Saludos en el Día Internacional de la Mujer

Varios textos han llegado a nuestra casilla de correo electrónico (contacto@elciudadano

Por Wari

08/03/2010

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Varios textos han llegado a nuestra casilla de correo electrónico ([email protected]) entregando mensajes de apoyo a la lucha por la emancipación femenina. Publicamos a continuación algunos de ellos.

A TI MUJER

El 8 de marzo de cada año, se conmemora en todo el mundo el Día Internacional de la Mujer. En esta fecha se recuerda a quienes fueron pioneras en la demanda por igualdad de derechos y oportunidades. A todas y cada una de las que dieron su vida en la demanda de igual trato, igual remuneración por trabajo igual, derecho a voto, igualdad de oportunidades.

Nadie podrá negar los avances logrados en estos años, pero sería mentir si se dijera que todas las demandas y aspiraciones de la mujer han sido satisfechas.

El solo saber que en Chile, en aquellas empresas con menos de 20 trabajadoras, no existe el derecho a la sala cuna, habla de una discriminación que no se puede seguir tolerando, discriminación que ha sido avalada, silenciada, por los mismos que rinden homenajes a la mujer trabajadora.

Rechazamos el intento de querer trasformar este día internacional en una fiesta sin sentido, como si los problemas que afectan a las mujeres se arreglaran con flores, cenas y happy hour.

Hoy más que nunca creemos que la mujer debe asumir un compromiso consigo misma, con sus compañeros de trabajo, con su familia. Trabajar sin descanso por terminar con los abusos, avanzar a la construcción de una sociedad mejor.

La mujer tiene un rol fundamental en esta pelea liberadora. Debe incorporarse a las organizaciones sindicales, sociales y políticas -todas herramientas fundamentales cuando son independientes, autónomas y dirigidas por el pueblo- para luchar por lograr esa sociedad digna y justa a la que aspiramos.

Junto con saludarlas fraternalmente en una fecha tan importante, las invitamos a dar el paso necesario para
transformarse en constructoras del futuro.

Manuel Ahumada Lillo

Presidente C.G.T

CONMEMORANDO LOS 100 AÑOS DEL DIA INTERNACIONAL DE LAS MUJERES

Este 8 de Marzo conmemoramos nuestra fecha más emblemática: el Día Internacional de la Mujer, acordado hace 100 años en homenaje a miles de trabajadoras que dieron la vida luchando por sus derechos. Como todos los años, las mujeres de Chile y del  mundo, conmemoramos el Día Internacional de la Mujer en un 8  de Marzo, día en que reflexionamos, evaluamos y proyectamos nuestro quehacer en torno a nuestros derechos, algunos de ellos ya conquistados y otros aún por conquistar, todos los cuales son el requisito para construir una sociedad distinta: humana, igualitaria, justa y solidaria.

Hoy abrazamos a nuestras hermanas chilenas e inmigrantes que han sufrido el embate de un terremoto y tsunami devastadores, con miles de víctimas, daños materiales, fallas en servicios básicos como electricidad y agua potable, escasez de alimentos, colapso de carreteras y sistemas de comunicación, etc. Como ha ocurrido históricamente en emergencias, las mujeres no sólo han sido las más afectadas sino también las que asumirán, en medio de la precariedad, la reconstrucción de sus estructuras comunitarias y familiares.

Esta tragedia ha puesto en evidencia las perversiones de un modelo de desarrollo que ha permitido la precarización creciente de los servicios públicos, en tanto que el mercado se instala avasallando con su poder económico y político, el que, sin embargo, muestra pies de barro: edificios recién construidos hoy en el suelo, empresas inmobiliarias que no responden, compañías de telefonía que no funcionan, tendidos eléctricos que no se reponen, son la mejor muestra de un abuso de poder que se impone sin contrapeso.

Y la sociedad chilena, segmentada fuertemente entre privilegiados y marginados, entre sujetos de derechos y excluidos, entre vigilantes y vigilados, entre dominadores y dominados, asiste hoy a una serie de explosiones sociales que los medios se han encargado de estereotipar sólo como hechos delictuales, sin profundizar en sus causas estructurales.

Asimismo, en nuestro país se está instalando en el gobierno el sector derechista, quienes se han caracterizado por su oposición a los cambios que necesitamos las mujeres para vivir en igualdad. Las mujeres trabajadoras remuneradas enfrentamos inequidades salariales, segregación laboral, isapres que asignan cobros más altos a nuestro útero cuando es fértil, flexibilización laboral, todas las cuales son discriminaciones que nos siguen empobreciendo.

A esto se sumarán las vulneraciones a nuestros derechos sexuales y reproductivos, como la distribución gratuita de la Píldora Anticonceptiva de Emergencia, el derecho al aborto, a una educación sexual de calidad y el cuestionamiento a nuestro derecho al pre y post natal, entre otros. Exigimos la ratificación del Protocolo Facultativo de la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación de la Mujer (CEDAW) y una Asamblea Constituyente para una nueva Constitución, sólo de esta forma garantizaremos nuestros derechos.

Hoy decimos ¡basta! En el siglo 21, nos erigimos, una vez más, como fuerza social articulada, reafirmando nuestra lucha contra el patriarcado, los fundamentalismos y dictaduras morales, y contra el modelo de desarrollo neoliberal que en las últimas décadas ha sido administrado con eficiencia y prolijidad por los gobiernos de turno. Más aún, con la instalación de la derecha política y del empresariado en los centros de poder, con Sebastián Piñera a la cabeza, sus efectos perversos seguirán agudizándose e imponiendo sus mayores costos sobre la clase trabajadora y la población en general.

Creemos que más que siempre, el movimiento de mujeres y feminista debe ser un movimiento unitario y transgresor, en cada una de las regiones de nuestro país,  rescatando nuestra historia de lucha y emancipación que hoy cumple 100 años; que nos dé fuerza no sólo para contrarrestar los posibles retrocesos que pudieran imponerse en este período, sino sobretodo para continuar avanzando en nuestras aspiraciones que incluyen un cambio por una sociedad más democrática y justa, donde se eliminen las relaciones patriarcales entre hombres y mujeres.

Todo lo anterior no será posible sin nuestro compromiso, como mujeres trabajadoras y como movimiento de mujeres y  feministas, seguiremos luchando sin transar, pues los derechos ganados se defienden y los derechos pendientes se exigen!!

¡¡¡ MUJERES A ORGANIZARNOS!!!

TODOS NUESTROS DERECHOS, AHORA Y SIEMPRE

Los derechos ganados se defienden, los derechos pendientes se exigen

Convoca: Movimiento social de mujeres y feministas, mujeres trabajadoras renumeradas y trabajadoras dueñas de casa, agrupadas en la

COORDINADORA 8 DE MARZO REGIÓN DE VALPARAÍSO

Como cada 8 de marzo conmemoramos el día internacional de la mujer trabajadora. Y me parece justo,  si es que existe la justicia,  detenernos un minuto a pensar.

En mi país mueren anualmente decenas de mujeres por la violencia ciega de  hombres frustrados.  Son tantas mujeres asesinadas que periodistas ociosos se dan el trabajo de llevar la cuenta, ya tienen estadísticas. Pero… cuántas muertes de mujeres se detienen con las estadísticas…?

En mi país las mujeres ganan menos que los hombres, son castigadas a la hora de jubilar,  pueden  ser elegidas presidente de la republica pero no pueden cuidar a sus hijos hasta los dos años, no gozan de fuero laboral si la empresa pierde la licitación…

En mi país piden trabajadores voluntarios para arreglar la casa del patrón.

Y en este país injusto quiero, este día, dedicar unas palabras amables a las representantes del «sexo débil»… y que curioso, conozco a varias que son capaces de sacar adelante una casa,  salir al alba a trabajar, con la incertidumbre de no  saber si cuidarán bien, como lo harían ellas, de sus hijos.

En este día, bien estaría detenerse  un momento para saludar a cada mujer que pase por nuestro lado. FELIZ DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA…

En mi país la mujer exitosa no existe,
la vida de carestía  esta llena de hambre,
sueños azotados,
tacones rotos.

A quién debo escribir yo entonces?
a quién  debo arrojar los  pétalos de  mis palabras  a sus pies hinchados,
elevar gigantescas sus cualidades,
quitar de su frente  las toscas espinas,
bajarla de la cruz para que muera en mis brazos,
a quién pintaré de colores sus atardeceres?

Yo me quedo con la mujer  hermana,
la mujer amante,
la mujer que vive,
la mujer que sufre como la que me parió ayer.

Yo me quedo con la mujer idéntica a mis padecimientos,
mujer hermana del mismo yugo,
mujer víctima de la misma explotación.

Pero  que mis pétalos soñadores e  improvisados los dedique a ellas no puede ser coincidencia,
como serlo si al igual que ellas  vivo con los bolsillos  cuarteados,
si yo también sueño en blanco y negro,
yo también tengo la incertidumbre de qué será de mí…

IVES JARA
Obrero

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