Estudio sobre material genético del océano de Chile permitirá investigar efectos de la crisis climática en el mundo

En Chile, la goleta TARA recorrió desde Punta Arenas hasta Iquique, pasando por la bahía de Puerto Montt, Talcahuano y Valparaíso

Por Seguel Alfredo

09/01/2023

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La expedición se realizó a lo largo de Chile en distintos lugares muy importantes para la oceanografía nacional.

Centros en Chile se comprometieron en generar expediciones similares a través del tiempo para que áreas marinas protegidas en Chile sean definidas en base al valor climático que tienen.

Navegación de Tara – velas desde el tope del mástil © Alice Roy – Fondation Tara Ocean.

Investigadores analizarán numerosos datos proporcionados por las 4.500 muestras de plancton recolectadas en el marco de la Misión Microbiomas de TARA, una goleta que recorrió desde la Antártica hasta Iquique para investigar el rol del océano en el cambio climático.

La embarcación, que también recorrió las costas atlánticas de Sudamérica y África, busca determinar los servicios ecosistémicos del microbioma oceánico y sus interacciones con el clima y la contaminación.

Con información de:  Fundación Encuentros del Futuro para Centro de Modelamiento Matemático

El laboratorio flotante, que se encargó de analizar el microbioma marino alrededor del mundo, finalizó su extenso viaje en los océanos y comienza uno nuevo dentro de cuatro paredes. La llamada Misión Microbiomas consiguió realizar un muestreo integral del material genético de los microorganismos que habitan el mar, una travesía que abarcó el borde marino chileno, las costas atlánticas de Sudamérica y África, y que también incluyó a la Antártica.

En Chile, la goleta TARA recorrió desde Punta Arenas hasta Iquique, pasando por la bahía de Puerto Montt, Talcahuano y Valparaíso. Este viaje fue desarrollado gracias a una colaboración entre la Fundación Tara Ocean y su programa chileno asociado CEODOS Chile, en el cual el Centro de Modelamiento Matemático (CMM) de la Universidad de Chile cumple un rol clave en el análisis de las muestras obtenidas.

“Muchas veces creemos que las matemáticas son un cálculo, pero son una forma de observar la realidad. Cuando tenemos muchos datos organizados, la matemática busca entender y hace emerger su estructura escondida. El CMM aportará con la visión matemática en este problema, es decir, el cómo analizamos y percibimos datos, y cómo el observar nos permite elaborar teorías matemáticas que, de alguna manera, den cuenta de cómo el cambio de clima está impactando la biodiversidad del océano y los servicios que presta”, explicó el codirector de la misión CEODOS e investigador principal del Centro de Modelamiento Matemático (CMM), Alejandro Maass.

La misión a largo plazo busca entender cómo los servicios del plancton en los océanos varían con los cambios del medioambiente y con la contaminación, que –a su vez– están ligadas a las variaciones del clima. De esta manera, podremos avanzar en la comprensión del impacto del cambio climático en el océano. También queremos ayudar a definir una metodología que permita definir zonas planctónicas claves por los servicios que presta”, detalló Maass.

Ciencia para la toma de decisiones

La expedición se realizó a lo largo de Chile en distintos lugares muy importantes para la oceanografía nacional, en los que era clave caracterizar y así entender fenómenos y servicios del océano, como los fiordos prístinos en torno al norte de Punta Arenas, las surgencias de la Región del Biobío, la desembocadura de ríos a lo largo del país y transectos en torno a glaciares que están en proceso de evolución.

La codirectora del programa CEODOS Chile, jefa científica en la etapa Concepción – Valparaíso y directora del Centro COPAS Coastal, Camila Fernández, analizó el final de este ciclo. “Este es el fin del trabajo en terreno, pero como en todas las expediciones científicas es el inicio del trabajo en escritorio. Generamos un consorcio en los centros, es decir, un grupo de centros de excelencia en Chile que trabajen con un mismo fin, que se comprometieron a generar expediciones similares a través del tiempo para que áreas marinas protegidas en Chile sean definidas en base al valor climático que tienen”, sostuvo.

También se refirió a las dificultades de esta expedición. “No había forma de hacer partir la expedición. Francia estaba en cuarentena, recibimos al velero en Punta Arenas en cuarentena, y luego nos movimos en aguas chilenas en cuarentena. De hecho, entre Puerto Montt y Concepción hubo que desviar el barco para hacer PCR de emergencia porque teníamos una sospecha de Covid a bordo. Afortunadamente, fue una falsa alarma”.

Esta investigación, que obtuvo 4.500 muestras de plancton, busca aportar herramientas basadas en la ciencia para que las futuras decisiones medioambientales a nivel mundial se puedan tomar con la evidencia necesaria. Es por esta razón que estos datos, además, serán de conocimiento público. “Es mucho más fácil hacer comprender a la sociedad de los cambios que tenemos que hacer si los datos que respaldan eso están disponibles para toda la comunidad. Esto es una base de datos sin precedentes, así que ya estamos preparando los algoritmos, modelos matemáticos y la inteligencia artificial que van a permitirnos entender qué es lo que controla a los habitantes microscópicos del océano, que nos ayudan a nosotros a sobrevivir”, detalla Camila Fernández.

Los centros de investigación nacionales que participan en esta investigación son el Centro de Modelamiento Matemático (CMM); el Laboratorio Internacional Asociado “Estrategias Adaptativas Multiescala” (LIA MAST); el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2); el Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL); el Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP); el Centro de Investigación Oceanográfica (Copas Coastal); el Centro de Regulación del Genoma (CRG); el Centro Interdisciplinario para la Investigación Acuícola (INCAR) e Inria Chile.

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