Las tragedias no cesan en La Patagonia: otra ballena encontrada sin vida en área protegida de Aysén, cercana a centro salmonero

El más reciente suceso de una ballena encontrada sin vida en el Parque Nacional Laguna San Rafael en la Región de Aysén, reabre el debate sobre los trágicos impactos ambientales de la presencia de salmoneras en Áreas Protegidas del país.

Las tragedias no cesan en La Patagonia: otra ballena encontrada sin vida en área protegida de Aysén, cercana a centro salmonero

Autor: Seguel Alfredo

Muerte de ballenas en áreas protegidas sigue siendo motivo de preocupación: nuevo caso en Aysén, contiguo a centro de cultivo salmonero

En hechos ocurridos el pasado viernes 30 de mayo, el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura – SERNAPESCA reportó el hallazgo de un cetáceo sin vida en una zona protegida de la Región de Aysén. El ejemplar, identificado como una ballena rorcual hembra de aproximadamente 11 metros de largo, fue encontrado en la entrada del estero Cupquelán, dentro del Parque Nacional Laguna San Rafael. Las autoridades iniciaron las investigaciones pertinentes para determinar las causas de su muerte.

Según radio45sur.cl, la directora regional de Sernapesca, Daniela Leiva, confirmó que, tras recibir el aviso, se interpuso de inmediato una denuncia ante la Fiscalía Regional de Aysén, invocando el artículo 135 bis de la Ley General de Pesca y Acuicultura, que sanciona la muerte o captura ilegal de cetáceos. “Activamos con la Armada de Chile una inspección para verificar lo informado y sumar los antecedentes a la causa”, señaló Leiva.

Durante la inspección realizada por SERNAPESCA y la Armada de Chile, se confirmó que la ballena se encontraba completamente fuera del agua y en avanzado estado de descomposición, lo que impidió a ambas instituciones verificar lesiones atribuibles a terceros. Sin embargo, esta no es la primera vez que la situación se presenta en inmediaciones a un centro de cultivo salmonero, lo que genera dudas sobre la responsabilidad de esta industria en sucesos que atentan contra la biodiversidad y la protección de especies en estado de conservación vulnerable.

Este hecho que ocurre en proximidades a un área de presencia de la trasnacional salmonera de capitales canadiense Cooke Aquaculture, recuerda el hallazgo de dos ballenas jorobadas muertas al interior de áreas protegidas a fines de octubre del año 2025. La primera encontrada también en el Parque Nacional Laguna San Rafael y la segunda en la Reserva Nacional Kawésqar (RNK), Región de Magallanes.

Sobre estos sucesos, la comunidad Kawésqar “Grupos Familiares Nómadas del Mar”, Sernapesca y Greenpeace, presentaron una querella, de manera individual, contra quienes resulten responsables por la muerte de ambos cetáceos. Por su parte, la Super Intendencia del Medio Ambiental (SMA) abrió investigación a las empresas Cooke Aquaculture y Australis Mar para esclarecer las circunstancias de las muertes.

Fast Check, iniciado el 2025, menciona que el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) presentó un preinforme donde concluye que una ballena jorobada, hallada muerta en Aysén tiene marcas de “redes asociadas a la infraestructura de las granjas de salmones”, según consignó el medio 

Asimismo, el preinforme citado por ese medio, alude a que las lesiones que se ubican “en diferentes partes del cuerpo podrían ser consistentes con el contacto con cuerdas, cables o redes asociadas a la infraestructura de las granjas de salmones” y concluye que el mamífero “presenta indicios de interacción con actividades humanas”.

Por su parte, en el caso de la ballena encontrada sin vida al interior del área protegida Reserva Nacional Kawésqar de Magallanes, en el perímetro de operaciones del centro Muñoz Gamero de la salmonera Australis Mar, el informe señala fue que los hematomas y heridas del ejemplar “son consistentes con lesiones observadas en colisiones con embarcaciones”.

En ambos casos, las evidencias apuntan a la responsabilidad de los fallecimientos por actividades humanas al interior de áreas protegidas, lo que se confabula en la posible comisión de un delito ambiental; no menor, si se tiene en cuenta que en el país la normativa ambiental consignada en la Ley 20.293 declara los espacios marítimos bajo soberanía chilena como una zona libre de caza de ballenas, estableciendo medidas específicas para la protección de los ecosistemas y, en particular, para la conservación de las poblaciones de cetáceos.

Según plantea el Dr. Rodrigo Hucke-Gaete, director del Centro Ballena Azul, en una crónica publicada por Prensa Austral, “las últimas muertes de ballenas jorobadas en cercanías a estructuras de granjas de salmonicultura, no son un fenómeno nuevo: “Esto viene ocurriendo desde que empezaron a incrementarse el número de concesiones de esa industria en la Patagonia chilena”.

Además el especialista, reitera al respecto: “Lo que está pasando en estos centros salmoneros, repito, no es una ocurrencia aislada de sólo este año, hay registros anteriores de este mismo fenómeno, lo cual nos indica que debemos hacer algo al respecto, porque no es admisible que estos grandes mamíferos marinos vengan a morir a la Patagonia y, mucho menos que vengan a morir a un área protegida que se supone que existe para que eso no ocurra, que existen para proteger la biodiversidad”.

Finalmente, no es menor apuntar que los dos centros salmoneros mencionados se encuentran tienen procesos sancionatorios por eludir la normativa ambiental: Cooke Aquaculture con uno por elusión al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental; entretanto, Australis Mar tiene sumarios por dos casos de sobreproducción de ciclos en 2018 al 2020 y 2021 al 2023.

Yohana Arbeláez / Alfredo Seguel


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