Robbie Thorpe, activista aborigen: “En Australia institucionalizaron el genocidio”

Entrevista a Robbie Thorpe, activista social aborigen de la Tierra del Arco Iris -“Australia”-, realizada a comienzos de este año por Augusto Al Q’adi para la Red Latina Sin Fronteras

Por Wari

18/08/2009

Publicado en

Actualidad / Entrevistas / Pueblos

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Entrevista a Robbie Thorpe, activista social aborigen de la Tierra del Arco Iris -“Australia”-, realizada a comienzos de este año por Augusto Al Q’adi para la Red Latina Sin Fronteras.

Robbie Thorpe es del pueblo Krautungalung de la nación Gunnailos, dueños y guardianes originales del lago Tyers. Ha sido un activista comprometido en generar soluciones a la situación aborigen, y, en particular, ha sido un promotor de la idea de “Paguen la Renta”, una iniciativa indígena que proveería de recursos económicos a los pueblos aborígenes.

Robbie ha iniciado muchas acciones legales, en donde sostiene que se han cometido crímenes de genocidio contra los pueblos aborígenes, a través de la totalidad de la historia de colonización de Australia.

Me gustaría que digas lo que quieras. Quizás yo también tenga algunas preguntas para hacerte en tu calidad de persona aborigen, que está en la lucha contra el genocidio que afecta a esta tierra y a tu gente por más de 200 años.

Gracias por hacer esta entrevista de modo que podamos sacar el mensaje hacia fuera, hacia otras gentes y pueblos alrededor del mundo. Ahora le estamos peleando a los efectos del capitalismo, de la ocupación ilegal y del «negacionismo». Esto ha estado sucediendo por unos 200 años en esta tierra. Australia fue el último continente en ser colonizado. Para el tiempo en que los blancos llegaron aquí, ya sabían cómo tratar con los pueblos indígenas. La vasta mayoría de aborígenes ha desaparecido aquí y nosotros somos cerca del 1% de la población que alguna vez fue.

Hay un debate acerca de si ellos usaron la viruela sobre los aborígenes, y hay un montón de evidencia que apunta hacia el capitán James Cook, de la armada británica, conjuntamente con Jason Banks, quien había estado antes en Canadá, en el río Hudson y que había envenenado a las tribus indígenas allí con la viruela. Y Banks es la persona reconocida como la que creó la inoculación de la viruela con estos usos, conocida como la más mortal arma biológica de destrucción masiva en esos tiempos, y aún ahora.

Y después de los efectos de la viruela, cuando éstos comenzaban a desvanecerse, fue cuando la primera flota arribó, en 1788. La viruela había sido implementada ya durante los 20 años previos. Esto es praxis militar de la corona británica, de la armada naval británica, y así es como la población fue diezmada; una guerra secreta que sucedió en esta tierra. Los pueblos aborígenes fueron masacrados. Hubo un montón de combates; hubo muchas muertes en este país de las que la gente no se da cuenta. Éste no fue un país colonizado pacíficamente. Eso es una mentira.

«TERRA NULLIS» Y SOBERANÍA

Cuando el capitán Cook llegó aquí, afirmó que este país era «Terra Nullis». Ese es un rótulo en latín para definir una tierra sin ocupantes; yo estoy seguro que la estrategia era convertir a esta tierra en una tierra sin ocupantes, convertirla en un Terra Nullis, lo que significaba exterminar los pueblos aborígenes; y esto es lo que viene sucediendo por más de 200 años, hasta el así llamado famoso caso Mabo, donde esto de la Terra Nullis fue hecho legal. Y así es la primera vez que ellos reconocieron -sólo 15 años atrás- que en este país hubo gente en esta tierra antes de ellos. Estamos tratando con sociedades muy ignorantes y racistas aquí que están siendo adoctrinadas –por 200 años- en esta mentira de la Terra Nullis. En que los pueblos aborígenes no tenían valor, eran indignos y no tenían derechos; este es el tipo de mentalidad con la que Australia ha crecido.

En una forma mayoritaria los aborígenes aquí han pasado sus vidas en campos de concentración donde fueron muriendo. Los de ahora somos los sobrevivientes de aquellas masacres tempranas, de las epidemias de viruela y otras epidemias. Y entonces fue el tiempo de los misioneros, de seguir encargándose de «pacificar» el sitio de modo que muramos pacíficamente….

¿Estás hablando de misioneros cristianos?

Sí. Cristianos y otros. Misioneros del gobierno, grupos de apoyo, ese tipo de cosas, literalmente miles de ellos a través del rostro de este país, donde mantuvieron a miles de aborígenes como si fuéramos prisioneros en nuestra propia tierra. Nosotros hemos pasado generaciones enteras en esos lugares, donde nos despojaron de nuestra propia humanidad, nuestra cultura, nuestros lenguajes, de quienes éramos. Y tuvimos esos crímenes contra los derechos humanos cometidos en contra nuestra y nadie en este país quiere reconocer que eso nos ha estado sucediendo, por lo que es todavía doloroso, es todavía fresco, y por lo tanto todavía estamos sufriendo acerca de esa guerra no declarada que comenzó en 1770 desde los militares británicos.

Primero estuvo la doctrina del Terra Nullis y luego continuaron para probar que no había gente aquí y para ello era necesario exterminarlos a todos ustedes, y ya que ellos estaban tratando de borrar la identidad de los pueblos aborígenes y destruir su cultura, ¿como respondieron ustedes?

La verdad es siempre la primera víctima en una guerra. Y luego fue la destrucción de la cultura. No sólo destruyeron a los pueblos aborígenes sino que también destruyeron el medio ambiente. Por ejemplo, la tendencia a erradicar a los canguros. El canguro aquí era como el búfalo en América; era la carne que consumían los pueblos aborígenes. Había inmensas manadas de canguros.

Los aborígenes sabíamos cómo cultivar, cómo usar la tierra y eran maestros en esto. Y ahora los ocupantes de esta tierra se dan cuenta de que no eran tan buenos granjeros; están transformando la tierra en un desierto, de modo que tienen que mirar hacia atrás a ver cómo los pueblos aborígenes trataban con la tierra y cómo era mantenida y cómo nosotros siempre tuvimos un futuro como aborígenes a causa del modo como cuidábamos la tierra. Ahora los blancos la han destruido y la han hecho inútil. Hay aquí el ritmo de extinción más alto en la tierra, aquí en Australia, en relación a las especies y este índice alto se ha mantenido por 200 años ya.

Este sitio estaba bastante habitado, en un modo similar al que lo estaba el resto de la Tierra. No era Terra Nullis. Había gente aquí; nosotros tenemos conciencia de ello y somos reconocidos como una de las culturas más antiguas sobre la tierra, con un continuo grupo de práctica social guerrera y religiosa.

Nosotros fuimos unas sociedades completas. Éramos bastante materialistas, en el buen sentido de la palabra. Creíamos en lo que estaba allí, en la creación, soñamos acerca de la creación. Ley divina, básicamente. Pero los hombres blancos en el nombre de Dios los exterminaron y arrebataron sus tierras; los violaron. Y ese es el sitio en el que ahora estamos, y necesitamos algunos recursos. Necesitamos apoyo; necesitamos más gente que comprenda lo que está sucediendo.

Los políticos de Australia no nos representan, no me representan a mí. Los aborígenes no apoyamos la guerra en Irak, ni ninguna otra guerra que están desatando esos hombres blancos. Ninguno de ellos está hablando en representación de los aborígenes cuando lo hacen; sólo hablan en representación de esos crímenes. Yo no soy un ciudadano de Australia, ya tengo una identidad. Tengo la identidad de mi lenguaje; esta puede ser una razón por la que ellos hablan de hacer algunos tratados con los aborígenes pensando que esto hará finalizar esta guerra. Y así nosotros todavía estamos en esta situación en la que ellos están todavía cometiendo genocidio. No reconocen nuestra soberanía.

Nosotros tenemos el índice de mortalidad infantil más alto sobre la tierra; estamos sufriendo esta condición de salud de un «cuarto mundo». Estamos en uno de los países más ricos del mundo y somos sólo una pequeña población, y hay razones para que esto sea así. Nosotros los aborígenes somos gente capaz, pero no estamos pudiendo sobrevivir porque este sitio está lleno de opresión, que es sistémica, es el racismo institucionalizado. Australia es una institución del nazismo. Es la Sudáfrica del Pacífico.

Yo tengo mucho que decir acerca de la política, en particular acerca de la criminal corte de justicia internacional que enseña a la gente acerca de la persecución genocida. En los casos más grandes de genocidio nunca nos ayudaron. En los últimos 10 años estuvimos tratando de llevar adelante juicios contra el genocidio y tuvimos que hacerlo nosotros mismos con nuestra gente. Incluso desde otras asociaciones aborígenes tampoco pudieron encontrar apoyo porque todos requieren ser parte del gobierno… Y así nosotros queremos algo independiente, gente independiente, que son los únicos que pueden ayudarnos a hacer algo acerca del genocidio. Y después de 10 años de lucha en la maraña de la burocracia legal, finalmente obtuvimos una convención acerca del genocidio en este lugar.

Y en aquel encuentro se hablaba mucho acerca de aquello llamado el «black GST», él «GST negro» que según entiendo significa Genocidio Soberanía y Tratado. Me gustaría que nos hablaras un poco más acerca de lo que piensas sobre la soberanía y sobre el tratado, ¿qué enfatizas y como visualizar su futuro?

Soberanía para nosotros representa nuestra tierra y nuestra religión. Y esta tierra está bajo la soberanía de la gente aborigen, y eso no cambia ni puede cambiar a través de ningún arreglo o movida «legal» de la cultura ocupante. De hecho, todavía somos un pueblo soberano.

Los que ocupan este territorio no poseen ninguna documentación real que pruebe que esta tierra es de ellos. Sólo recientemente se han dado cuenta de que nosotros existimos. Trataron de borrar nuestra soberanía con el caso «Mabo», afirmando que la Corte Suprema de este país reconocería algunos derechos de los «nativos domésticos», y así han pervertido el curso de la justicia real porque no está en las manos de ellos determinar los derechos de nuestros pueblos; en ese punto sólo sucede la perversión.

Lo que sería bueno que suceda, y que está empezando a suceder, es que los blancos en este país pidan perdón por lo hecho, pidan un tratado digno con los pueblos a los que hicieron la guerra, de modo que nosotros podamos perdonar.

Nosotros los aborígenes tenemos que pararnos firmes en nuestra soberanía en esta tierra. Esta es nuestra y no la hemos entregado a nadie. La ocupación es ilegal y nosotros queremos una resolución a esto. Queremos simplemente el reconocimiento de nuestra soberanía. Y si no es así, entonces no nos están apoyando. Esto ha sido siempre el caso, no nos reconocen, no importamos.

Vemos que la gente blanca no puede relacionarse con esta tierra. Son todavía extranjeros en este país y es por ello que lo están destruyendo. Y al mismo tiempo se están destruyendo a sí mismos en el proceso; esto es una locura. No creerías el impresionante número de suicidios entre los jóvenes. Quizás puedan tener algunas comodidades, pero la están pasando duro; por ejemplo, ahora se les hace difícil en las vacaciones de verano porque no hay paz, no hay paz espiritual en esta tierra. Hasta que eso aparezca (y puede ocurrir si hacemos un tratado), no pueden sanarse heridas emocionales y sicológicas. Y aquí, así, no existe una ley común. Eso nunca sucedió aquí. Siempre fue simplemente la ley superior del hombre blanco.

LA LEY DE LOS PUEBLOS

¿Qué es lo que llamas la Ley de los pueblos aborígenes y como puede traer paz espiritual?

No puede haber paz espiritual mientras la tierra está siendo destruida. La tierra y la gente, la tierra y los pueblos son espiritualmente uno. Tienen que comprender esto en profundidad. Nosotros estamos conectados con la tierra, y la salud de la tierra también está relacionada con nuestra salud. Por ejemplo, si vives en un basurero, no serás tan saludable como alguien que vive cerca de una hermosa playa con agua clara y limpia. Serán dos diferentes modos de salud. En un lado estarán enfermos y en el otro ambiente saludables. Así, si la tierra no está saludable, la gente no lo está. Ya sean ellos blancos o negros, no estarán saludables.

La ley de los pueblos aborígenes es cuidar la tierra y mantenerla sana. Nosotros vemos a la tierra como una entidad viviente. La tierra está viva; es nuestra madre. La tierra nos da lo que necesitamos. Nosotros cuidamos la tierra, la tierra nos cuida. Y esto fue mantenido en nuestra cultura. Esta es nuestra ley. Es así como fue transmitida desde el «Tiempo del Soñar» (Dreamtime). La gente no hizo esas leyes; fueron transmitidas a nosotros por nuestros creadores. Esto es lo que la gente decía en su ley. No era una ley hecha por los hombres, tampoco por las mujeres, era su propia ley.

Y nosotros estábamos viviendo así cuando los blancos llegaron aquí, y queremos que vuelva a ser así. Queremos que vuelva a ser así porque la ley del hombre blanco no es superior, no es civilizada. Es una ley bárbara y deshumanizante. Están destruyendo todo con ellos. Están envenenando la tierra en su totalidad. Y ahora es el tiempo de retornar a la ley aborigen. Y nosotros podemos enseñarles acerca de cómo hacerlo. Podemos enseñar acerca de nuestra propia esencia espiritual que habita en cada uno. Sabemos que está aquí.

La tierra es el lugar sagrado, es el templo, donde la conexión real de y entre la gente habita: la Tierra es el reino espiritual. Estamos todos conectados, todos nosotros estamos conectados con esta tierra ya sea que lo sepas o no; nuestro bienestar está unido con el de la tierra. Si la tierra no es saludable, nos enfermaremos. Nuestra gente recibió una responsabilidad de ser custodios y guardianes, de cuidar el territorio. Era nuestro trabajo cuidar esta tierra con todo: plantas, canguros, pájaros, peces. Todos y cada uno teníamos nuestro trabajo. Eso era nuestra ley. Teníamos que hacer esos trabajos de modo que nuestra tierra estuviera sana. Y si no haces eso, entonces estás acabado.

Estamos aquí para comportarnos como reales seres humanos. Hay una cierta edad en la que dejas de ser un niño y te vuelves un adulto responsable. Esto es llamado el proceso de iniciación. Caminas hacia fuera del sitio en el que eres un niño y entonces se te dan responsabilidades, y en ese momento, respondes a la ley.
En el libro del hombre blanco la ley es sólo para unos pocos y selectos que la dictan y luego le dicen a todos los demás cómo son las cosas y cómo será la guerra. En la sociedad aborigen la ley era conocida por todos, exceptuando algunos aspectos sagrados de esa que estaban a un nivel elevado, hombres y mujeres altamente espirituales que habían subido muy alto en la ley, pero la población en su totalidad conocía la ley.

Tú estabas hablando acerca del color de su piel sino de cierta actitud hacia la tierra y hacia la cultura. He encontrado unos cuantos aborígenes en mi propia tierra a los que fácilmente puedo llamar «blancos» por que no tienen ya más su cultura, no respetan la tierra, ¿sería esto de lo que estás hablando?

«Gavas». Usamos esa palabra para la gente blanca como aquellos de los que hablas. Ustedes les llaman «gringos». «Gava» de «gavament» (Government), de “gobierno”. Es por el gobierno, donde son todos blancos. No sé por qué. Es simplemente del color que tienen. Y ciertamente no lo digo de un modo racista.
Puedo hablar más sobre la palabra «Gavaman»; nosotros somos simplemente negros «Abas» (por ab-origen) en los medios de comunicación de ellos.

Estamos siendo destruidos en su genocidio. No podemos ser negligentes acerca de esto, menos aún dejarlo pasar. Dile eso a esa madre allí cuyos 10 niños pequeños están mal alimentados, violados y asesinados. Hablemos con ella.

GENOCIDIO Y RESISTENCIA

Tengo la impresión de que la cultura dominante y el poder critican las rabias de los pueblos y personas que son rebeldes y están luchando por su dignidad, y esas rabias surgen de la injusticia, del hambre, de la opresión. Su rabia no puede ser criticada. Pero también creo que se puede volver un problema, y así recuerdo que en el encuentro que tuvimos aquí en el «día de la invasión» había una mujer, una hermana de tu grupo que estaba hablando acerca de la ira y la necesidad de enfocarla para que no se vuelva una fuerza destructiva adentro de la misma comunidad.

La ira puede destruirte a ti mismo más rápido que cualquier otro, que cualquier otra cosa. Yo sé cómo usar mi enojo. Sé cómo hacerlo porque se cómo enfocarlo y usarlo. Nosotros nos estamos moviendo más allá de la ira y queremos adentrarnos en la cuestión real de la ley, la guerra en esta tierra y territorio. Hablamos de la ley espiritual. Hemos tenido ya revoluciones, violencia, y ahora es el tiempo para una revolución espiritual. Nos asentamos en la verdad, y así nuestra gente tiene poder. La verdad es un arma. Y nuestros opresores se están destruyendo a sí mismos por el modo en que viven. Tenemos que hablar individualmente con las personas, este genocidio ha estado sucediendo entre la gente, no solamente aquí sino también por ejemplo en América. Gente tratando de invadir y ocupar las tierras de otros pueblos y luego tratando de dictarles lo que deben hacer.

La última vez que estuvimos aquí me dijiste algo así como: «yo tengo 10.000 lanzas y ningún guerrero». Me gustó esa frase… ¿cómo ves a esta guerra?, y si puedes contarme algo acerca del pasado, ¿cómo los pueblos aborígenes aquí resistieron la invasión?, porque estoy plenamente seguro de que deben haber habido batallas y luchas en estos territorios.

El territorio de Victoria, por ejemplo, está lleno de campos de batalla, sitios y masacres. Hay probablemente más sitios de masacres aquí en Victoria de los que hay, por ejemplo, en Camboya. Está empedrado con los huesos de nuestra gente aborigen. La totalidad de este país lo está en forma similar. Nosotros combatimos no sólo hasta el último hombre; fue el último niño el que estaba arrojando lanzas en el campo de batalla del lado de nuestra gente. Todos los guerreros murieron en el campo de batalla, no había escape.

Y nosotros sabíamos cómo resistir porque conocíamos esta tierra. Los ocupantes aún ahora no han llegado a algunos lugares de esta tierra. Hay lugares que todavía no han sido descubiertos, que están bajo tierra. Y así nuestra gente fue capaz de sobrevivir haciendo aquello que no era un ataque real sobre los blancos. Nosotros estamos tratando de sobrevivir, y esto es una carrera contra la desaparición. Del otro bando tienes cazadores, perros, la armada, fuerzas policiales y fusiles que estaban diseñados para matar búfalos, y así estaban preparados y dispuestos para cazar todo aquello que se mueve, y cualquier cosa negra allí afuera que estuviera moviéndose, la mataban. Cortaban las cabezas, y luego los reducían a piezas.

¿De qué años estamos hablando aproximadamente?

Alrededor de 1840. Al comienzo no hubo resistencia aborigen en absoluto. La gente que sobrevivió terminó en esos lugares llamados reservas, verdaderos campos de concentración, donde nuestros hermanos y hermanas simplemente morían. Hubo entre 30 y 40 campos de concentración solamente en el estado de Victoria, y había todavía uno en el 1900. En el 1900 había una reserva todavía y había menos de 1.000 aborígenes vivos en ese momento, y ya eran personas aborígenes de sangre mezclada. Y de 750, había 225 aborígenes completos vivos. Sólo 225 espíritus. Ves cómo el estado de Victoria es tan abundante, y, sin embargo, tiene la población más pequeña de aborígenes.

Estuvimos en el borde de la aniquilación por genocidio durante bastante tiempo. Hay lenguajes que ya han desaparecido del aire de esta tierra. Un lenguaje cada año muere en Australia, y quizás más en estos tiempos. Todavía todo está desapareciendo. Y ellos no están haciendo nada acerca de esto, y, así, la guerra no ha finalizado; la guerra que comenzó en 1770, todavía no terminó, no hemos vivido el fin de esta guerra. Ninguna ceremonia oficial dijo que la guerra terminó, simplemente porque ellos dicen que no hubo ni hay tal guerra, que fue un asentamiento pacífico.

Dicen que no había gente ni pueblos aquí, por lo tanto no podían declarar una guerra sobre una raza no existente, sobre pueblos no existentes, y han tenido que escribir nuestra historia sin hacer figurar la guerra que sucedió. Durante los primeros días en la invasión de Sidney y la invasión de las colonias, se tuvieron los primeros 30 ó 40 años con guerras viciosas, en la que más y más soldados ingleses estaban matando gente aborigen, más de los que murieron en la Segunda Guerra Mundial.

Y hubo varios momentos en los que pensaron cancelar esto porque simplemente no podían matar a todos los aborígenes, y cosas similares estaban sucediendo alrededor de todo el país en los lugares que trataban de invadir. En un momento aquí en el estado de Victoria, habían ganado control de un radio de 200 millas de tierra en Pórtland y pensaron que habían barrido con la mayoría de la resistencia aborigen, pero luego de esto un número sustancial de blancos murieron a causa de ella. Y los aborígenes retornaron. La cosa se dio vuelta porque había entonces armas más sofisticadas, y además usaron venenos. Usaron sobre nosotros todo lo que pudieron.

Y aún así no podrían derrotar a la resistencia aborigen hasta que desarrollaron un tipo especial de policía. Esto es, tomaban hombres jóvenes aborígenes, masacraban a su gente y robaban a los jóvenes, los iniciaban y entrenaban del modo blanco de hacer las cosas, y los desorientaban, deshumanizaban, y los institucionalizaban, les daban los uniformes, y los palos y las armas. Les daban poder con los caballos, el uniforme y un rifle poderoso, y así los enviaban al territorio de modo que pudieran de-culturizar a los aborígenes. Ellos hablaban el lenguaje, tenían un montón de comprensión de la cultura, sabían con quienes estaban, y fue todo muy terrible y doloroso. Y así los miembros de esta policía venían armados con las armas del hombre blanco, los venenos, los rifles, y todo lo demás, y, a través de esto, fueron capaces de derrotar la resistencia aborigen.

Pero podemos decir que esta resistencia todavía está aquí; hay gente aborigen que continúa acusando efectivamente al gobierno de genocidio. Esto que te dije es sólo un ejemplo de cómo el genocidio sucedió y sigue sucediendo. Uno de los modos en que institucionalizaron el genocidio de los aborígenes fue a través de la negación, negación psicológica de los aborígenes, negación de los modos y las formas. Y así institucionalizaron, “constitucionalizaron” el genocidio y esto entró en todos los aspectos de la sociedad australiana en los últimos 300 años.

La idea era hacer creer que no había racismo en absoluto, y que se apreciaba a los aborígenes, pero esta sociedad todavía tiene una base profundamente racista en sus ideas, que provienen de la negación de los pueblos aborígenes y de sus derechos humanos. Parte de la guerra es mantener a los aborígenes y los no-aborígenes separados; había una ley que decía que cualquier persona blanca o inglés que se asociara con gente aborigen sería castigado.

¿Dices que la resistencia todavía está sucediendo y es fuerte?

Todavía, muy fuerte. Conozco a muchos aborígenes que pueden decir lo mismo. Con cada uno de nosotros, que no se asimila, la resistencia continúa. Aunque fuimos forzados a no resistir como un modo de que no nos arrebaten a nuestros niños.

Es muy revelador lo que dijiste acerca de la policía de aborígenes… cooptar a tu propia gente e incorporarla al sistema represivo y opresivo.

Cuando llegaron aquí, los aborígenes fueron diezmados, cuando los primeros civiles blancos llegaron, después de los militares. Y entonces habría pequeños grupos de aborígenes que sobrevivían y vivían, y fueron usados y abusados y varios de lo que hicieron esto eran también aborígenes negros. Esa policía de negros, eran unos de nosotros. El gobierno actúa dándole a un grupo de aborígenes dinero y quitándoselo a otros, creando división, destruyendo este país.

LA TIERRA ES EL MENSAJERO

Las culturas dominantes dividen a las naciones originarias de modo que estén unas contra otras, y es ese modo con el que ganan los territorios y las guerras. ¿Como crear esa unidad entre la gente de los pueblos aborígenes, de modo de poder crear un frente de lucha activo y efectivo?

Ciertamente nuestras gentes han sido enfrentadas entre sí por los hombres blancos. Tenemos la necesidad de hacer acuerdos, un tratado entre nosotros mismos, en el campo de los aborígenes. Como dices, dividen a los aborígenes y los hacen que se maten unos a otros. Nosotros queremos sanar, curar eso. Tenemos una razón poderosa para reconciliarnos entre nosotros. Quiero decir la tierra, la tierra espiritual, la conexión espiritual. Es allí donde puede suceder ese acuerdo o tratado; no con los estados o con las Naciones Unidas. Allí sólo hay corrupción.

Tenemos que ir al lugar donde estuvimos, colocar a la tierra en el sitio en el que alguna vez estuvo, donde está la vida. Podemos enseñar acerca de la espiritualidad, como ser un ser humano completo, enseñar acerca de eso de modo que puedas mostrar tu potencial completo como un ser humano. Alcanzar una unidad espiritual. Y esto tiene que venir y retornar de y hacia la tierra. Y necesitamos ese trabajo de base, volver a estar juntos, al nivel básico de los pueblos tribales, teniendo tratados y acuerdos entre ellos.

Nosotros tenemos un Círculo Sagrado de Acuerdos, abierto a todos. Es allí donde la restauración de la tierra está sucediendo.

Cuando se habla de reconciliación es sólo una basura para justificar la ocupación de nuestra tierra. A esta cuestión de la reconciliación la están empujando sobre nosotros, y ya hemos tenido suficiente basura. Ahora estamos buscando algo distinto.

Aborígenes de América, aborígenes de todas las tierras y alrededor del mundo, los pueblos originarios pensamos de modo similar.

¿Qué puedes decirme acerca de la resistencia?

A través de las artes, a través de la educación, fundamentalmente a través de la comunidad. A través de todo ello enseñamos la ley.

Los pueblos aborígenes, los pueblos indígenas y la ley de la tierra van a triunfar porque no hay otro horizonte de vida; pero, por el otro lado, el enemigo está pensando en esto y su ritmo de destrucción se acelera más y más. No tengo la respuesta para esto. ¿Cómo te sientes acerca de esta cuestión del tiempo?
Ahora conocemos sus tormentas. Los hemos visto moverse y todavía estamos aquí parados y en algún sentido más fuerte que nunca. No estamos aquí queriendo cambiarlos, simplemente estamos diciendo que tienen que cuidar a la tierra. La tierra es el mensajero.

Primero llegaron los militares, luego los misioneros arribaron para completar el trabajo, y he escuchado que parte de la resistencia para tus hermanos y hermanas aborígenes de aquí es recuperar y reclamar la propia espiritualidad, porque si no ustedes estarán viviendo una vida diferente…

Eso es algo que no se asentó entre los aborígenes, lo que tenemos que hacer es creer en nosotros mismos, sentir la fortaleza en nosotros mismos. Hay un montón de tesoros en esa área ahora. Les tomó un largo tiempo tratar de romper el espíritu de nuestro pueblo, y, ¿qué es lo que querían? Hacer nada del hombre negro, que el aborigen sea igual a nada.

¿Alrededor de qué año comenzaron los aborígenes a ser considerados seres humanos en este país?

En 1967 pudimos votar. ¿Por qué querríamos votar a uno de ellos? Y así nos dan la opción de ser blancos, de volvernos “ciudadanos australianos”, a la mayoría de nuestros aborígenes. Tratan de concentrarse en los aborígenes más jóvenes, porque siempre están tratando de separar las generaciones. «Los viejos son malos, beben demasiado»…

EL TIEMPO DE SOÑAR

El «Tiempo del Soñar» (Dreamtime) es un término que es muy difícil de traducir al castellano y así me gustaría que nos lo expliques, y ¿cuál es el rol de éste en la resistencia, aquí y ahora?

El “tiempo de soñar” es lo que ha pasado en el comienzo y cómo las cosas han sido transmitidas desde el comienzo a nuestra gente. Las guerras y las resistencias ocurrieron y ocurren en el tiempo del soñar, y es también el modo en que las cosas van a ser en el futuro. Así, es el fin del fin, pero aún así no sabemos qué es lo que va a suceder. Tratamos de defender la tierra y nuestra religión, pero hay cosas que no están en nuestras manos. Hay similitudes entre lo que nosotros llamamos “tiempo de soñar” y el modo en el que los pueblos indígenas de Sudamérica lo llaman.

Hay algo llamado el «Gran Espíritu», lo que nosotros llamamos Abya Yala, la Tierra Primal, lo que es básicamente el mismo concepto. No sólo la tierra de afuera, el país, sino también la tierra interior de los pueblos, y el viaje espiritual de la gente de la tierra. Uno de los pueblos primales de nuestra tierra se llama Mapuche; mapu significa tierra, y así el nombre significa Gente de la Tierra. Me parece similar a lo que estás diciendo.

No es diferente a lo que decimos nosotros. Ustedes hablan diferentes lenguajes, y viven en diferentes sitios, y nuestras culturas son formadas por los sitios en los que vivimos. Es así como somos nosotros, y ustedes son nuestros hermanos y hermanas allí. Ellos son gente de la tierra, nosotros sabemos y respetamos eso. Es por ello que nos relacionamos unos con otros. No importa a qué lugar del mundo vayamos, siempre hay algo que nos conecta. No estamos separados en nuestro sitio terreno, nuestra conexión espiritual con la tierra. Cuando naces, naces en un tiempo de estrellas, y en el cielo hay un particular diseño de estrellas, y eso conjuntamente con la tierra influencia en quién y cómo eres. Está todo en la tierra, y está en todas las estrellas también, es la misma cosa. Eso es parte del “tiempo de soñar”, que nos enseña todo. Esta es la historia del “tiempo de soñar”, del comienzo. Sucede cuando éramos parte de la tierra, cuando había completa oscuridad, sin luz. Y surgió el primer sol, el primer amanecer… las historias del “tiempo del soñar”.

Es esta religión de resistencia a la que están tratando de detener y pervertir. Cuando los hombres blancos, los «Gava», llegaron a esta tierra, desataron una «guerra santa»; algunos misioneros blancos estuvieron tan impresionados con los aborígenes que se pasaron a nuestra religión. Uno de ellos dijo que había venido a darle alimento a los aborígenes acerca de Dios, pero “ellos fueron los que me enseñaron a mí acerca de Dios.” Nuestros pueblos eran muy saludables antes de la ocupación, teníamos espacios de salud, una calidad de vida sobresaliente en este planeta. Nuestro día de trabajo era simplemente de dos horas por día… y era más que suficiente.

Imaginemos una situación ideal en la cual en esta habitación tengamos a todos los rebeldes sociales del mundo, y tengamos a todas las diferentes tribus aborígenes de la tierra, de todos los tiempos, y que estamos todos sentados aquí; todos nuestros oídos están abiertos, escuchándote. ¿Qué es lo que dirías en una situación como esa?

(…)

Robbie, hiciste el signo del silencio, que por supuesto no aparecerá en esta entrevista, porque está escrita. Y así creo que lo que quisiste transmitir es que si todos nosotros estuviéramos en este cuarto nos mantendremos en silencio porque comprendemos el corazón y comprendemos el futuro.

Así es, conoces mi corazón, y también quiero decir con ello que cerraría mi boca, atendería a la sabiduría y simplemente observaría.

por Augusto Al Q’adi

Red Latina Sin Fronteras

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