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El Caballo de Troya en Huechuraba

"Preocupa el exabrupto del jefe de servicio al justificar su voto a favor de la corporación, reconociendo que no existía un modelo de “negocio” para la administración de recintos y servicios municipales. No se puede permitir que ese argumento debilite los avances que la comuna de Huechuraba ha alcanzado en los últimos años. Se debe garantizar la gratuidad y el acceso universal de todos los vecinos..."

El Caballo de Troya en Huechuraba

Autor: El Ciudadano

Por Diego Benavente, cientista político y funcionario municipal de Huechuraba.-

Buscando ejemplos históricos para describir lo ocurrido en Huechuraba, tanto en el Concejo Ordinario del miércoles 20 de agosto, como en el Concejo Extraordinario del viernes 22 de agosto, la épica del mito del Caballo de Troya calza a la perfección.

Disfrazado de buenas intenciones y beneficios para los trabajadores y la comunidad, esta administración presentó su proyecto de creación de la Corporación Municipal de Huechuraba.

Conviene recordar que ya existía una corporación desde comienzos de los años 90, con la vuelta a la democracia, la cual nunca fue realmente necesaria. Durante décadas, la comuna logró impulsar proyectos relevantes financiados directamente con el erario público y con una administración que se distinguía en comparación con los 52 municipios de la Región Metropolitana.

Y aunque Huechuraba no se ubica entre los municipios con mayores ingresos, ha demostrado capacidad para entregar servicios y apoyo a todos los habitantes de una comuna pujante en el sector norte de Santiago.

El Caballo de Troya es una estrategia militar del mito griego, en la que los aqueos construyeron un enorme caballo de madera con soldados escondidos dentro. Fingiendo una retirada, lo dejaron a las puertas de Troya como un supuesto obsequio. Los troyanos lo introdujeron en su ciudad y, durante la noche, los guerreros salieron del caballo, abrieron las puertas y dieron paso al ejército griego, que finalmente destruyó la ciudad.

Siguiendo la lógica del mito, el nuevo “caballo” se construyó con promesas: mejorar los servicios municipales, asegurar “gratuidad”, inyectar recursos, aumentar la inversión en deporte, cultura y emprendimiento, y ofrecer mejores condiciones laborales a los funcionarios.

La instalación de la Corporación se impulsa en el primer año de gestión de Maximiliano Luksic, cuya tarea inicial ha sido administrar la gran cantidad de recintos municipales heredados de la administración anterior, tanto deportivos como culturales. Estos han funcionado sin mayores problemas, pero las últimas obras de infraestructura entregadas -sin un modelo de gestión claro, o como dijo el propio alcalde, sin un “modelo de negocio”- sentaron las bases para justificar la creación de esta nueva figura administrativa.

Para consolidar el proyecto, no bastaba con el respaldo del equipo directivo y de confianza del alcalde: se requería también el apoyo de los trabajadores. La mayoría de ellos se desempeña bajo la modalidad de honorarios, especialmente en áreas como Deporte y Cultura, donde muchos llevan años -incluso más de una década- emitiendo boletas mes a mes. La promesa de estabilidad contractual y dignificación laboral operó como un anzuelo difícil de rechazar.

Es en este punto donde las Asociaciones de Funcionarios quedaron en una posición incómoda. Resulta complejo oponerse públicamente a iniciativas que prometen estabilidad y bienestar para los trabajadores. Sin embargo, también es imposible ignorar las advertencias que levantan experiencias recientes en otros municipios: casos como los de Vitacura, Lo Barnechea o Las Condes, donde corporaciones similares derivaron en fraudes millonarios, con alcaldes y funcionarios formalizados e incluso encarcelados.

La institucionalidad se ha hecho cargo de que las corporaciones municipales estén supeditadas a herramientas de control, transparencia y probidad. Además, esta administración ha dado señales de respeto hacia los trabajadores. No obstante, así como hoy se busca corregir la precarización laboral, nada asegura que a un funcionario con más de 5 años de servicio se le respete su trayectoria y vínculo con la comunidad.

Existe el riesgo de que todo termine siendo pan para hoy y hambre para mañana. Allí debe ponerse la mirada: en la experiencia acumulada de los funcionarios públicos, que no puede ser sacrificada por promesas inmediatas de estabilidad. La carrera funcionaria es un patrimonio valioso en la administración pública y no debe ser desechada por un espejismo del Caballo de Troya.

Por último, preocupa el exabrupto del jefe de servicio al justificar su voto a favor de la corporación, reconociendo que no existía un modelo de “negocio” para la administración de recintos y servicios municipales.

No se puede permitir que ese argumento debilite los avances que la comuna de Huechuraba ha alcanzado en los últimos años. Se debe garantizar la gratuidad y el acceso universal de todos los vecinos, desde el Planetario hasta el Registro Social de Hogares, o desde el Centro Cultural hasta el Complejo Deportivo 7 Canchas.

Así, bajo el ropaje de buenas intenciones, el “caballo” ya fue introducido en la comuna. La historia dirá si, al igual que en Troya, sus puertas abiertas significarán un triunfo para la comunidad o el inicio de un nuevo capítulo de desconfianza y posibles abusos.

Por Diego Benavente, cientista político y funcionario municipal de Huechuraba.-

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