Descubren dos agujeros negros cenando juntos en una fusión de galaxia

Se prevé que con este descubrimiento - que fue publicado por la revista The Astrophysical Journal Letter -, se entenderá mejor lo que ocurre en la Vía Láctea, y qué puede pasar si colisiona esta con la galaxia de Andrómeda, la cual es vecina.

Un equipo internacional de astrónomos – en el que se incluyen científicos de la Universidad Católica y la Universidad Diego Portales de Chile – descubrieron dos agujeros negros que se encontraban «cenando» juntos.- como si fuesen una pareja -, creando al final una hermosa fusión galáctica.

De acuerdo con una nota de prensa, el descubrimiento se hizo a 500 millones de años luz de la Tierra, en la Constelación de Cáncer.

De igual forma, ambos agujeros están a solo 750 años luz de distancia uno del otro, creciendo
frenéticamente, mientras sus galaxias anfitrionas se fusionan.

Cuando lograron encontrarse, generaron una fusión galáctica conocida como UGC4211, una
barrera que hasta ahora no había permitido identificarlos.

Se prevé que con este descubrimiento – que fue publicado por la revista The Astrophysical Journal Letter –, se entenderá mejor lo que ocurre en la Vía Láctea, y qué puede pasar si colisiona esta con la galaxia de Andrómeda, la cual es vecina.

Además, señala el estudio, se puede descubrir que se esconde detrás de los agujeros negros binarios y sus orígenes.

«Una idea más clara sobre las galaxias»

Ezequiel Treister, astrónomo de la Universidad Católica y coautor del estudio, indicó que el hallazgo tendría implicancias también para la detección de ondas gravitacionales.

“Puede haber muchas parejas de agujeros negros supermasivos en pleno crecimiento en los centros de las galaxias que aún no hemos logrado identificar. De ser así, en un futuro cercano observaremos frecuentes ondas gravitacionales generadas por las fusiones de estos objetos en todo el Universo, gracias a futuros observatorios espaciales como LISA”, expresó Treister, citado en nota de prensa.

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Para este hallazgo – detalló -, se utilizó la combinación del radiotelescopio ALMA con observaciones en longitudes de onda múltiples de otros telescopios potentes, como Chandra, Hubble, el Very Large Telescope de la ESO y el Observatorio Keck, en Hawai.

“ALMA nos mostró la ubicación exacta de estos dos agujeros negros supermasivos y glotones en pleno crecimiento”, destaca Ezequiel Treister.

Franz Bauer, astrónomo UC-CATA que también participó de la investigación, señala que con esta nueva información los astrónomos podrán tener una idea más clara acerca de cómo galaxias similares a la nuestra se han convertido en lo que son ahora y cómo seguirán evolucionando.

“Hasta ahora se habían estudiado principalmente las primeras etapas de fusión de las galaxias, pero la nuevas observaciones corresponden a las últimas etapas de una colisión, un adelanto de lo que ocurrirá cuando la Vía Láctea choque con la vecina galaxia de Andrómeda, en unos 4.500 millones de años”, recalcó.

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