DISCO: Vaso de Leche – «Vaso de Leche»

Es grato tener noticias editoriales de una banda luego de tanto tiempo

Por Cristobal Cornejo

24/12/2013

Publicado en

Artes / Música

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Es grato tener noticias editoriales de una banda luego de tanto tiempo. En el caso de Vaso de Leche, un par de demos sucedieron a su primer disco, trabajo autoeditado en un lejano 2005, lo que, si duda, es poco para un grupo que nunca ha dejado la actividad en vivo; al contrario, que ha hecho de ella su principal camino de subsistencia y desarrollo. Pero, bueno, tenemos al fin un nuevo material que, naturalmente, contiene elementos distintos, pero que mantiene otros familiares, encarnados, principalmente, en la visión estética de su guitarrista y vocalista, Carolina Ozaus.

En ese sentido, “Parroquial”, la primera canción, entrega dos de estos aspectos que revelan una cierta continuidad. Por un lado, las letras: “Quisiera llevarte / besos frescos / después de un día de hospital (…) Es el mismo dolor / en todas partes”, dice Ozaus, evidencia de una (anti)poética agridulce anclada en la tradición chilena. Por otro, el estilo, deudor del post punk oscuro, ahora con presencia preponderante de explosiones noise rock, que si bien antes igualmente existían, hoy brillan como elemento constitutivo, gracias al sonido de la grabación y mezcla -realizado en los estudios del sello capitalino Coraje- y de la intensidad y emotividad de las filosas guitarras como vehículo conductor.

Lejos, también, están los recuerdos del dúo Vaso de Leche, que se constituyera a mediados de la década pasada, y que tenía a Tania Corvalán (Lactosa) en el bajo y compartiendo voz y letras con Ozaus; ambas acompañadas de una caja de ritmos en la batería. Porque luego fuimos testigos del ingreso de Luis “Pollo” Valdebenito en los tambores, presencia que al día de hoy es parte identitaria, por la expresividad con que despliega su rítmica, llenando todos los espacios con una soltura que bordea el jazz y el rock matemático. Por otro lado, Lina Portius adorna las canciones con sonidos sintetizados, aportando notablemente en la creación de atmósferas, como queda consignado en “La persistencia de la memoria”, cuyo final es un gran momento de verdad de esta nueva entrega.

Temáticamente, también hay ciertos desplazamientos, ya que hay letras explícitamente más políticas, como lo demuestra “Mayo 1968”, o “Sur”, aunque también a un nivel más abstracto, como en “Camina Libre”, que, sin duda, refiere al colectivo de presos políticos antiautoritarios formado en la Cárcel de Alta Seguridad.

Para concluir, dos piezas opuestas pero complementarias: “Cueca Negra”, urgente y mudo grito eléctrico en poco más de un minuto; y “Bicicleta”, temazo instrumental que en poco más de siete minutos manifiesta oscuridad y ensoñación, expandiendo los contornos trazados, recordándonos que no hay descanso para las angustias y fantasmagorias de los espíritus inquietos. Ese elemento tengo la certeza que no desaparecerá, porque el nombre de este grupo no es anodino, sino testimonio de la vitalidad de los errantes sin patria, de los diletantes del subsuelo.

VASO DE LECHE
“Vaso de leche”
CD, Autoedición
2013

Por Cristóbal Cornejo

Publicado en El Ciudadano n°148, noviembre de 2013

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