[Reseña literaria] Luz azul, de Heber Rojas: Una luz se asoma en la oscuridad

Por Cristián Brito Villalobos

Leí a Heber Rojas como poeta, de la misma forma en que forjé una amistad con él, por azar, supe de su faceta como poeta, de hecho, tuve la suerte de presentar Onírica, su poemario publicado por Askasis hace unos años, y, ahora, me pidió hablar sobre Luz azul, su primera novela, publicada por la misma editorial.

Primero, algunas apreciaciones como lector. Decir que Luz azul es varios libros en uno, no parece errado, especialmente cuando consideramos el epígrafe de Julio Cortázar que antecede al texto. Desde ese momento uno sabe que se trata de un libro experimental, en donde las voces se reflejan y multiplican en lo que parece una realidad paralela, dando origen a un juego de espejos. Ejercicio arriesgado, pero valiente el de Heber de tomar tantos riesgos en su primera publicación.

El asunto de la novela es la depresión y el mundo que circula alrededor de Guillermo, personaje que se nos presenta como un hombre triste, de caminar lento, sin malas intenciones, un hombre bueno que sufrió demasiado, al que el amor le fue negado, es por ello que busca refugio en prostitutas, amigas, parejas pasajeras, muchas veces pagando por esa compañía, pero sólo para recibir un abrazo, para poder volver a descansar, de su soledad y de la vida que lo aplasta a cada momento.

La línea entre la cordura y la locura es frágil. Vemos cómo Guillermo es la voz de la agonía, un poeta incomprendido que no se reconoce a sí mismo como un poeta, aunque en su forma de vivir hay mucho de un poeta maldito que recorre las calles, que toma riesgos, que visita cantinas de mala muerte y empeña su suerte por compañía.

Un hombre que sigue su sombra por las calles de La Serena, por Cienfuegos, La Recova, y otros sitios icónicos de la ciudad. 

La obra está dividida por capítulos, incluyendo un breve libro de poesía en el medio, pero sin duda es desde el capítulo A pesar de todo donde emerge el gran narrador oculto en Heber, la verdadera voz que logra concebir una novela sumamente arriesgada, pero que al terminarla, deja gusto a poco, se quiere más, las imágenes se proyectan nítidas en la mente del lector, pues una de las virtudes principales de Heber Rojas es la capacidad para evidenciar mundos describiendo escenarios con detención y claridad y así describir acciones de una manera bella, siempre usando símbolos poéticos, pues Heber Rojas posee una prosa en donde hay mucha poesía.

Luz azul es una novela bien escrita pero que deja un gusto amargo ya que uno no quiere que acabe: es en la última parte en donde emerge la voz narrativa con toda su fuerza, dejándonos en claro que estamos frente a un narrador y contador de historias nato y que de seguro ratificará este auspicioso debut en prosa en sus próximas entregas. Esperemos que no deje la poesía. Dejemos que convivan en un juego de espejos eterno en el azul más profundo del océano de la palabra oculta. Que así sea.

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