Bienvenidos!

Hermanos de océano

Estimado Francisco Sanchez L., Coordinadores del proyecto Centinela y Universidad San Sebastián en general.

Les escribo para saludarlos y darles la bienvenida. 

Les doy la bienvenida a la práctica de la vela, a formar parte de la historia náutica de este país, y al rol formativo náutico universitario. Aguas que ustedes, como universidad, empiezan a surcar desde hace algunos años y, como velero escuela, hace algunas semanas.

No he podido evitar el bombardeo mediático que se ha generado en torno al “primer buque escuela universitario” y a la “primera escuela de vela universitaria”, que ha sido anunciada con bombos y platillos en todos los medios nacionales durante las últimas semanas. 

Para mi sorpresa, sin embargo, estas altisonantes noticias no se referían a la histórica rama de vela de la Universidad de Concepción (hoy extinta, según me parece) o al Club de Yates UACH con sus 63 años de historia dando clases en todas las disciplinas náuticas de forma ininterrumpida. Tampoco se referían, estos medios audaces, al velero escuela OMORA, diseñado y construido hace años en la Universidad Austral para hacer formación en vela oceánica a estudiantes y a la comunidad en general. 

No. No se referían a nada de esto.

Se referían a una escuela nueva, de una universidad nueva, tan nueva que su velero escuela debió ser manufacturado en el extranjero, debido a que posiblemente no han tenido el tiempo de desarrollar sus capacidades técnicas o, algo irónicamente, tal vez desconfían de la capacidad profesional nacional.

Es incomprensible como logró esta joven institución publicar la noticia de que ellos son “los primeros”, nadie cree que ellos estén mintiendo intencionalmente, por supuesto, pero la juventud es atrevida y, algunas veces, ignorante.

Como sea, esta no es una batalla por ser el primero en llegar, eso no importa. Es más, ni la Universidad Austral, hace 63 años, ni la Universidad de Concepción, ni la Universidad Católica de Valparaíso con su peculiar “Amereida” trataron de adueñarse de ese título. Solo llegaron a sumarse humildemente al esfuerzo por este país marítimo.

Lo importante, lo realmente importante, es que todos los que lleguemos sepamos recordar y agradecer a quienes recorrieron las escaleras antes que nosotros, nos mostraron el camino y nos permitieron avanzar. 

La Universidad San Sebastián es jóven, y como todos los jóvenes comete imprudencias, pero no quisiera yo que esta imprudencia los detuviera en su avance. Quisiera, repito, darles la bienvenida, contarles que en el océano somos todos hermanos y que, desde hoy, los clubes, navegantes, instructores e ingenieros navales que empezamos a dejar nuestra estela muchos años atrás, estaremos siempre para tenderles una mano amiga. 

Esta mano llevaba años aquí, esperando para ustedes y para todos los recién llegados.

¡Bienvenidos!

Daniel Bravo Silva.

Ingeniero Naval UACh.

https://www.instagram.com/construyendo_vela/

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