Coautor del libro sobre Carmelo Soria: “Este caso es el resumen perfecto de la impunidad que gozan los verdugos de la dictadura”

“A mi padre lo asesinaron dos veces, primero la dictadura, luego la democracia”, afirma Carmen Soria, hija de Carmelo Soria, en el libro de los periodistas Andrés López Awad y Camilo Pérez Alveal, “Carmelo. Matar dos veces a un mismo hombre” (Ceibo).

En las próximas semanas, la Segunda Sala Penal de la Corte Suprema entregará la resolución final sobre el crimen de Carmelo Soria, español y funcionario internacional de Naciones Unidas, asesinado por la DINA hace 47 años. El libro “Carmelo. Matar dos veces a un mismo hombre” narra la historia de Soria y la gesta inconclusa de su familia por encontrar justicia.

“A mi padre lo asesinaron dos veces, primero la dictadura, luego la democracia”, afirma Carmen Soria, hija de Carmelo Soria, en el libro de los periodistas Andrés López Awad y Camilo Pérez Alveal, “Carmelo. Matar dos veces a un mismo hombre” (Ceibo). La frase hace referencia al crimen perpetrado por los agentes de la Brigada Mulchén de la DINA el 14 de julio de 1976 y también a la amnistía del caso en 1996, debido a que la Concertación no acreditó categóricamente la calidad de funcionario internacional de Soria, que le daba protección.

Los autores narran en detalle cómo Carmelo Soria, español y funcionario internacional de Naciones Unidas, fue secuestrado por agentes de la DINA disfrazados de Carabineros y llevado a la casa-cuartel de Michael Townley, el asesino confeso del excanciller Orlando Letelier, en Lo Curro.

Allí, Soria fue interrogado, torturado y posteriormente asesinado. Luego su cuerpo fue desbarrancado con su vehículo en los faldeos del Parque Metropolitano, simulando un accidente de tránsito. “La brutalidad del crimen de Carmelo es de un nivel de maldad incomprensible en nuestros días, pero natural durante la dictadura”, asegura Andrés López Awad, uno de los coautores.

Durante los primeros años de los noventa, la familia de Carmelo Soria buscó justicia con el respaldo del gobierno Español y de Naciones Unidas. Dicho apoyo no fue suficiente para que los gobiernos de la Concertación acreditaran de manera categórica que Soria tenía protección diplomática por tratarse de un funcionario internacional superior, provocando que el caso fuese amnistiado.

“La Brigada Mulchén era una agrupación de oficiales de élite, del primer anillo de seguridad de Pinochet, por lo que condenarlos era tocar a sus hombres de confianza. En el libro mostramos cómo la Concertación prefirió apegarse a la doctrina Aylwin ofreciendo “toda la verdad y justicia en la medida de lo posible”, aunque ni eso pudieron ofrecer, porque los pocos agentes procesados fueron rápidamente amnistiados”, cuenta López Awad.

A 47 años del crimen, en junio, la Segunda Sala Penal de la Corte Suprema entregará la resolución final del caso. “En el contexto de los 50 años del golpe militar, y con los antecedentes destrabados por el brillante trabajo de los abogados Francisco Ugás y Nelson Caucoto, tiene sentido que los jueces marquen un punto de inflexión, porque este caso es el resumen perfecto de la impunidad que gozan los verdugos de la dictadura, como los agentes de la Brigada Mulchén, con quienes Carmen Soria todavía se puede encontrar en el supermercado, en la feria, en la calle”, concluye el autor.

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