Día Mundial contra Monocultivos de Árboles: Chile en la mira por expansión forestal y conflictos territoriales
En el Día Mundial contra los Monocultivos de Árboles, que se conmemora este 21 de septiembre, organizaciones ambientales e indígenas de todo el mundo alzan la voz para denunciar los graves impactos socioambientales de las plantaciones industriales. Esta fecha, instituida en 2004 por el movimiento brasileño Red Alerta contra el Desierto Verde, busca visibilizar cómo estos cultivos a gran escala devastan ecosistemas, secan fuentes de agua y desplazan a comunidades, lejos de ser la solución verde que la industria promociona.
El foco de la crítica internacional se dirige con fuerza hacia Chile, donde el modelo forestal extractivista, heredado de la dictadura, se expande sin contrapeso. Un ambicioso plan de la Corporación Chilena de la Madera (CORMA), anunciado en 2024, proyecta agregar un millón de hectáreas más de monocultivos de pino y eucalipto para el 2049, un aumento del 30% que amenaza con exacerbarlos mega incendios, la escasez hídrica y la pérdida de biodiversidad.
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Este modelo se sustenta en un histórico apoyo estatal. El Decreto Ley 701 de 1974, promulgado por la dictadura de Pinochet, subsidió por 37 años hasta el 75% de los costos de plantación para grupos económicos como Matte y Angelini, facilitando la concentración de 3 millones de hectáreas que desarticularon la Reforma Agraria y se sobrepusieron mayoritariamente al territorio mapuche, principalmente en las regiones del Biobío y La Araucanía.
La conflictividad es inherente al modelo. Por décadas, comunidades mapuche han denunciado la usurpación de sus tierras ancestrales, el severo daño cultural y espiritual, y una constante criminalización. “Para el pueblo mapuche, esta lucha no es solo por la tierra, sino por la supervivencia misma, sus derechos y la posibilidad de un desarrollo autónomo frente a un modelo “expansivo y excluyente”, señaló así la Coordinación de Identidades Territoriales a inicios de los 2000.
La industria, lejos de retroceder, avanza con biotecnología. Forestal Arauco desarrolló el híbrido GloNi (con 13.000 hectáreas ya plantadas) y en 2023 compró por USD 49 millones la empresa TreeCoo, especializada en edición genética CRISPR. Un vacío regulatorio en Chile podría permitir el despliegue masivo de estos árboles genéticamente editados sin supervisión alguna, según revela una investigación de Resumen.cl, escrita por Nicolás Salazar.
Ante la mala imagen, las empresas buscaron un sello de sustentabilidad. En 2011, organizaciones mapuche y ambientales presentaron una oposición ante el Forest Stewardship Council (FSC) para impedir la certificación de Arauco y Mininco, argumentando que sus plantaciones causan impactos irreversibles y violan derechos humanos. A pesar de las advertencias, ambas empresas obtuvieron el sello FSC en 2012 y 2013.
La legitimidad de esa certificación fue cuestionada en una investigación independiente y poco conocida encargada por el propio FSC: “La Industria Forestal de Chile, la Certificación FSC y las Comunidades Mapuche” (2015), coordinada por Rosamel Millaman y Charles Hale. El estudio, solicitado por organizaciones, comunidades y autoridades mapuche, concluyó que el conflicto persiste precisamente porque la certificación no aborda la raíz del problema: la usurpación territorial.
La recomendación matriz del informe es contundente: el FSC no debe certificar predios forestales que se encuentren dentro de un lof mapu (territorio ancestral) reclamado, hasta que el reclamo se resuelva satisfactoriamente con la comunidad. Esto alinearía al FSC con el derecho internacional y sería la única base para construir una verdadera solución. Sin embrago, ninguna de sus conclusiones fue atendida por la certificadora.
A más de una década de esa certificación cuestionada y en un nuevo día de lucha global, continúan las demandas y protestas
A continuación, se invita a leer el completo y revelador estudio de Millaman y Hale para comprender la profundidad de este conflicto.
Enlace al estudio:
La Industria Forestal de Chile, la Certificación FSC y las Comunidades Mapuche
Ver también el documental: “Plantar Pobreza” (Resumen)