La senadora Fabiola Campillai (Ind) utilizó la tribuna del programa La Mañanera de El Ciudadano, para emplazar al Gobierno y denunciar el abandono “total” hacia las víctimas de la violencia estatal durante la revuelta de 2019.
Campillai, quien perdió la visión tras ser impactada por una lacrimógena disparada por Carabineros, detalló el incumplimiento sistemático de promesas, la desmantelación de las instancias de diálogo y la angustiante situación de desamparo que, asegura, ha tenido consecuencias trágicas como el suicidio de sobrevivientes y presos políticos
«Tuvimos represión, nos dispararon, nos cegaron, nos torturaron, nos violentaron», recordó en el espacio conducido por el director de El Ciudadano, en el que fue consultada sobre el estado de una política gubernamental de reparación integral hacia los presos y sobrevivientes de la revuelta.
Su respuesta no dejó espacio para la ambigüedad: “La verdad es que yo siento y la mayoría de los compañeros de la revuelta sienten que hemos estado abandonados, que el Estado, el gobierno nos abandonó después de tantas promesas que se hicieron para nosotros”.
La parlamentaria se refirió a los inicios del gobierno del presidente Gabriel Boric, cuando Haydee Oberreuter, ex presa política y sobreviviente de violencia estatal y tortua, asumió como subsecretaria de Derechos Humanos.
“Haydee fue la subsecretaria de Derecho Humanos en los inicios del gobierno en los cuales ella trabajó mucho por nosotros, trabajamos en conjunto, las dos para todos nuestros compañeros, y se hicieron encuentros participativos en los cuales se hizo un informe el cual iba a dar paso a una ley de reparación, a un proyecto de ley de reparación”.
Sin embargo, señaló que ese proceso se truncó. “Ese informe dudamos mucho que se haya leído”, afirmó con escepticismo.
El punto de quiebre, según su relato, fue la remoción de Oberreuter del cargo.
“Cuando supimos, en secreto supimos que a Haydee la iban a remover de su cargo, pude hablar con el presidente (Boric) y él me dijo en persona que él no podía decirme que Haydee iba a seguir, no podía afirmarme eso, pero sí que la persona que iba a venir iba a ser tan capaz o tan bueno como Haydee”.
Campillai fue categórica al evaluar lo que vino después: “Eso no ocurrió. Javier Altamirano jamás trabajó, se detuvo el trabajo que había por los sobrevivientes, por los jóvenes, por las personas de la revuelta, se detuvo y después Javier Altamirano sale y llega Daniela Quintanilla la cual ha habido un trabajo nulo, nulo”.
“Desde que Haydee sale, aquí no hay trabajo, nos sentimos abandonados totalmente”. sentenció la parlamentaria.
Abandono, falta de apoyo y suicidios de los sobrevivientes y presos políticos
En conversación con La Mañanera, la senadora se refirió a las consecuencias de este abandono. Relacionó directamente la falta de apoyo estatal con la muerte de jóvenes como David Gómez Valenzuela quien se quitó la vida durante las últimas horas.
“Tan abandonados que han habido compañeros que se han suicidado como Patricio Pardo ( quien perdió ojo durante la represión del estallido social) y hoy día lamentamos la partida de David Gómez”.
Gómez de 29 años, pasó tres años y un día en prisión por el delito de porte de artefacto incendiario, tras ser detenido el 11 de septiembre de 2020 en la comuna de La Granja en medio del estallido social,
Su período en la cárcel de Santiago 1 estuvo marcado por una tragedia personal, ya que su madre falleció mientras él se encontraba privado de libertad. Un mes después de ese lamentable hecho, el joven fue visitado en la prisión en lulio de 2021 por el entonces candidato presidencial Gabriel Boric, quien en esa ocasión indicó que su intención era poder ver «in situ la condición en la que se encuentran los presos de la revuelta», mencionando que se coordinó con «familiares de una persona que ha sufrido graves injusticias».
«David fue un joven muy vulnerable toda su vida, desde muy niño, perteneció al Sename, y ahora ya de adulto, siguió siendo una persona vulnerable, lamentablemente no contaba con el apoyo de su familia. Vivía de una forma muy precaria. Lo pudimos conocer, pudimos conocer el lugar en el cual vivía, no tenía luz, no tenía agua, su lugar en donde vivía estaba completamente abierto. Sus vecinos sin duda siempre lo ayudaron, lo conocieron desde muy niño, siempre vivió en el mismo lugar. Sus vecinos y amigos de la Asamblea Metro de la Granja pudieron hacer un bingo para poder ayudar a David y cerrar su pieza, poder forrarle de alguna manera y ponerle techo en donde él vivía», relató Campillai.
«Lamentablemente fue detenido en el estallido social, en la revuelta, estuvo alrededor de un año detenido en Santiago 1, lo cual él lo pasó muy mal, lo maltrataban, lo golpeaban, por lo cual la mayoría del tiempo estuvo dentro del lugar en donde era como un policlínico de Santiago 1, porque lamentablemente abusaban de él y lo golpeaban», recordó.
La senadora detalló la historia de Gómez para ilustrar la falla del sistema y la falta de apoyo ya acompañamiento, en especial en el área psicológica.
“No hemos tenido ayuda, sobre todo psicológica, porque David sale de Santiago 1 con problemas psicológicos por todo lo que vivió dentro, por todo lo que sufrió, por haber su madre lamentablemente fallecido cuando él estaba allí (…) y cuando a él le avisan su madre ya lamentablemente estaba enterrada en un cementerio y le avisan que muere así, con una crueldad tremenda», indicó.
«Lamentablemente el Estado lo abandonó desde un principio, desde sus primeros años de vida, no hubo nadie que lo ayudara, fue muy vulnerable, el Estado lo abandonó, el gobierno lo abandonó, porque si recordamos muy bien, David Gómez fue uno de los jóvenes que estaba en Santiago 1 cuando el presidente Boric estuvo en campaña y visitó Santiago 1, bueno, David Gómez era uno de los muchachos que estaba allí, que fue visitado y que le prometieron cosas al igual que a nosotros y lamentablemente no cumplieron», condenó.
Pese a este escenario de adversidad, la parlamentaria destacó la resiliencia y las ganas de «salir adelante» que mostró el joven antes de tomar la lamentable decisión de quitarse la vida.
“A pesar de eso él quería salir adelante y él terminó de estudiar (…) y lo terminó de muy buena manera y con notas buenas (…) y hasta él había conseguido la gratuidad para seguir estudiando”, señaló.
“El quiso salir adelante de todas maneras, pero lamentablemente el problema psicológico que él tenía no hubo un programa que lo ayudara, porque estaban en total abandono por parte del Estado, por parte del gobierno, en un abandono total, el cual sus vecinos lo ayudaban para que él pudiese salir adelante. Lamentablemente él no pudo y hoy lamentamos la partida de él porque fue muy terrible”, subrayó.
La senadora confesó el impacto colectivo de estas pérdidas y el sentimiento de «revictimización» que experimentan los sobrevivientes de la revuelta.
“Hoy día muchos jóvenes de la revuelta están mal. Y escuchar que un compañero se suicida es volver a revictimizarse, es volver a dar un paso atrás y eso es lo que me pasó a mí. Es un dolor tremendo, es una rabia, es una impotencia de que no hay ayuda, de que no están las promesas que se hicieron en campaña y que tenemos que guerrear y salir adelante solos”, cuestionó.

Ley de reparación integral y una respuesta que «jamás llegó»
Respecto a la iniciativa legal que ella misma impulsa, Campillai fue igual de clara en denunciar la falta de avance.
“Hace algún tiempo realizamos un proyecto de ley de reparación con ayuda de organizaciones históricas, en derechos humanos, con académicos, con abogados, en la Mesa de DD.HH. por una Vida Digna, que creamos en conjunto, y ese proyecto de ley de reparación se entregó, se dijo que iba a haber una respuesta, pero nunca llegó, esa respuesta nunca llegó y en el Día de los Derechos Humanos se dijo que esa respuesta iba a estar lista y jamás llegó”, criticó
«Nos dispararon, nos cegaron, nos torturaron, pero aquí estamos»
Antes de finalizar la conversación con La Mañanera, la senadora Campillai quiso dirigirse directamente a la ciudadanía para romper con los estigmas.
“Quiero decirle a nuestra gente, a quien escucha El Ciudadano, que basta de los estigmas, que no crean, que las personas que participaron en el estallido son jóvenes delincuentes, no son personas delincuentes, no somos delincuentes”, afirmó.
Asimismo, reivindicó el sentido profundo de la movilización: “Somos personas que creímos en un mejor futuro, no tan solo para nosotros, para nuestros hijos, para nuestros nietos, creímos en que esto podía cambiar y aún creemos en eso y aún tenemos la esperanza. Esos jóvenes lucharon por nosotros mismos, lucharon para sacar este país adelante y para que la gente pobre, la gente humilde como nosotros, tuviese una buena educación, tuviese salud, tuviese vivienda”.
Y cerró su intervención con un poderoso recordatorio de la represión sufrida y la fortaleza de los sobrevivientes: “Hizo muchas más las cosas por las cuales ellos lucharon en la calle y lamentablemente tuvimos represión, nos dispararon, nos cegaron, nos torturaron, nos violentaron, pero aquí estamos, saliendo adelante con el apoyo de nuestras familias, lo principal, pero también necesitamos el apoyo de todo Chile, porque nosotros y los jóvenes que salieron a las calles fue por todos, no por unos pocos, fue por el país completo”, enfatizó.
Las declaraciones de Campillai constituyen un emplazamiento directo al Ejecutivo, dejando en evidencia una profunda fractura entre las promesas de reparación y justicia para las víctimas del estallido social y la realidad de un proceso que, según la senadora, está completamente paralizado.
En la emisión de La Mañanera de este martes 23 de septiembre nuestro director también conversó con el economista Gonzalo Martner sobre el impacto del salario mínimo en el empleo.
A continuación puedes ver el programa completo: