Polémica mundial por ley de eutanasia de Canadá
- “Mientras Canadá se prepara para ampliar su ley sobre la eutanasia para incluir a las personas con enfermedades mentales, algunos en el país, entre ellos muchos médicos, se preguntan si la legislación sobre la muerte asistida ha ido demasiado lejos y muy rápido”, publicaba así un reportaje de la BBC en enero de este 2023..
La ley de eutanasia en Canadá ha generado una intensa polémica. Este debate se centra en varios aspectos controvertidos, siendo uno de los principales el alcance de la misma. La legislación propuesta permite la eutanasia tanto para pacientes terminales como para aquellos que sufren de enfermedades crónicas no mortales pero que les generan un sufrimiento insoportable. Esta amplitud en los criterios ha suscitado preocupaciones sobre la posibilidad de que la eutanasia se convierta en una opción demasiado fácil, abriendo la puerta a posibles abusos y descuidando alternativas de cuidado paliativo.
En Canadá, desde 2016, el programa de asistencia médica para morir de Canadá, conocido por sus siglas ‘MAID’, ha estado disponible para adultos con enfermedades terminales. En 2021, se modificó la ley para incluir a las personas con afecciones físicas graves y crónicas, incluso si esa afección no representaba una amenaza para la vida.
En abril de 2002, Holanda se convirtió en el primer país del mundo en legalizar la eutanasia. Poco después, Bélgica, Luxemburgo, Colombia y Canadá siguieron su camino. Y más recientemente, España y Nueva Zelanda han dado luz verde a la eutanasia y muerte asistida, lo que incrementa el número de países que permiten ambos procedimientos a siete. Ahora, en su misión por acabar con el sufrimiento físico y psicológico de algunas personas por motivos clínicos o trastornos mentales, Canadá quiere ir un paso más allá.
Consentimiento informado y ampliación a enfermedades mentales
Parte importante de la controversia radica en el consentimiento informado. Aunque la ley exige el consentimiento explícito del paciente, algunos críticos argumentan que el miedo a ser una carga para la familia o la sociedad podría influir en la decisión del paciente, comprometiendo la autenticidad del consentimiento. Además, la posibilidad de que individuos con enfermedades mentales graves soliciten la eutanasia plantea preguntas éticas y legales, ya que determinar la capacidad de toma de decisiones en estas circunstancias es inherentemente complejo.
Entre lo que se denomina “enfermedades mentales”, también ha estado la controversia, atendiendo la extensión a casos de personas drogadictas. A modo de ejemplo, se comenta: «En Vancouver, en la provincia de British Columbia en Canadá, la muerte por sobredosis de Fentanil se han duplicado año tras año» y «podría ir a más». Una periodista española se escandaliza con la intención del Gobierno de legalizar la eutanasia para drogadictos. «Tienen los órganos intactos», dice. Y es que esta droga no distingue edades ni clases sociales ni poder adquisitivo. «Cada vez hay más gente normal enganchada al fentanilo», destaca el medio Libertad Digital en una publicación de octubre de este 2023.
Este debate se produce en plena crisis por el consumo de fentanilo en Canadá, donde la conocida como droga zombi está causando estragos en todos los grupos de edad.
¿Prácticas Nazis?
Varias reacciones en contra de estas políticas que se pretenden en Canadá, han hecho conexión con prácticas nazis, debido a la percepción de que la ley canadiense podría abrir la puerta a la vulnerabilidad de ciertos grupos de personas.
Cabe consignar, que durante el régimen nazi, se llevaron a cabo programas de eutanasia conocidos como Aktion T4, que buscaban eliminar a aquellos considerados «vidas indignas de ser vividas». Algunos críticos de la ley canadiense argumentan que, al permitir la eutanasia para pacientes con enfermedades no mortales pero que experimentan un sufrimiento insoportable, se está adoptando una visión utilitaria de la vida, similar a la perspectiva nazi. Sin embargo, es crucial destacar que esta conexión es objeto de fuerte controversia y que muchos defensores de la ley rechazan cualquier comparación con prácticas totalitarias.
“Las extremadamente liberales leyes de eutanasia de Canadá, que se ampliarán para incluir a personas que padecen problemas de salud mental y potencialmente a menores, han sido criticadas por recordar la forma en que los nazis trataban a las personas con discapacidades por un destacado académico del campo”, destacaba Forbes en inglés.
En un artículo publicado por Associated Press , Tim Stainton, director del Instituto Canadiense para la Inclusión y la Ciudadanía de la Universidad de Columbia Británica, dijo que las leyes de eutanasia excepcionalmente permisivas del país eran «probablemente la mayor amenaza existencial para las personas discapacitadas desde la llegada de los nazis». programa en Alemania en la década de 1930”, publicó el medio.
Cifras en aumento: Entre la ética y la objeción de conciencia
Las preocupaciones sobre la implementación y fiscalización de la ley también han contribuido a la controversia. Garantizar que los médicos y profesionales de la salud respeten los límites establecidos por la legislación y eviten cualquier forma de coerción es un desafío significativo. Además, la objeción de conciencia de los profesionales de la salud, un derecho protegido en Canadá, ha generado interrogantes sobre cómo equilibrar las creencias individuales con el acceso del paciente a la eutanasia.
“Las cifras son preocupantes: el primer año de la legalización de la eutanasia, se contabilizaron mil muertes. Pero este número ha ido creciendo cada año hasta alcanzar las 10.064 personas, el 3,3 % de todos los decesos en el país”, resaltaba la columnista María Fernández, en febrero de este año, en el medio “Debate”.
El papel de la ética médica en este contexto también ha sido tema de debate. Algunos argumentan que la eutanasia va en contra de los principios fundamentales de la medicina, que buscan preservar la vida y aliviar el sufrimiento. La introducción de la eutanasia desafía estas bases éticas, llevando a algunos profesionales de la salud a expresar inquietudes sobre la posible erosión de la confianza en la relación médico-paciente.
Controversia se traslada al 2024
En resumen, la ley de eutanasia en Canadá enfrenta una intensa polémica debido a la amplitud de sus criterios, las preocupaciones sobre el consentimiento informado, la posible conexión con prácticas nazis, los desafíos en la implementación y fiscalización, la objeción de conciencia y los cuestionamientos éticos en el ámbito médico. Aunque la sociedad canadiense ha buscado encontrar un equilibrio entre el respeto a la autonomía del paciente y la protección de los más vulnerables, la controversia persiste, reflejando la complejidad inherente a la regulación de la eutanasia en un contexto ético y legal.
El Gobierno canadiense anunció en febrero de este 2023 que retrasará un año (al 2024) la ampliación de la eutanasia para que las personas que sufren exclusivamente enfermedades mentales puedan acceder a la muerte con asistencia médica.
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