Movimiento busca extender los permisos de crianza, argumentando beneficios económicos, sociales y de salud, además de la corresponsabilidad parental.
En 2020 Andrea Iturry Yamamoto lideró el movimiento ciudadano Postnatal de Emergencia, que logró la extensión del período postnatal durante la pandemia. Ahora, la vocera impulsa el proyecto de ley Postnatal 1 Año y de Postnatal 30 Días Papá, buscando que las madres puedan estar 12 meses con sus recién nacidos y que los padres cuenten con un mes de este permiso en vez de los cinco días, y las diversas razones abarcan aspectos económicos, sociales, de salud materna e infantil, y la lactancia.
La natalidad en Chile ha experimentado un descenso alarmante en la última década, acercándose a una reducción cercana al 50%, según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). En 2014, el país registró más de 250.000 nacimientos, una cifra que contrasta drásticamente con los aproximadamente 135.000 a 154.000 nacimientos proyectados para 2024.
Iturry señala que la disminución de la natalidad guarda relación con los proyectos laborales de las mujeres, quienes “no quieren llegar de sus trabajos a cuidar, y es lo que sucede actualmente cuando ellas se convierten en madres”, sostiene. Es por esto que la agrupación piensa que estos proyectos legales ayudarán a que las familias «quieran y puedan tener hijos de manera más tranquila», asegura, evitando que las madres renuncien a sus trabajos por falta de opciones de cuidado.
Un factor clave para la petición de 12 meses totales como periodo postnatal para la madre es la recomendación pediátrica de iniciar la alimentación complementaria a partir del sexto mes del bebé, un momento crucial para la presencia materna. Iturry destaca que el postnatal actual de 5,5 meses es «muy corto» frente a esta necesidad y la instrucción del Ministerio de Salud de una lactancia exclusiva hasta el sexto mes.
En cuanto al postnatal para padres, el permiso actual de cinco días es «totalmente poco», según la vocera, quien también explica que este tiempo suele usarse para trámites administrativos, dejando a las madres sin apoyo crucial, especialmente si debieron pasar por cesáreas o se enfrentan a la depresión posparto. Por ello, proponen 30 días como mínimo para fomentar una corresponsabilidad real en el cuidado del recién nacido, tratando de seguir los modelos de otros países donde el periodo incluso es aún mayor: “queremos que haya una corresponsabilidad”, afirma.
El movimiento cuenta con un apoyo transversal en el Congreso, con casi 50 diputados comprometidos con la iniciativa, sin embargo, el principal obstáculo es la percepción gubernamental de un alto «gasto fiscal». Andrea Iturry desmiente esto, argumentando que el costo ya existe: «lo que se gasta actualmente en ese tipo de licencias (médicas por hijo enfermo o psiquiátricas para las madres) es lo que podría cubrir la extensión permanente», asegura enfática.
La implementación de estas extensiones de postnatal, según Iturry, impactaría positivamente en la participación laboral de las mujeres, al evitar que renuncien a sus empleos. Además, fortalecería los lazos familiares y abordaría la baja natalidad, previendo una crisis de capital humano en 20 o 30 años: «invertir en el primer año de vida tiene más beneficios a largo plazo en cuanto a salud, educación y bienestar económico», concluye.
La extensión de ambos periodos de postnatal es una propuesta que trasciende el ámbito femenino para convertirse en una tarea por el bienestar familiar. Al reconocer la importancia de la corresponsabilidad parental y el rol activo de los hombres en la crianza, se busca fortalecer la primera infancia, garantizando que esta importante etapa sea más respetada, cuidada y sostenida para el desarrollo de las futuras generaciones.