244 chilenos expulsados por gobierno de Australia: Sus pasajes ya están comprados pero LATAM solo va si le pagan 500 mil USD más

Los connacionales solicitan al al Gobierno su intervención para que de alguna forma exija a LATAM que cumpla con sus servicios y envíe un avión a buscarlos, ya que la mayoría tiene boletos comprados

Por Alexis Rodriguez

09/06/2020

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La enfermedad del COVID-19 sorprendió al mundo entero. Llegó de forma imprevista, acelerada y en muchos casos letal. Hoy son 188 los países afectados por la pandemia (según la Universidad Johns Hopskins). Su expansión provocó el cierre de muchas fronteras terrestres y aéreas, la suspensión del turismo nacional e internacional y en buena parte hasta del comercio entre naciones. Por ello, miles de personas quedaron varadas o perdidas en países que no son los de su origen.

Esa trágica situación la viven al menos 244 chilenos que se encuentran prácticamente a la intemperie en varias ciudades de Australia y Nueva Zelanda, abandonados por el Gobierno de Sebastián Piñera desde hace meses y rechazados por el Primer Ministro australiano que decidió expulsar del país a quienes no pudiesen demostrar recursos suficientes para sobrevivir sin trabajar en uno de los países más caros del mundo. Porque de acuerdo a una nueva medida los extranjeros no pueden trabajar en el país y actualmente los 244 se encuentran sin dinero, cesantes, sin recibir respuestas claras.

Pese a los esfuerzos de esta comunidad de compatriotas, ni los Consulados, ni la Cancillería, ni LATAM Airlines Group les han dado respuestas positivas, a pesar de que la mayoría de ellos tienen boletos comprados desde hace meses.

Uno de los portavoces de este grupo de connacionales es Alfredo Dättwyler, quien conversó vía telefónica en exclusiva con El Ciudadano para contar su historia.

Hace mes y medio éramos 140 varados, pero fuimos creciendo y hoy somos 244. En principio ningún consulado nos atendía, en Perth, Sydney, Melbourne y Camberra, ninguno. Se limitaban a decir que no sabían nada de la situación. Nos vimos obligados a enviar una carta el 16 de mayo a varias autoridades del Gobierno, pero no obtuvimos respuesta. Enviamos otra el 22 de mayo y nada”, relató Dättwyler.

El portavoz de la comunidad chilena precisó que la gran mayoría son estudiantes y trabajadores con visa de Working Holiday. “En ese momento nos estábamos quedando sin recursos económicos, viviendo en casas de la colonia chilena acá, muchos sin dinero para comer, otros con enfermedades preexistentes y algunos con emergencias en Chile que no podían atender”, relató.

De acuerdo con Dättwyler, su principal reclamo es a la empresa LATAM, para que se haga responsable de ellos, “porque la gran mayoría del grupo, el 90 %, cuenta con pasajes aéreos y no estamos solicitando gratuidad. Nuestros vuelos han sido cancelados en reiteradas ocasiones”.

Ahora bien, pero, ¿qué decían esas dos cartas iniciales y a quién estaban dirigidas? En primer lugar, se enviaron a cuatro funcionarios del Gobierno:

  • Carmen Gloria Foncea, secretaria de la jefatura del Gabinete del Canciller.
  • Juan Pablo Letelier, titular de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado.
  • Jaime Naranjo, titular de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados.
  • Raúl Sanhueza, director consular de la Cancillería.

La gravedad del asunto

En la carta del 16 de mayo, los compatriotas explicaron con detalles su situación y algunas de las razones que los motivan con urgencia a regresar, entre las que destacaron:

  • No contar con más dinero para subsistir.
  • Imposibilidad de trabajar en Australia debido a las restricciones por la pandemia.
  • El altísimo costo de la vida en Australia.
  • Visas y seguros médicos vencidos y por vencer, habiendo personas con enfermedades preexistentes y que necesitan medicación urgente.
  • Estudios básicos, medios y universitarios que retomar en Chile.
  • Arriendos que finalizan sus contratos.
  • Trabajos que retomar en Chile antes de ser despedidos.

De igual manera, en el documento también expusieron algunos casos específicos dentro del grupo que ameritan atención de emergencia:

  • Compatriota que debe ir a ver a su padre diagnosticado con cáncer terminal.
  • Compatriota con epilepsia cuyo seguro no cubre esa enfermedad.
  • Compatriota, hijo único, cuya madre fue diagnosticada con alzhéimer en Chile.
  • Niño de un año con pielectasia renal (dilatación leve de la pelvis) con seguro médico vencido.
  • Adulto de la tercera edad en estado de angustia por el robo de su casa en Chile.
  • Compatriotas con problemas de ansiedad, crisis de pánico y estrés por la situación.

No obstante, ante la falta de respuestas de LATAM y QANTAS, expresaron: “Como ciudadanos chilenos, solicitamos a las entidades del Gobierno de Chile, un vuelo de repatriación lo antes posible, y así acabar con este estado de angustia que cada día se hace más difícil de sobrellevar”.

Como no fueron atendidos, procedieron a enviar otra carta el 22 de mayo, en la que informaron de las únicas cuatro respuestas obtenidas hasta esa fecha:

  • El diputado Jaime Naranjo: indicó que comunicaría la situación el Ejecutivo.
  • El diputado Marcelo Díaz: por Instagram aseguró que llevaría el caso a Cancillería.
  • El jefe de Gabinete, Tomás Vodanovic: facilitó el contacto de Francisco Sepúlveda, director de Servicios Consulares de Cancillería.
  • Francisco Sepúlveda: vía WhatsApp dijo que no tenía respuesta y pidió la base de datos de los solicitantes, aunque ya la habíamos enviado.

Asimismo, explicaron que por falta de recursos hay compatriotas viviendo en bodegas y garajes, unos acogidos por iglesias y otros simplemente en condiciones precarias, incluyendo niños y personas de tercera edad.

“Entendemos que enfrentamos una pandemia, pero si para las empresas y el gobierno es un tema complejo, imaginen para nosotros, simples ciudadanos chilenos con sueños y metas, muchos con ahorros que han sido fruto del esfuerzo de años y que hoy se han extinguido, así sin previo aviso. No podemos regresar a nuestra tierra, a pesar de contar con boletos de retorno (…) Absolutamente nadie se hace responsable”, recordó.

Sus pasajes ya están pagados pero LATAM solo va si le pagan 500 mil USD extra

A medida que iban pasando los días se iban sumando más chilenos a la solicitud de repatriación, y no solo de Australia sino también algunos varados en Nueva Zelanda, al punto que hoy son 244.

Sin embargo, a finales de mayo, la aerolínea finalmente respondió sus plegarias, aunque no fue como ellos esperaban. La empresa alegó que no era absolutamente nada rentable para ellos enviar un avión vacío –sin pasajeros- desde Chile hasta Australia, por los enormes costos que eso significaba.

Tras ello, los chilenos tuvieron la idea de organizar una iniciativa que ellos mismos denominaron “combustibletón”, que consistía en recaudar fondos entre familiares, amigos y conocidos en Chile para costear en parte los gastos de la gasolina del vuelo Santiago-Sídney.

Nuevamente la respuesta de LATAM fue negativa. Esta vez argumentaron que el combustible es apenas uno de los tantos costos de operación, además de las aprobaciones que deben conseguir para aterrizar en Australia. “Hemos estado buscando alternativas, lo seguiremos haciendo”, así cerraron el correo desde la aerolínea.

Sin embargo, la pregunta que se hacen los compatriotas es: ¿De verdad están buscando alternativas? Porque anteriormente la senadora australiana Penny Wong les respondió, vía correo, que “la frontera australiana no está cerrada para realizar viajes de repatriación”, por lo que la excusa de LATAM no es más que eso, una excusa para no mover un dedo.

Pero lo peor del asunto es la doble moral que tiene LATAM, porque de forma paralela los compañeros en Australia enviaron un correo a la aerolínea solicitando un presupuesto para un vuelo chárter con la ruta Sídney-Santiago, y cuál fue la sorpresa: LATAM les envió una cotización por 490 mil dólares, más del doble del valor de los pasajes que ellos tienen comprados.

“Claramente la empresa LATAM no tiene el ánimo de hacerse responsable de sus pasajeros con boletos comprados y prefiere dejarlos a la deriva, a menos que nosotros estemos disputados a pagar más del doble del costo del vuelo, porque así ellos sí pueden enriquecerse con un vuelo especial”, denunció el vocero del grupo.

Ante este claro comportamiento carente de responsabilidad social, el grupo se dirigió al Gobierno de Piñera para solicitar su intervención y que de alguna forma exigieran a LATAM que cumpliera con sus servicios y enviara un avión a buscarlos. Pero la respuesta del Ejecutivo fue aún más inaudita e irresponsable:

En una carta firmada por Raúl Sanhueza, director consular de la Cancillería, el 2 de junio, se comunicó a los compatriotas que la compañía aérea LATAM les comunicó que “no existen vuelos planeados hacia Australia hasta nuevo aviso”, así sin una palabra más.

En tanto, tanto Francisco Sepulveda, vía telefónica, como la Cancillería, a través de su Call Center, han sido enfáticos y coinciden en un punto: “No tenemos poder de acción sobre ninguna aerolínea. Al ser entes privados, el Gobierno no puede mediar con ellos”.

“El Gobierno no se hace responsable de los derechos que tenemos como consumidores de la empresa LATAM, dejándonos así en el absoluto abandono y desamparo”, expone el grupo en una tercera comunicación enviada el 4 de junio a los mismos cuatro funcionarios copiados en las anteriores, más el canciller Teodoro Ribera.

Precisamente, Dättwyler recuerda que en los últimos días de mayo pudo conversar por teléfono con el Canciller, quien en ese entonces les manifestó su apoyo. Sin embargo, el grupo en esa misma carta del 4 de junio denuncia que sus palabras no han ido de la mano con sus acciones.

Por un lado, el canciller Ribera exige a países como Venezuela, Colombia, Bolivia y Perú que “tienen la obligación de asistir” a sus connacionales que acampan fuera de las representaciones diplomáticas de sus países en Chile, así como también pide a esos Gobiernos “abrir sus fronteras” para el retorno de sus ciudadanos.

Incluso, el propio Ribera dijo públicamente que envió una nota al Gobierno de Venezuela solicitándole “colaborar” con el retorno de aquellos ciudadanos que se encuentran varados en las afueras de su embajada en Santiago. Y precisamente se lo exige a Nicolás Maduro que es uno de los pocos mandatarios  que ha habilitados decenas de viajes a diferentes países buscando a venezolanos, disponiendo incluso del avión presidencial para ello.

“Y entonces, ¿qué pasa con nosotros? Claramente por los ya 244 chilenos varados desde hace más de mes y medio no hemos visto avances por parte del Canciller sobre nuestra situación”, argumentó el vocero.

¿Piñera sabía que las AFP invirtieron 442 millones de dólares en LATAM?

La administración de Piñera asegura que no tienen poder de acción sobre ninguna aerolínea, ya que “al ser entes privados, el Gobierno no puede mediar con ellos”. Ese punto podría entenderse si hoy el Presidente no estuviera envuelto en un conflicto de intereses luego de proponer “el salvataje de LATAM”, debido a su supuesto carácter «estratégico» para la economía chilena.

No se debe olvidar que antes de la fusión de la chilena LAM con la brasileña TAM, Piñera era el dueño de la primera, y aunque vendió su participación tras asumir la Jefatura de Estado, nunca cortó vínculos con la familia Cueto, la principal accionista.

Un artículo de La Política Online reseña que los negocios de Piñera con los Cueto datan de la dictadura de Pinochet, «cuando ambos ingresaron a la entonces aerolínea estatal LAN a precio de remate y continúan hasta la actualidad”.

El medio agrega que “a pesar de convertirse en una de las grandes jugadoras del mundo y sin dudas la principal de la región, desde 2012 no presenta beneficios en sus balances y acumula una deuda exponencial”.

Incluso, sin mencionar el caso del grupo de chilenos en Oceanía, el portal destaca que “el histórico servicio de excelencia de LAN se desplomó y la nueva LATAM es famosa por dejar pasajeros varados, no cumplir los horarios y abusar del overbooking”.

Adicionalmente, las AFP llevan invertidos unos 442 millones de dólares en LATAM –expone La Política Online– “en otra polémica decisión que pone bajo sospecha los vínculos de Piñera con esas administradoras”.

Recordemos que LATAM registró unas pérdidas récord de 1.910 millones de euros en el primer trimestre de 2020, reseñó Reportur. Esa fue la razón que alegó para que, semanas atrás, se acogiera a la quiebra o bancarrota voluntaria en un tribunal de Nueva York, en medio de la pandemia.

El medio añade que actualmente “LATAM opera bajo mínimos y asegura tener un colchón de 1.200 millones de dólares de efectivo en su balance, además de acceso a otros 900 millones en líneas de crédito especial de sus principales accionistas”.

No obstante, LATAM asegura que no está «en quiebra» y que cumplirán con todos aquellos que tienen pasajes comprados, una afirmación imposible de creer.

https://www.youtube.com/watch?v=cy9KXGRnG14

La esperanza sigue

A pesar de todas las respuestas negativas, el grupo de 244 compatriotas decide seguir luchando y exigiendo que se respeten sus derechos y que el Gobierno vele por su regreso. Expresan que no se cansarán de pedir al Gobierno que cumpla con su deber constitucional de velar por todos los ciudadanos chilenos en el mundo, ni tampoco a la aerolínea para que asuma la responsabilidad con sus clientes.

Incluso, Dättwyler comenta que la comunicación más reciente se envió el 7 de junio, en la que exponen al Gobierno un nuevo descaro por parte de LATAM. La empresa les hizo una “propuesta” el 5 de junio que fue rechazada por el 92 % de los chilenos que esperan repatriación.

“LATAM propuso un vuelo efectuado en conjunto con otra aerolínea (Qatar Airlines) con escalas en diferentes países. La ruta que ofrece sería Australia (Sydney) – Qatar (Doha) – Brasil (Sao Paulo) – Chile (Santiago)”, dice el texto. Ahora, entre los motivos por los cuales rechazan esa propuesta mencionan los siguientes:

  1. No hay certeza de poder acceder a los permisos necesarios para transitar por esos países, y dada la poca capacidad de respuesta de los consulados chilenos el riesgo es mayor.
  2. Si alguno de los vuelos se retrasa se verían impedidos de subirse al siguientes, quedando ahora varados en uno de esos países, sin dinero, sin seguro y a merced de la pandemia.
  3. Quienes no tienen vigencia de seis meses de su pasaporte (requisito para tomar el primer avión a Qatar) o lo tienen vencido, no podrían regresar.
  4. LATAM deja claro un punto: de haber problemas que surjan en el camino, ellos deberán hacerse responsables de todos los gastos.
  5. Un viaje de cuatro días resulta extremadamente agotador para los adultos mayores, niños, personas enfermas, embarazadas y minusválidos que están el grupo.
  6. La propuesta sólo considera a los pasajeros con boletos LATAM, ignorando a quienes poseen boletos de QANTAS y los 41 que no poseen ticket de viaje.
  7. La ruta inicia en Sídney y no garantiza el regreso a quienes se encuentran en otras ciudades australianas, ni tampoco a quienes están en Nueva Zelanda.

Tras todo ello, los compatriotas expresan en la carta que “la ruta propuesta por la aerolínea no es una respuesta responsable y empática” y la reiteran al Gobierno que necesitan “una respuesta coherente que nos solucione un problema y que no sume más complicaciones y trabas para volver a nuestro país”.

Con esta situación al rojo vivo, Dättwyler habla en nombre del grupo y afirma que esperan tener respuesta positiva del Estado a esta carta enviada el 07 de junio. “Sentimos que no están preocupados por nuestra salud y nuestro bienestar, y eso pareciera demostrar que no quieren tomar un rol protagónico en esta situación”.

A su juicio, el Gobierno de Piñera está muy preocupado por salvar económicamente a LATAM y otorgarle un “crédito” por miles de millones de dólares, pero es incapaz de exigirle a la empresa que cumpla con sus obligaciones y envíe un solo avión a buscarlos que ya está pagado; pero sin embargo, si nuestros compatriotas varados en Australia, en medio de una pandemia, pagan medio millón de dólares más de lo que ya pagaron a LATAM, la empresa va de inmediato a buscarlos. ¿Empresa estratégica para los chilenos? Solo para los bolsillos de sus dueños.

“Seguimos viendo en fotos a Teodoro Ribera entregando cajas de alimentos, y no está mal. Pero su trabajo debería ser primero estar preocupado por todos los chilenos varados en diferentes países”, concluyó Dättwyler.

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