A la Política en Chile, le falta calle

María Elena Valenzuela Pino, candidata a diputada por el Distrito 9, defiende una “política con calle”: trabajo territorial, participación vinculante y autoridades presentes en ferias, CESFAM y barrios.

A la Política en Chile, le falta calle

Autor: El Ciudadano
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Por María Elena Valenzuela Pino, candidata a diputada por el distrito 9

Durante esta campaña, he tenido la oportunidad de recorrer muchas calles y ferias, he conversado con muchas personas. Me ha tocado escuchar sus preocupaciones, sus sueños y sus anhelos, que son los míos, porque vivo en Conchalí hace más de treinta años.

En este caminar, he estado conversando y conociendo la realidad de las personas, en distintas ferias, calles y casas, conversado con mujeres, hombres, jóvenes, personas adultas y todos ellos han concordado en lo mismo, que el Estado no está presente en los barrios y que está llegando tarde con los derechos y beneficios que puedan solucionar sus vidas.

En estos relatos, que he recogido en todos los rincones de cada comuna que he recorrido, hay un factor común, no siempre hay una perspectiva social en las políticas de Estado o en las políticas locales. Entonces, en conclusión, creo que a la política le falta calle.

Para el desarrollo de las políticas públicas, lo mismo que para el impulso de leyes en el Congreso, debemos escuchar a quienes viven en los barrios, a quienes padecen dificultades a diario y por, sobre todo, a quienes, viviendo esos problemas, conocen perfectamente por dónde deben ir las respuestas y soluciones.

La política, por años, les ha mostrado a las personas, que estas soluciones se diseñan detrás de un escritorio y que muchas veces se traducen en errores. Cómo olvidar la historia del Transantiago (considerada la peor política pública en la historia), o la reciente crisis en la metodología de cálculo en las tarifas eléctricas.

Ministros, subsecretarios, Seremis, diputadas y diputados, deben estar en el territorio, estar en la calle “donde las papas queman”, no siempre con una cámara por delante, pero de manera organizada, caminando su distrito. Ir a la feria, visitar un CESFAM o la urgencia de un hospital público, para ver la realidad, conversar con las personas, escucharlos, para saber lo que tienen que decir. Necesitamos reconstruir la confianza entre la ciudadanía y quienes ejercen la función pública. Es urgente que todos sientan que sus voces importan y que pueden contar con sus representantes.

La confianza es fundamental en toda relación, pero en la política lo es aún más, pues es realmente la base con que se debe realizar esta acción pública. Y hoy, esa confianza está rota, hay un gran valle entre las personas, el pueblo y quienes ejercen la función pública. Pocas se sienten representadas, pocas creen que un diputado o diputada podrá realmente trabajar para ellas y ellos, y casi nadie piensa que una elección cambiará su vida de alguna forma. Eso, tenemos que cambiarlo urgentemente y la mejor manera de cambiarlo es la participación, el trabajar con las personas en los lugares donde hacen su vida, con las organizaciones territoriales y funcionales, que los municipios estén alineados, más allá de los colores políticos, con sus representantes en el Congreso, de manera que la ciudadanía vea, realmente que esa mal llamada clase política, puede trabajar unida para cambiarle su vida.

Como Asistente Social, tengo vasta experiencia en trabajo comunitario y quiero poner al servicio de todas y todos los vecinos del distrito 9, lo que profesionalmente he aprendido, pero también mi experiencia vital, que ha tenido las mismas carencias y dificultades que cualquiera de mis vecinas y vecinos.

María Elena Valenzuela Pino, candidata a diputada por el Distrito 9, defiende una “política con calle”: trabajo territorial, participación vinculante y autoridades presentes en ferias, CESFAM y barrios.

La participación ciudadana no debe ser un evento cada cuatro años. Necesitamos construir un tejido social fuerte, donde cada una de las personas se sienta parte de la toma de decisiones. Es hora de que la democracia sea realmente radical, donde cada voz sea escuchada y considerada.

Este tejido social no se podrá reconstruir, sino le ayudamos inyectando recursos, haciendo que la democracia sea participativa, donde cada una de las y los habitantes sienta que su palabra se consulta de manera vinculante en la toma de decisiones y no solo de manera consultiva y para cumplir una ley de participación, la que además se debe mejorar.

Hoy, estoy más convencida que nunca, que la solución nace de abajo hacia arriba y que, si la política no viene a cambiarle la vida a las personas, no está cumpliendo el rol que le ha sido dado.

Mi compromiso es seguir siempre con los pies en la calle, los oídos abiertos y poniendo a disposición mi experiencia como Asistente Social.

A dejar los pies en la calle, hoy y siempre.

Por María Elena Valenzuela Pino, candidata a diputada por el distrito 9


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