Carta reclamo a Metro de Santiago

Señores Directores: La noche del sábado 25 de febrero de 2012, exactamente a las 21

Carta reclamo a Metro de Santiago

Autor: Sebastian Saá

Señores Directores:

La noche del sábado 25 de febrero de 2012, exactamente a las 21.35 horas, me encontraba en el andén del Metro Santa Ana, dirección Vicente Valdés, junto con otras personas.

Cuando llegó el tren que iba en dirección Plaza de Maipú, una tropa de barristas salió corriendo y gritando, muy eufóricos, en dirección nuestra, con el fin de agredir físicamente a un joven del equipo contrario a ellos, que estaba a dos pasos de mi. Llegaron con mucha fuerza y violencia, lo golpearon, le gritaron y le robaron, todo esto entre medio de la gente que esperaba en el andén. No había ningún guardia presente y a pesar de que la gente pidió ayuda, no vino nadie; yo me dirigí al citófono de emergencia, donde apreté el botón tres veces y nadie contestó, siendo que dice ahí “Presione el botón y espere la respuesta”, que nunca llegó.

Posteriormente a la situación y tras ser testigo de las graves consecuencias emocionales de los presentes, fui a la oficina del Jefe de Estación a plantearle mi indignación al darme cuenta que los usuarios del metro estamos totalmente expuestos al abuso de cualquier persona, ya que no existen realmente las condiciones mínimas de seguridad.

Recientemente el metro tenía como slogan “El metro te cuida, cuida el metro”

A mi esta situación vivida en reiteradas ocasiones, me hace dudar radicalmente de eso, pues esa noche el metro no cuidó a nadie. Nadie nos ayudó. Me siento descaradamente estafada.

Todas las personas del andén estuvimos expuestas a la violencia de este  grupo. Todos conocemos el nivel de agresividad que pueden alcanzar  estas personas y el Metro, que tiene la posibilidad de prepararse para evitar algo como lo sucedido, no implementa los recursos necesarios para prevenir esto.

Yo me pregunto, ¿por qué?  Ya que, guiándome por su propia publicidad, nos hacen creer que el Metro es un espacio diferente, muy especial, nuestro.

Sin embargo al momento de demostrarlo, nos damos cuenta que hay solo un guardia para proteger y cubrir todas las situaciones violentas y que, además no está preparado para manejar situaciones de conflicto, pues esa noche el guardia estaba en el puente que une los dos andenes, junto con la señora del aseo y cuando yo me acerqué a preguntarle por qué no había detenido la situación, me dijo que le daba temor.

¿Cómo es posible que Metro, una empresa de probada reputación, nos exponga a estas situaciones constantemente, siendo que tienen los recursos para evitarlas?

¿Cómo se  justifica que Metro haya sido distinguida con numerosos galardones por su supuesta calidad en su servicio?

He sido testigo de los desperfectos que Metro tiene, como por ejemplo: las recurrentes ausencias de ascensores, buenos métodos de acceso para los discapacitados, constantes paradas injustificadas en el servicio, fallas en los torniquetes, asesinatos dentro de los vagones y estaciones del Metro, accidente en Taller Lo Ovalle, etc, etc, etc.

Si se nos cobra un servicio de calidad “mundial” como ellos dicen, ¿por qué no recibimos eso?

Atte.

Salomé Lizana


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