Las piezas de Lego son uno de los juguetes más conocidos a escala mundial. Sin embargo, ante la necesidad de tener productos amigables con el medio ambiente, la marca estrenará a finales de 2018 sus primeras lineas con plástico de origen derivado de la caña de azúcar.

Esta multinacional danesa, reconocida por sus bloques de plástico interconectables, también busca soluciones contra el exceso de plástico a nivel mundial. Para ello, presentará elementos botánicos compuestos por hojas, arbustos y árboles.

Las nuevas piezas están compuestas de polietileno, un plástico blando, duradero y flexible que se puede fabricar a partir del etanol extraído de la caña de azúcar y, según la marca, es tan resistente como el plástico tradicional.

La compañía anunció que comenzarán a aparecer en sets de cajas de Lego con ladrillos y mini figuras ecológicas. «No queremos destruir el planeta con un juguete”, según reseña de la televisora alemana DW.

“En Lego queremos tener un impacto positivo en el mundo que nos rodea, y estamos trabajando arduamente para crear juegos infantiles que usen materiales sostenibles”, dijo Tim Brooks, vicepresidente de responsabilidad ambiental.

La utilización de este tipo de plástico está en línea con las recomendaciones de la World Wildlife Fund (WWF), la mayor organización conservacionista independiente en el mundo.