Estudio científico revela grave contaminación en ríos del Maule y Ñuble por peligrosos plaguicidas

Una investigación de la Universidad del Biobío, revelada por Noticias UBB, detectó plaguicidas prohibidos en ríos de Maule y Ñuble, con riesgos de cáncer y toxicidad. El informe, exige mayor regulación y monitoreo, evidenciando un grave problema socioambiental para los habitantes.

Estudio científico revela grave contaminación en ríos del Maule y Ñuble por peligrosos plaguicidas

Autor: Seguel Alfredo

Estudio científico descubre peligrosos plaguicidas en ríos de las regiones del Maule y Ñuble, alertando sobre riesgo para la salud

Según la información originalmente divulgada por Noticias UBB, investigación de la Universidad del Bío-Bío advierte presencia de químicos prohibidos en Europa y Estados Unidos, en aguas del Valle Central.

Un equipo interdisciplinario liderado por el académico e investigador Dr. Alexander Panez Pinto, del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad del Bío-Bío, detectó la presencia de plaguicidas altamente peligrosos en los ríos Putagán-Loncomilla (región del Maule) y Ñiquén y Changaral (región de Ñuble). Se trata de los compuestos diurón y fosetyl-Al, utilizados en la agroexportación, cuyos efectos pueden ser cancerígenos y tóxicos para la salud humana y la biodiversidad.

Los resultados, publicados recientemente en la revista Sustainability y que han sido el centro de la cobertura de Noticias UBB, escrito por Dagoberto Pérez, forman parte del proyecto Fondecyt de Iniciación N°11220783, que investiga los impactos socioecológicos de la expansión agroexportadora en el Valle Central de Chile. El estudio combina un enfoque científico y comunitario, integrando el conocimiento técnico con la experiencia cotidiana de campesinos, apicultoras y dirigentes de comités de agua potable rural. “Estos hallazgos son inéditos y preocupantes. Todos los ríos muestreados presentan contaminación por plaguicidas. En algunos casos, como el del río Loncomilla en el Maule, las concentraciones superan los estándares internacionales de agua potable”, advirtió el Dr. Panez.

Contaminación y falta de regulación

El diurón, un herbicida prohibido en Estados Unidos y la Unión Europea, está clasificado por la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de EE.UU. como cancerígeno, asociado a daños genéticos, hepáticos y renales. En tanto, el fosetyl-Al, restringido en Europa desde 2013, es considerado nocivo para los organismos acuáticos y de persistencia prolongada en el ambiente.

Según el investigador, el hallazgo pone en evidencia una violencia silenciosa y de largo plazo que afecta a los territorios rurales del país. “Estamos frente a un problema estructural del modelo agroexportador chileno, que prioriza el rendimiento económico por sobre el bienestar de las comunidades y los ecosistemas. La ausencia de monitoreo permanente y de normativas actualizadas deja a las personas expuestas a riesgos invisibles pero profundos”, señaló el Dr. Panez.

Investigación con participación territorial

El muestreo fue realizado durante 2024 junto a comunidades rurales del Maule y Ñuble, que habían manifestado preocupación por olores fuertes, muerte de abejas y pérdida de vegetación tras fumigaciones agrícolas.

“Lo más relevante de este trabajo —explicó el investigador UBB— es que surge del diálogo con las comunidades. Fueron las sospechas y observaciones de mujeres campesinas y dirigentes locales las que nos permitieron identificar los puntos críticos y diseñar el monitoreo de aguas. Ese vínculo universidad-territorio es esencial”, destacó en declaraciones recogidas por Noticias UBB.

El equipo interdisciplinario incluyó trabajadores/as sociales, geógrafos/as, agrónomos/as y geólogas, e integró también a estudiantes de pregrado y posgrado de la UBB. A nivel internacional, la investigación se articuló investigadores de Ecología Política de la Universidad de Salerno (Italia) y con el Grupo de Trabajo “Estudios Críticos del Desarrollo Rural” de CLACSO.

Un modelo agrícola en cuestión

Los resultados se enmarcan en una tendencia nacional preocupante: Chile duplicó sus importaciones de plaguicidas en menos de dos décadas, pasando de 26.728 toneladas en 2006 a 54.206 toneladas en 2023.

Para el Dr. Panez, “no se trata de un problema aislado, sino del resultado de un modelo agrícola basado en la rentabilidad a corto plazo, con un alto costo social y ambiental. Es urgente avanzar hacia sistemas agrícolas más agrobiodiversos, con control biológico y diversificación de cultivos que reduzcan la dependencia de los agroquímicos”.

El investigador enfatiza la necesidad de actualizar las normativas ambientales y establecer sistemas permanentes de monitoreo público de plaguicidas en las aguas del país. “No podemos seguir normalizando que sustancias prohibidas en otros países sigan circulando libremente en nuestros ríos. Se requiere una respuesta política y científica coordinada, porque lo que está en juego es la salud de las comunidades rurales y la integridad de los ecosistemas”, concluyó.

Datos del proyecto

Proyecto Fondecyt N°11220783: “Impactos socioecológicos de la expansión agroexportadora en el ciclo socionatural de las fuentes de agua del Valle Central de Chile”. Investigador responsable: Dr. Alexander Panez Pinto, Universidad del Bío-Bío
Colaboran: Patricia Sigoña (Universidad de Barcelona), Fany Lobos Castro (Universidad del País Vasco). Publicación: Pesticide Pollution of Surface Waters: Investigating Agricultural Transformations and Community Exposure in Chile’s Central Valley — Sustainability, 2024.

Más información: https://www.mdpi.com/2071-1050/17/17/7911
Instagram del proyecto: @agronegocioydesigualdades.

Para más detalles de esta información, ver la cobertura completa:


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