Marwan Abed-Al, integrante del Buró Político del FPLP:

“Sin que se asegure los derechos del pueblo palestino es imposible tener paz, estabilidad y seguridad regional”

Una de las conclusiones políticas más claras que nos entrega hasta el momento esta guerra es que sin que se asegure los derechos del pueblo palestino es imposible tener paz, estabilidad y seguridad regional. Todo esto depende de que se alcance una solución justa a la cuestión palestina.

Por Felipe Ramírez

El ataque que Hamas inició el 7 de octubre desde la Franja de Gaza contra el sur de Israel, que cobró la vida de 1.400 israelíes e incluyó el rapto de más de 200 personas, y la contraofensiva israelí que hasta el momento acumula más de 6.500 víctimas civiles en la Franja de Gaza, han hecho saltar sangrientamente por los aires la ilusión de que el conflicto palestino se encontraba “en el congelador” y relativamente bajo control.

Justo cuando se conmemoraban 30 años de los acuerdos de Oslo y 50 del inicio de la Guerra del Yom Kipur, y cuando Israel se aprestaba a firmar un nuevo acuerdo de normalización de relaciones con un país árabe -en esta oportunidad Arabia Saudí-, la ofensiva palestina puso sobre la mesa, de manera brutal y sangrienta, el conflicto y su demanda por un Estado independiente, el drama que se vive cotidianamente en la Franja de Gaza, en la Cisjordania ocupada, y en los campos de refugiados.

Hace pocos meses, en esta misma revista, el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) alertaba en un ensayo que la situación se acercaba a un momento explosivo, al elevarse continuamente la tensión debido a los abusos cometidos por las fuerzas de ocupación israelí.

A más de dos semanas del inicio de la guerra, y con el telón de fondo de un inmisericorde bombardeo a dos millones y medio de civiles palestinos, publicamos dos entrevistas a Marwan Abed Al, integrante del Buró Político del FPLP y al Secretario General del Partido Comunista de Israel, quienes entregan su visión sobre la dramática situación.

-La prensa internacional describe la denominada “operación diluvio de Al-Aqsa” como una operación militar de Hamas, pero entendemos que hay otras facciones palestinas participando en ella. ¿Qué puedes decirnos sobre eso?

-La Operación “Diluvio de Al-Aqsa”, en términos de preparación, tiempo y ejecución, fue lanzada por las Brigadas Al-Qassam, la sección militar del movimiento Hamas, y luego participaron las otras facciones palestinas en Gaza en la madrugada del sábado, 7 de octubre, de 2023, es por eso que es considerada una batalla de todo el pueblo palestino y todas sus facciones. En ese sentido, ha permitido recuperar la realidad del conflicto en su dimensión nacional de liberación para un pueblo que sufre una ocupación, y por esto, fue una expresión de la voluntad del pueblo palestino de liberar su tierra, de no permitir que se violen sus derechos nacionales y de disuadir la agresión continua del ejército israelí y la matanza diaria de los civiles palestinos.

-¿Cuáles son los objetivos políticos de esta operación?

-El objetivo es llevar el enfrentamiento con Israel hasta un cierto equilibrio a través de mensajes serios y creíbles de que la injusta situación que vive el pueblo palestino no puede continuar. Hubo unas advertencias anteriores a esta explosión, como resultado de lo que está sucediendo todos los días en contra del pueblo palestino en Gaza, Cisjordania y en todas partes, especialmente 30 años después de los acuerdos de Oslo, que finalmente sólo sirvieron al proyecto colonial de la ocupación israelí, que se vio fortalecido por el progresivo avance del proyecto de anexión de Cisjordania que ahora adoptó [Bezalel] Smotrich.

Esta anexión solapada de los territorios ocupados se basa en el despojo y el desplazamiento de la población palestina, al tiempo que se completa la judaización de Jerusalén y se allana el camino para la eliminación de los lugares sagrados nacionales, especialmente la Mezquita de Al-Aqsa, a favor del llamado “Tercer Templo”, como parte de la guerra religiosa lanzada por ese gobierno extremista.

Esto ha sido respaldado en el último tiempo por la administración Biden, que ha dado prioridad al fortalecimiento de la normalización de las relaciones árabe-israelí, dejando de lado los derechos nacionales palestinos y limitándose a abordar la cuestión desde una perspectiva humanitaria basada en lo que llaman la paz económica.

La orientación del gobierno extremista-religioso y sionista es acabar con el conflicto implementando una política de asesinar a los líderes de la resistencia y restringir a los prisioneros políticos, junto con asaltar las ciudades palestinas en Cisjordania, como ha ocurrido en Jericó, Nablus y Jenin. A esto se suman las restricciones impuestas a los palestinos dentro de los territorios ubicados dentro de los límites de 1948, y el apoyo y fomento de las acciones violentas y terroristas de los colonos en Huwwara y otras ciudades. Así, entre enero y agosto de 2023, 172 palestinos fueron martirizados, 7.372 resultaron heridos y 780 viviendas fueron demolidas en Cisjordania.

-En esa línea ¿Qué está pasando ahora con los palestinos en Cisjordania y los campos de refugiados en los países árabes? ¿Cuál es su posición sobre la guerra?

-Después de que el gobierno israelí declaró la guerra quiso aprovechar la situación para terminar el conflicto arrasando la tierra, realizando masacres y un genocidio que pretende implementar una limpieza étnica en la Franja de Gaza. De esta forma se develó la naturaleza criminal y racista de la entidad sionista como herramienta colonial funcional, adoptada por el Occidente colonial.

Hoy vemos una flagrante violación del derecho internacional y humanitario y una falta de respeto a las normas de la guerra, a los Convenios de Ginebra y otras, al lanzar toneladas de bombas y realizar bombardeos sistemáticos y devastadores, despedazando los cuerpos de los civiles, mujeres y niños, con atrocidades que nos recuerdan las escenas de devastación de la Segunda Guerra Mundial o de la ciudad japonesa de Hiroshima, donde se despliega todo el arsenal militar e ideológico de Occidente, con una campaña sin precedentes para promover la narrativa israelí. Este consenso racista no ha sido simplemente un prejuicio mediático, sino que ha estado acompañado de una campaña de represión policial sin precedentes en los países occidentales contra quienes han manifestado su solidaridad con la causa palestina.

Ante todo ello es indispensable denunciar los crímenes que se están cometiendo contra nuestro pueblo, apoyando su resistencia con una campaña internacional para proporcionar ayuda médica y alimentaria a la Franja de Gaza.

-¿Cuál es la situación de la Autoridad Palestina? Vimos que en los meses anteriores no pudo detener los ataques del ejército israelí y de los colonos contra aldeas y ciudades palestinas en Cisjordania.

-Se esperan repercusiones importantes para el futuro de la cuestión palestina en general y de la Autoridad Palestina (AP) en particular. Estamos en frente de una fase nueva e importante del conflicto, pero es demasiado temprano para anticipar el panorama completo de los resultados de esa batalla, que continúa hasta el momento.

Sin embargo, es posible, leyendo algunos indicadores preliminares, entender que el gobierno sionista quiere finalizar la limpieza étnica de la Franja de Gaza con una transferencia masiva de la población palestina y la destrucción de la infraestructura civil en toda la zona, y ahí simplemente quieren que la AP sea un sirviente de sus intereses. Ante eso, la Autoridad Palestina ha ido viendo cómo su posición se va erosionando de manera permanente en Cisjordania porque está restringida por una serie de acuerdos económicos y de seguridad que terminan convirtiéndola en rehén de la ocupación.

Lo que se requiere hoy de la Autoridad Palestina es que cumpla con sus obligaciones y desempeñe un papel diplomático en la guerra mediática y psicológica que se está librando contra la resistencia para demonizarla. Tiene que explicar que esta guerra es una batalla contra todos los palestinos, y debe trabajar para exponer esas mentiras ante la opinión pública internacional.

-Tomando en consideración los sucesos de los últimos años ¿Es todavía posible pensar en una solución de dos Estados en Palestina?

-Una de las conclusiones políticas más claras que nos entrega hasta el momento esta guerra es que sin que se asegure los derechos del pueblo palestino es imposible tener paz, estabilidad y seguridad regional. Todo esto depende de que se alcance una solución justa a la cuestión palestina, y ahí somos claros al decir que la propuesta de una solución basada en la creación de dos Estados fue utilizada como una mentira internacional para cubrir los planes israelíes de terminar el conflicto con la liquidación de la cuestión palestina. Por lo tanto, lo mejor para nosotros, para la región y el mundo, es la eliminación de la ocupación, la autodeterminación, el regreso de los refugiados y el establecimiento de un Estado palestino libre, democrático y soberano con Jerusalén como nuestra capital.

Por Felipe Ramírez

Activista sindical, militante de Convergencia Social, e integrante del Comité Editorial de Revista ROSA. Periodista especialista en temas internacionales, y miembro del Grupo de Estudio sobre Seguridad, Defensa y RR.II. (GESDRI).

Imagen / Marwan Abed-AlFuente.

Entrevista publicada originalmente el 30 de octubre de 2023 en Revista Rosa.

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