UNO PUNTO CINCO analiza los programas presidenciales 2025: La agenda ambiental pierde centralidad frente al enfoque economicista
UNO PUNTO CINCO presentó un exhaustivo análisis de los programas de gobierno en materia ambiental y climática para las elecciones presidenciales de 2025. El informe revela un escenario fragmentado donde la sostenibilidad ha sido desplazada como eje transversal, priorizando el crecimiento económico y la inversión. Este cambio marca una nueva fase en el debate público, donde “la acción climática se concibe principalmente como un instrumento al servicio de la productividad más que como un horizonte de transformación estructural”, según se desprende del Resumen Ejecutivo.
Dos polos enfrentados en la visión ambiental
El estudio identifica dos bloques claramente diferenciados. Por un lado, se encuentran las candidaturas que intentan compatibilizar desarrollo y sostenibilidad, buscando equilibrar inversión, regulación y protección ambiental. En este grupo se ubican Alfredo Mayne-Nicholls y Marco Enríquez-Ominami, que proponen fortalecer la regulación ecológica, junto a Jeannette Jara y Evelyn Matthei, quienes “articulan el aumento de la producción minera o energética con mecanismos de resguardo ambiental”. Frente a ellas, se erige un segundo bloque que privilegia la desregulación y la reactivación económica, con escasa incorporación de criterios ambientales, integrado por Franco Parisi, José Antonio Kast y Sebastián Kaiser. Este grupo “plantea visiones ideológicas centradas en la reducción de normas y una crítica abierta al ambientalismo”, mientras Eduardo Artés mantiene un enfoque estatista sin una estrategia ambiental clara.
Robustez programática: De lo medible a lo declarativo
El análisis de la solidez de las propuestas muestra notables diferencias. Jeannette Jara y Evelyn Matthei presentan las plataformas más estructuradas, “con objetivos medibles, plazos definidos y mecanismos de gestión identificables”. Mayne-Nicholls, Enríquez-Ominami y Parisi alcanzan un nivel intermedio, incorporando instrumentos ambientales pero con escasa definición de metas. En el extremo opuesto, Kaiser mantiene un discurso fuertemente ideológico con bajo sustento técnico, mientras Kast y Artés se ubican entre las propuestas menos sólidas, “con medidas generales y sin respaldo de datos ni estrategias de implementación”.
De forma transversal, la mayoría de los programas enfatiza la necesidad de reactivar la inversión y agilizar la aprobación de proyectos, sin detallar cómo se compatibilizará esta aceleración con evaluaciones ambientales rigurosas. Un punto de acuerdo unánime es el uso de desaladoras para combatir la crisis hídrica. Sin embargo, el informe advierte que “persisten vacíos en materia de financiamiento, participación ciudadana y coordinación institucional, lo que limita la capacidad de construir una gobernanza ambiental coherente y efectiva”.
En sus conclusiones, el documento sintetiza que los programas presidenciales 2025 reflejan una etapa política dominada por el pragmatismo económico. El análisis comparado evidencia “una creciente dispersión narrativa y una madurez desigual frente a los desafíos ambientales y climáticos del país”. La agenda climática aparece menos estructurada que en 2021, desplazada por el retorno del crecimiento económico y la seguridad como ejes prioritarios. En el conjunto, la tensión entre extractivismo y ecologismo se resuelve en un productivismo moderado, más preocupado por la estabilidad que por la transformación.
Finalmente, el informe de UNO PUNTO CINCO plantea que el gran desafío país será “reinstalar la agenda climática dentro de un nuevo pacto de prosperidad justa y resiliente”, combinando estabilidad económica, justicia ambiental y resiliencia a largo plazo, un objetivo que, según se desprende del análisis, aún no es recogido con la fuerza necesaria por las propuestas presidenciales.
Ver informe completo:


