Pamela Castro, nueva directora de The Clinic: «Queríamos sacar al diario de esa primera línea que lamentablemente para el estallido se identificó mucho»

Consultada sobre la posibilidad de que el medio retome el humor que lo caracterizó, Castro, quien es esposa empresario Jorge Ergas, dueño del diario, respondió: "¿Por qué tengo que hacer humor si en el fondo ahora este es otro medio?.

Por Leonardo Buitrago

15/04/2024

Publicado en

Actualidad / Chile / Medios

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La semana pasada, el periodista Pablo Orellana fue removido de la dirección de The Clinic, cargo que ocupaba desde 2016, y asumió Pamela Castro, quien ha estado cerca del medio desde que su esposo el empresario Jorge Ergas adquirió un tercio del diario en 2017 y posteriormente en 2020 compró el 100% de la propiedad.

Sin embargo, la actual vicepresidenta de la Asociación Nacional de la Prensa (ANP), descartó haber hecho un golpe de Estado a Orellana, quien fue el tercer director que tuvo el medio en los últimos seis años, tras el paso de Lorena Penjean y Macarena Lescornez.

«Yo no hice un golpe de Estado bruscamente, sino que fui aprendiendo un montón de quienes estuvieron antes que yo», afirmó la periodista egresada de la Universidad Gabriela Mistral en entrevista con Diario Financiero.

Según Castro, decidió que el momento de asumir la dirección de The Clinic, ya que ahora cuenta con «la energía y el camino hecho» para enfrentar esa responsabilidad.

«Cuando recién entré no me sentía capacitada. Me he dedicado más a la comunicación corporativa y publicitaria. Siempre estuve en ese mundo, hasta que Jorge (Ergas) me dice: ´´Este medio hay que digitalizarlo, ¿te quieres involucrar en el proyecto?´´», señaló.

«Esa fue nuestra primera y gran motivación de meternos en el Clinic. En ese tiempo aún estaba Pato (Patricio Fernández), el fundador, quien tenía un estilo súper fuerte, en un medio que era muy personalizado. Hacerse un espacio ahí fue duro», acotó.

Planteó que cuando Fernández salió 2018 de la dirección y posteriormente en 2020 de la propiedad), no se sentía preparada «ni era mi intención de vida tampoco».

«Es una decisión que vengo masticando hace un rato», dijo al tiempo que afirmó que ahora cuenta con la madurez necesaria y «el conocimiento que me hice en este medio».

Asimismo, confesó que se animó a tomar el cargo después de un viaje a la India que realizó con sus amigas.

«Yo no hice un golpe de Estado bruscamente, sino que fui aprendiendo un montón de quienes estuvieron antes. He hecho un trabajo súper silencioso, pero muy consistente», ratificó.

Sobre el cambio que ha experimentado el diario desde los años 90 y 2000, cuando tuvo un estilo irreverente y provocador, hasta el más tradicional que tiene en la actualidad, la nueva directora comentó: «Queríamos sacar al Clinic de esa primera línea que lamentablemente para el estallido se identificó mucho».

Consultada sobre la posibilidad de que el medio retome el humor que lo caracterizó,Pamela Castro indicó que era un tema que se había preguntado a sí misma y contundente y respondió: «¿Por qué tengo que hacer humor si en el fondo ahora este es otro medio? (…) Un medio que ha ido transitando y que tiene un nombre espectacular, una gran marca. Y todas las grandes marcas evolucionan».

Asimismo, confirmó que no siente nostalgia sobre el sello que anteriorment caracterizaba The Clinic.

«Además era súper machista. Así que en un momento dije si esto (el antiguo The Clinic) es un fantasma, hay que darle el lugar que un fantasma tiene», enfatizó.

«Un día dije: ‘Se acabó la discusión del humor’. Estamos renovando el diario, pero no tiene por qué ser a través del humor (de hecho, hace unos meses salieron dos históricos del Clinic: el editor que se encargaba de ese tema, Francisco Castillo, y el ilustrador Malaimagen). Hagamos categorías entretenidas, contenidos que nos distingan. Hoy somos mucho más estructurados, estamos más profesionalizados, hay especialización. Es lo que siempre digo: ‘cabros, ¿quieren estar a la altura de lo que era un pasquín o queremos ser un medio de verdad?’», relató.

La periodista también fue consultada sobre por qué no decidieron crear otro medio, con otro nombre, en vez de hacer un cambio estructural en The Clinic.

«Nunca he tenido miedo a que me pasen la cuenta. Lo digo sin soberbia, pero no me importa mucho. La gente que no entiende que las organizaciones, los gobiernos, los sistemas pueden cambiar, me parece un poco estrecha. A lo mejor hubiese sido más fácil partir de cero con otro medio, pero se dio así y lo tomé más como un desafío que como un problema», planteó.

Sobre los constantes rumores de que el diario está al borde de la quiebra y va a cerrar, Castro se limitó a responder que «es un proyecto a largo plazo».

«Tenemos un family office, en el cual el Clinic tiene un lugar y eso le da una proyección en el tiempo. Si me preguntas qué vendría a ser el Clinic dentro del family office, vendría a ser como una fundación de las que tienen los grandes grupos, donde quieres hacer un aporte a la democracia, a los valores, al país. O sea, éste es nuestro aporte. Es por eso que me siento muy libre, porque lo hago desde ese lugar», dijo.

Indicó que bajo su dirección apuesta a que The Clinic sea un medio que tenga foco y una segunda mirada.

«Temas con profundidad, con dos o tres opiniones, pauta propia. Que tengan que ver con lo que a las personas les importa. Que siempre den una vuelta más; ésa es la única herencia que me gustaría rescatar de lo que se hacía antes: dar una mirada», explicó.

Para cerrar confirmó que cuenta con la asesoría editorial de la periodista Carolina Urrejola.

«Hablamos harto. Viene a una reunión de pauta, además es columnista. Me ha apoyado mucho. Y nos hemos hecho bien amigas», aseveró.

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