«Aquí no hay Primavera de Praga, es la primavera de Chile», declaró alguna vez Salvador Allende al diario mexicano Excelsior. Este 26 de junio, el mundo no sólo recuerda el natalicio del «Compañero Presidente» chileno; además es una ocasión para rendir homenaje a otro hombre -más filósofo que político- que también creía en la construcción de un socialismo con rostro humano, democrático y libertario: Karel Kosík, nacido un día como hoy en Checoslovaquia, fue un marxista «heterodoxo» que logró resistir tanto la ocupación nazi-alemana durante la Segunda Guerra Mundial, como la represión de la nomenclatura bolchevique -apoyada por la URSS-, tras su respaldo a la Primavera de Praga en 1968. Luego de los cambios de 1989 se dedicó intensamente a la crítica de los conceptos neoliberales y de lo que se conoció como «economía de mercado sin adjetivos». Falleció en 2003.
El filósofo Karel Kosík, quien nació el 26 de junio de 1926, se hizo famoso a partir de 1963 cuando publicó su obra La dialéctica de lo concreto. Aprovechando aquella época de relajamiento de la rigurosidad ideológica del régimen comunista, Karel Kosík criticó la esterilidad del dogmatismo marxista imperante en el mundo bipolar tras la Segunda Guerra Mundial.
Kosík partía de la idea de Carlos Marx de que el sentido de la historia radica en la formación del hombre y del humanismo. Por lo tanto, resaltó la importancia de lo cotidiano, de la responsabilidad personal y del rechazo de la «realidad sin el hombre». La crítica de la «conciencia falsa», acompañada por el postulado de un «marxismo abierto», suponía automáticamente la crítica del oficialismo ideológico de aquel entonces.
El libro «La dialéctica de lo concreto – estudio sobre la problemática del hombre y del mundo» fue traducida a muchos idiomas. En los años sesenta y setenta tuvo una gran repercusión en los círculos intelectuales checos y eurooccidentales proclives al libre pensamiento. Una acogida positiva, acompañada por una gran influencia sobre el pensamiento marxista no dogmático, tuvo también en España y América Latina.
Karel Kosík nació en 1926 en Praga. Después de la Segunda Guerra Mundial estudió en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Carolina de Praga, de la de San Petersburgo -por entonces Leningrado- y de la de Moscú. Su primera monografía científica, que dedicó a la Democracia Radical Checa del siglo 19, fue publicada en 1958. Hasta 1968 trabajó en el Instituto de Filosofía de la Academia de Ciencias Checoslovaca. Ese mismo año fue nombrado profesor de la mencionada facultad de la Universidad Carolina.
En 1970, dos años después de la ocupación de la antigua Checoslovaquia por los ejércitos del Pacto de Varsovia, Karel Kosík fue acusado de revisionismo antimarxista por las autoridades comunistas y expulsado de la Universidad. Hasta la «Revolución de Terciopelo», de 1989, prosiguió publicando en la clandestinidad.
Influído notablemente por Marx, Hegel y Martin Heidegger, Karel Kosík analizó el contexto sociopolítico de la crisis checoslovaca de los años sesenta, dedicándose simultáneamente al tema del subjetivismo endémico de la época moderna como una de las causas de la crisis de valores en el mundo contemporáneo. Tras los cambios de 1989 se dedicó intensamente a la crítica de los conceptos neoliberalistas y de lo que se conoció como «economía de mercado sin adjetivos».
En 1997 publicó el libro de ensayos Reflexiones antediluviales, galardonado en 2000 con el Premio Tom Stoppard de la Fundación Carta 77. El jurado del Premio destacó la calidad de la obra y la valentía con la que Karel Kosík había analizado las raíces de la crisis del arte, la política y la sociedad contemporáneas.
DIALÉCTICA DE LO CONCRETO
La historia de invasiones, anexiones y dominio extranjero prolongado a que han estado expuestos los pueblos de Centro Europa ha producido hombres de un temple muy especial. Es una región del mundo en donde se concentraron el arte y la cultura y en la que se pueden encontrar poetas que son combatientes de la resistencia, filósofos que entran y salen de los campos de concentración, y en general artistas que viven las guerras como soldados sin dejar de hacer arte y sin abandonar el empeño civilizatorio a que la cultura conduce.
Entre estas individualidades que funden en su persona una sabiduría superior y una historia interminable de luchas y gestas libertarias se cuentan –en un listado que no pretende ser exhaustivo ni jerárquico–George Lukács, Arthur Koestler, Mircea Eliade, Milan Kundera, Václav Havel, Czesław Miłosz, Ryszard Kapuściński, Milovan Djilas, Isaiah Berlin, Elias Canetti, Leszek Kołakowski, etc.
En esa lista de hombres admirables tiene un lugar especial el Filosofo Checo Karel Kosik.
Su biografía es conmovedora, recojamos tres momentos significativos:
Uno: Preso a los 17 años por participar en las acciones armadas de la resistencia anti-nazi, se le lleva preso al campo de concentración de Terezín, a cargo de la Gestapo, en el que mueren la mayoría de los 80 mil de los judíos–checos que perecieron en el holocausto, muchos de ellos mueren de hambre, como la hermana de Sigmund Freud, Esther Adolphine.
A la invasión Alemana le sigue el control soviético.
Se educa en el periodo de las nacientes “Democracias Populares”, estudia filosofía y pronto rompe con la patética ortodoxia soviética y su rústica visión de las ideas. Estudia a Heidegger, a los Fenomenólogos y a los Existencialistas. Piensa por su cuenta, regresa a los clásicos y rechaza los manuales.
Dos: Se compromete con la Primavera de Praga, resiste a los invasores Soviéticos. Es acusado de “Revisionismo” y se le expulsa de la enseñanza, se le cierran las editoriales y se le prohíbe viajar. Sobrevive como empleado de una gasolinera en Praga. Escribe de noche, esconde sus manuscritos, vive —nuevamente- una época de creación filosófica clandestina.
Antes ha ganado ya un prestigio internacional inmenso, su obra Dialéctica de lo Concreto, es traducida a todos los idiomas con tradición filosófica. El mundo intelectual progresista reclama el cese de su persecución por el poder del Estado.
Tres: Se dan casi simultáneamente el colapso de la estructura Soviética y la Revolución de Terciopelo. Checoslovaquia regresa a ser una república independiente y junto a la transición democrática se generaliza la corrupción, los ineficientes monopolios estatales se venden por centavos y aparece una nueva burguesía de la entraña misma de la burocracia que se formó bajo el dominio soviético. Kosik los denuncia, viaja y se hace oír, no se acomoda.
Así lo encuentra la muerte en febrero de 2003: Pensando, luchando, resistiendo.
He aquí los registros para le descarga gratuita de su libro principal, completo en formato digital:
Kosik, Karel, Dialéctica de lo Concreto. Pdf.
Kosik, Karel, Dialéctica de lo Concreto. Word.
Fuentes: www.radio.cz/libroslibresmusicalibre.blogspot.com
El Ciudadano