La represión en Celendín y el Movimiento AntiConga

El martes, 3 de julio, hubo una movilización pacífica en contra del proyecto minero Conga en las calles de Celendín

Por Wari

08/07/2012

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El martes, 3 de julio, hubo una movilización pacífica en contra del proyecto minero Conga en las calles de Celendín. Al pasar por en frente de la municipalidad unos manifestantes la atacaron con objetos contundentes (al parecer estos atacantes eran personas infiltradas), lo que ocasionó que más integrantes de esta movilización atacarán con mas énfasis el local de la municipalidad provincial. Como respuesta la PNP y EP (conformado por 200 policías y 300 soldados del Ejercito) comenzaron a atacar a los manifestantes con bomba lacrimógenas, perdigones y también haciendo uso de armas de fuego. Lo que trajo como consecuencia la muerte de tres ciudadanos, 33 heridos y un promedio de 15 personas detenidas.

Horas después se declara el estado de emergencia en las provincias de Celendín, Cajamarca y Bamabamarca (provincias afectadas por el proyecto minero), por el cual quedan suspendidas las garantías constitucionales relativas a la libertad y seguridad personal, la inviolabilidad de domicilio y la libertad de reunión y tránsito. Desde ese momento comienzan a sucederse represiones en la ciudad de Cajamarca. Así, desde la tarde y durante toda la noche, la policía intervino desmatelando las ollas comunes que alimentaban las movilizaciones, desalojando la iglesia de San Francisco, donde se acogía a las comunidades, rodeando e intentando entrar en locales de medios de comunicación, entre otros… todo, a base de bombas lacrimógenas y balazos… la ciudad fue quedando desierta, con carros de policía buscando focos de expresión y reprimiéndolos.

Por la mañana, a pocos metros de la Plaza de Armas de la ciudad de Cajamarca ya se nota el efecto de las bombas. La policía sigue patrullando, cuando ven un grupo de personas más o menos amplio empiezan a tirar bombas para dispersar, para reprimir la reunión, pero lo impactante es que disparan las bombas a los cuerpos. Hay decenas de heridos por la represión, por causa de impactos de bombas lacrimógenas o por palizas de la policía.

A última hora de la mañana, cuando el padre Marco Arana (uno de los líderes del movimiento antiConga) se encontraba sentado tranquilamente en la plaza con un amigo, un grupo de policías se acercan, empiezan a golpearle, y se lo llevan a la fuerza detenido. Pasa todo el día y parte de la madrugada detenido y es golpeado en diversas ocasiones mientras está retenido en la comisaría. No dejan acceder a sus abogadas que también son golpeadas cuando se presentan allí. Es liberado en la madrugada por no tener cargos reales sobre él, aunque en distintos medios de comunicación se ha publicado que fue detenido por encabezar una manifestación de 500 personas después de ser declarado el estado de emergencia. Su estado es delicado debido a las palizas recibidas durante varias horas.

Así es como se está silenciando al pueblo de Cajamarca, pueblo al que se le ha vulnerado su derecho a manifestarse en contra un proyecto minero que va a afectar el agua que les da la vida.

La situación en las tres provincias es alarmante y la violencia contra el pueblo continúa. Desde que comenzó el estado de emergencia ya son cinco los ciudadanos muertos a manos de las fuerzas del Estado. Ningún cargo ni de la policía ni del Gobierno se responsabilizan de los hechos. En distintas declaraciones se ha expresado que la orden de represión no fue dada desde ninguno de los altos cargos.

Eso sí, todo esto sucede (o está programado para que suceda), después de pocos días que empezaran la obras del proyecto Conga, ignorando la opinión del pueblo, que durante 35 días de movilizaciones pacíficas y huelgas de hambre no se ha cansado de repetir: Conga No Va! Ni ahora ni nunca, AGUA SÍ, ORO NO!

Por el derecho a una vida digna.

Por Emma Rami

Voluntaria en la ONG Grufides, en Cajamarca

Fuente fotografía

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