones destacan las contradicciones del proyecto con las metas climáticas nacionales. El uso de gas natural y diésel como respaldo energético contradice el carácter ‘verde’ del proyecto y aumenta las emisiones de gases de efecto invernadero en la región.

En ese punto, se cuestiona la instalación de cinco Data Centers, algunos de los cuales no estarían vinculados directamente a la producción de hidrógeno, lo que genera dudas sobre su verdadero propósito y sobre implicancias de soberanía energética.

En conjunto, las casi 1.900 observaciones ciudadanas revelan una desconfianza transversal en la suficiencia del Estudio de Impacto Ambiental del proyecto H2 Magallanes.

Las críticas abarcan desde la amenaza directa a la vida cotidiana de comunidades rurales hasta la afectación de especies y ecosistemas únicos en el mundo.

Para las 94 personas que participaron en la PAC, el megaproyecto reproduce un modelo extractivista de alto costo social y ecológico, que prioriza la exportación de energía por sobre la justicia territorial y la conservación de la Patagonia.

El Ciudadano


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