El pequeño gigante chileno

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Autor: Wari

1. Luego de tres años, nuevamente la maravillosa compañía francesa  Royal de Luxe, estuvo en Santiago, esta vez, con la Pequeña Gigante acompañada de su Tío Escafandra. Fueron cientos de miles de capitalinos los que siguieron los pasos de las marionetas descomunales, y creativa y complejamente en movimiento por un ejército de actores, técnicos y músicos. La muestra fue televisada prácticamente en cadena nacional y terminó bellamente con un juguete del tamaño de un edificio arrojando versos de Neruda. El gobierno de la Concertación, mientras desaloja (que no todos) sus oficinas, enmarcó el espectáculo en la autopropaganda y la celebración del bicentenario de la independencia política de la oligarquía criolla respecto de la corona española.

En Chile, más allá de la extraordinaria manifestación artística, resultaría hermoso, necesario, esperanzador, política y económicamente perentorio, que ese mismo pueblo que colmó durante tres días las principales arterias de Santiago brincara sobre la infancia –ese  “pasado de los cuerpos”- e hiciera otro tanto por la renacionalización del cobre o la regulación de la banca, o el fin del subcontratismo, o contra la privatización del mar, o por multiplicar los pobres  porcentajes del PIB destacados para educación, salud y previsión social. Entonces el pequeño gigante popular, abriendo primero un ojo y luego el otro, escribiría con su lucha los versos de Neruda que empapelaron las grandes alamedas un día.

2. 2.400 millones de dólares de utilidades obtuvo la banca que opera en Chile el 2009; un 0,5 % más que el año anterior,  pese a la contracción crediticia producto de la crisis capitalista mundial. Las principales plazas del país corresponden a entidades españolas (Santander, BBWA), el Banco de Chile (grupo Luksic) y el BCI (grupo Yarur). La industria de la venta de dinero, del crédito y la deuda infinita, gana también por sus colocaciones comerciales, de consumo y vivienda, y comisiones. Y, por supuesto, debido al mal pago de sus empleados que obtienen como salario promedio mensual 570 dólares (en Chile el litro de bencina está a más de un dólar,  un kilo y medio de leche en polvo a 10 dólares,  una entrada al teatro a 7,5 dólares, y un arriendo habitacional familiar modesto, a 190 dólares). Lo que rentan los gerentes, a diferencia de lo que ocurre en sus casas matrices en Europa, es un secreto absoluto. Será pudor, que es la máscara chilena de la sinverguenza.

Claro que mientras la banca incrementa sus utilidades como espuma, la actividad productiva, en este caso la industria metalúrgica-metalmecánica, experimentó una caída libre de un 20 % el 2009, sólo comparable con su derrumbe de un 21 % en 1975.

Asimismo, la feroz desaceleración económica en Chile impactó nítidamente en el consumo de pavo, cerdo, pollo y bovino hasta un 14,3 % el año pasado en relación al anterior.

3. La candidata a la presidencia de la Concertación para el 2013, Michelle Bachelet, se esmera en publicitar las iniciativas de su gobierno antes de que asuma el sillón de La Moneda el empresario Sebastián Piñera. El “Programa de Información Pública” que se ejecutará entre el 1 y el 19 de marzo y que considera spots en casas televisivas y radios tendrá un costo de 285 mil dólares. El objetivo es iniciar la campaña de Bachelet con recursos públicos desde ya.

Pero lo anterior es sólo la expresión primera de una de los principales rasgos que tendrá la oposición concertacionista al gobierno piñerista, cuando la propia Bachelet junto a las direcciones de los partidos que abandonan el Ejecutivo próximamente (menos la DC) han declarado “inaceptable” que miembros de la componenda todavía en el gobierno eventualmente integren cargos bajo el mandato de Piñera. Los llamados responden, naturalmente, a los ofrecimientos de la Alianza por Chile a políticos concertacionistas a sumarse al gobierno de “Unidad Nacional”. De hecho, ya el presidente de Renovación Nacional, Carlos Larraín, señaló que la propuesta para la conformación de los “nuevos” equipos contiene “los nombres de 3 militantes de la Concertación, incluyendo el de un ministro en ejercicio”.

Las diferencias de matices únicamente entre las dos derechas primo-hermanas que ofrecen gobernabilidad  y control social a la minoría que domina a los trabajadores y los pueblos chilenos, permite sin problemas que transiten los militantes de una a otra alianza para asumir cargos gubernamentales. Total, gobierna la misma clase, los mismos intereses, la misma estrategia, la misma reproducción de un sistema que profundiza a diario las desigualdades, concentra la riqueza y empuerca las condiciones de trabajo.

Entre fines de marzo y comienzos de abril se realizará un cónclave de la Concertación donde se resolverán los detalles y carácter de la “oposición” a Piñera. Los rostros de esa oposición serán los propios ex presidentes de la Concertación, Ricardo Lagos, Eduardo Frei Ruiz Tagle y la candidata Bachelet. Patricio Aylwin jubiló anticipadamente a sus 81 años. De este modo, y en el marco de sus propias roturas, la Concertación tendrá que reformatearse aparentemente, adoptando los aires juveniles de finales de los 80 del siglo pasado, ofreciendo otra vez “equidad con crecimiento”, redistribución del ingreso, programas sociales, reformas constitucionales, mejor salud y educación, y lo que siempre han impreso en su publicidad y negado en los hechos.

También tendrá que destruir a MEO –aunque sostiene los mismos principios, pero apuesta al recambio generacional (la flexibilidad e inestabilidad laborales, sólo existen entre los trabajadores, jamás en los caudillos de la partidocracia chilena)- y de paso, intentar aplacar cualquier alternativa política independiente que provenga de abajo. Por ahí se rumorea que ahora sí que van a invertir en prensa distinta a El Mercurio y Copesa, y en medios que maquillen los pliegues ruinosos de los mismos de siempre. Es preciso observar qué ocurre al interior de la Democracia Cristiana, dividida entre aguas tan similares. Y si Bachelet es capaz de sostener su popularidad de telenovela durante 4 años seguidos. En televisión eso es muchísimo tiempo, y la teleaudiencia se aburre con facilidad en estos tiempos.

Por la vereda del anticapitalismo, en tanto, se continúa reuniendo fuerza, con la paciencia ardiente, con alegría y tensión que no duermen. Haciendo, estudiando, explorando, agrupando. Pero ese largometraje no se transmite por la televisión abierta. Todavía.

Por Andrés Figueroa Cornejo

Febrero 3 de 2010


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