Cinco años de la Red Docente Feminista: Firmes por una educación libre de violencias

"REDOFEM no solo ha significado para nosotras una militancia a favor de la educación no sexista que impulsa la lucha por garantizar el acceso a una Educación Sexual Integral en nuestro territorio; también se ha transformado en un espacio seguro movido desde los afectos y la colectividad..."

Por Absalón Opazo

24/05/2023

Publicado en

Chile / Columnas / Educación / Feminismo

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A cinco años de la Revuelta Feminista -que se inscribe, a nivel nacional, en mayo del 2018- celebramos, como REDOFEM (Red Docente Feminista), nuestro quinto aniversario.

Años en los que el tejido de la trama social se ha anudado y deshilvanado en orientaciones diversas y hasta contradictorias.

Tiempos de revuelta social y feminista, de agitación y de la articulación de una demanda que se visibilizó como transversal durante la movilización del 2018: “una educación no sexista”, “educación feminista”, “educación con perspectiva de género”, se manifestaron con fuerza en los múltiples petitorios levantados desde las organizaciones secundarias y universitarias apelando a una transformación real y profunda de la educación, retomando y radicalizando luchas anteriores, provenientes principalmente del movimiento estudiantil universitario.

Las pingüinas del 2011, hijas de la beca de gratuidad, nietas de la deuda universitaria, se rebelaron contra el currículum sexista que desborda el aula y se reproduce en las diversas instancias de enseñanza y aprendizaje.

Los cuerpos de mujeres y disidencias han sido sujeto de discusiones que caen en el conservadurismo moral, y que, particularmente hoy, la ultraderecha y los fascismos utilizan para retroceder en nuestras conquistas y luchas históricas.

Sabemos que no es un fenómeno que solo pasa en Chile ya que, a nivel latinoamericano y mundial, los discursos de odio racista, patriarcal y neoliberales se extienden y cooptan las decisiones normativas, impactando directamente en los derechos humanos de millones de niñas, mujeres y disidencias sexuales y de género en el planeta (Illanes, 2023).

La denuncia como herramienta de ruptura y movilización mostró las violencias ejercidas a raíz de una cultura escolar y/o universitaria sexista y masculinizante, que, como ha señalado Rosario Olivares -parte de REDOFEM-, dejaron importantes lecciones y proyecciones a futuro respecto de cómo abordar la problemática que subyace a la denuncia: “¿Cómo superar las prácticas patriarcales, sexistas y machistas en la educación?” (2020).

Esta pregunta ha sido un eje en la organización y trabajo colectivo que hemos desarrollado como profesoras feministas en los distintos espacios de lucha y disputa por una educación libre de toda violencia, y que frente al escenario político actual se complejiza aún más.

Sin embargo, y como un recordatorio a las compañeras que han colectivizado su energía, su trabajo creativo e intelectual, su amor, su activismo en estos cinco años de lucha, no deja de ser relevante mencionar algunas acciones claves para nuestra organización.

En plena pandemia levantamos la encuesta más grande que se ha hecho en nuestro país a trabajadoras/es de la educación (más de 13 mil docentes), y la primera con perspectiva de género, junto a la Cámara de Diputados/as, titulada “Impacto en la vida personal y laboral de profesoras/es en Chile, a un año de la crisis sanitaria.”

Así buscamos visibilizar los efectos que la situación sanitaria tuvo en la labor docente, y cómo estas repercutieron más gravemente en mujeres y disidencias sexo-genéricas.

Participamos en el proceso constitucional pasado, con la presentación de la Iniciativa Popular de Norma “Una educación feminista para Chile: Pública, laica y no sexista”, que fue una de las iniciativas más votadas en marzo de 2022, lo que evidenció el respaldo ciudadano frente a la necesidad de un cambio en el sistema educativo, y que desde una perspectiva feminista buscaba consagrar el Derecho a la Educación en el marco de una escuela más democrática, con enfoque de género y de derechos humanos.

Asimismo, participamos en la elaboración de los dos Proyectos de Ley por una Educación Sexual Integral que se han presentado en Chile desde el 2019, que reconocen a la ESI como un derecho, y que este debe ser desde la primera infancia, teniendo una participación activa en lo que fue un proceso colectivo junto a otras organizaciones educativas, sociales, civiles y el parlamento.

La ESI es una de nuestras principales batallas y hemos generado múltiples campañas y espacios formativos para impulsarla. Por ello, nuestra acción no se agota en el campo de la institucionalidad.

Muchas de nuestras compañeras no son parte del centro político-administrativo, o están a miles de kilómetros de distancia de la capital. Desde esos diversos habitares también se desarrollan acciones e intenciones que avanzan hacia una educación feminista, con sus distintas particularidades y contextos de enseñanza, con sus distintas visibilidades.

Un principio orientador en nuestra organización ha sido construir una nueva manera de hacer política que esté en constante reinvención y aprendizaje, y creemos que esa manera tiene directa relación con el trabajar en red, con la pedagogía y con los feminismos, principio que nos llevó a organizar el Primer Congreso de Pedagogías Feministas en Chile.

En enero del presente año recibimos cerca de 200 solicitudes de participación como expositor/a/e, y casi el doble de solicitudes para asistencia de público. Esto con el fin de reunir a educadoras de todo el territorio (y del extranjero en una mesa internacional), para producir conocimiento y reflexión sobre la práctica pedagógica feminista actual, su incidencia y proyección.

Uno de nuestros logros más destacables ha sido desplegar la Red Docente Feminista a lo largo de nuestro territorio, estando presentes y activas en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Valparaíso, Marga Marga, Akunkawa y San Antonio, Metropolitana, Maule, Biobío y Magallanes, además del Distrito Internacional.

Cada una de estas acciones se mueven sólo a través de la convicción y la necesidad de posicionarnos desde propuestas transformadoras, que piensen la labor docente como una expresión política.

En este sentido, REDOFEM no solo ha significado para nosotras una militancia a favor de la educación no sexista que impulsa la lucha por garantizar el acceso a una Educación Sexual Integral en nuestro territorio; también se ha transformado en un espacio seguro movido desde los afectos y la colectividad, en donde se han construido amistades que, a pesar de las distancias, se mantienen intactas y se reactivan cada vez que nos vemos.

Ha significado un cambio en nuestra práctica dentro y fuera de las aulas que nos invita a recordar que sin amor, respeto y comunicación no hay aprendizaje, que el cuidado es un acto político y subversivo en tiempos donde el individualismo se hace constantemente presente.

Ad portas de la redacción de un nuevo texto constitucional que será construido por una convención mixta, con algunos expertos defensores del mercado en la educación, de la selección económica y el voucher, vemos la prevalencia de ideas y prácticas que empobrecen el sentido de la educación.

Se continúa en favor de “una educación de calidad” solamente a los sectores con mayor capital cultural y económico; y dejando a un grupo mayoritario de la población sin la posibilidad de desarrollarse integralmente.

Podemos verlo en los resultados de las pruebas estandarizadas como PAES, SIMCE e incluso en los ingresos a las universidades, donde siguen existiendo miles de endeudados por elegir la educación superior como camino.

No podemos olvidar que la educación de mercado es una herencia de la dictadura civil militar, y que este año conmemoramos 50 años del Golpe de Estado que desencadenó la persecución, asesinato y desaparición de miles de jóvenes, hombres, mujeres, entre estas, colegas y defensoras de la educación pública.

No dejaremos de mencionar el rol importante que adquirimos las y les docentes en la construcción de una educación que favorezca al desarrollo integral de las nuevas generaciones. Es importante reflexionar sobre el lugar que queremos y debemos tener en la construcción de una educación libre de violencias; donde se respete y considere al profesorado en la toma de decisiones educativas.

Finalmente, nuestra organización demuestra, a través de cada una de sus integrantes, la importancia del trabajo colectivo para lograr transformar la educación, donde su principal objetivo sea construir una sociedad más igualitaria y respetuosa.

Por esto, hoy más que nunca, organizaciones como REDOFEM deben permanecer elaborando y proyectando el sistema educativo que queremos. Eso implica reconocernos no solo en la vigilancia y la denuncia de la educación sexista, sino también en la propuesta y la incidencia en todos los frentes posibles.

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