Activistas de 45 países urgen al Gobierno frenar ataques contra líderes indígenas defensores del medio ambiente

"Es imposible abordar estas injusticias y los impactos de las políticas chilenas de uso de la tierra y el agua sin respetar los derechos del Pueblo Mapuche y otras comunidades indígenas. La agresión contra el señor Curamil, su familia y contra Elena Paine y su familia, son apenas la manifestación más reciente de las políticas brutales y agresivas del gobierno hacia las comunidades indígenas", señala la carta firmada por 85 ecologistas, defensores de los derechos humanos, activistas de la sociedad civil y ganadores del Premio Goldman.

85 activistas ambientales de todo el mundo hicieron un llamado al presidente Sebastián Piñera y al Ministerio de Justicia para que investiguen los ataques contra los líderes indígenas defensores del medio ambiente, entre ellos el comunero mapuche Alberto Curamil, quien ganó el Premio Ambiental Goldman en 2019, debido a su campaña contra la construcción de dos centrales hidroeléctricas en el río Cautín.

La carta, firmada por ganadores del Premio Ambiental Goldman de 45 países, expresa preocupación por el caso particular del ganador de del “Nobel Verde” Alberto Curamil, quien fue atacado y recibió disparos por parte de Carabineros el pasado 30 de abril, cuando fue a apoyar a una líder mapuche cuya casa y cosechas fueron quemados intencionalmente.

En la noche del 24 de abril, el hogar de Elena Paine, werkén de la comunidad Koyam Montre, en la comuna de Perquenco, fue quemado hasta quedar completamente destruida. 

Elena, junto a su comunidad está participando en un proceso de recuperación territorial, y luchando contra la contaminación de un estero en la localidad, y considera este incendio como un acto de amedrentamiento por su activismo.

Posteriormente, Alberto Curamil, lonko de la comunidad Pancho Curamil del lof Radalko, se dirigió a la casa de Elena Paine junto con otras personas de su comunidad, para acompañarla tras lo sucedido. Allí decidieron hacer una protesta cortando temporalmente la Ruta 5 sur.

Carabineros intervino usando la fuerza para dispersar a los manifestantes. Una vez finalizada la manifestación, el lonko junto a su sobrino e hijo adolescente  se retiraban en su camioneta, cuando fueron perseguidos e interceptados por uniformados, quienes lanzaron una bomba lacrimógena al interior de la camioneta, y una vez que el lonko se bajó le dispararon a corta distancia perdigones en la espalda, torso y pierna.

«El ataque al Señor Curamil fue un acto cruel y tuvo una motivación racial. El señor Curamil llegó a una protesta cerca de la casa de la señora Paine, junto a su hijo de 16 años y su sobrino de 19 años. En ningún momento el señor Curamil o su hijo y sobrino se enfrentaron a la policía. Cuando Curamil, su hijo y sobrino se disponían a abandonar el lugar en su automóvil, la policía le disparó un cartucho de gas lacrimógeno que rompió la ventanilla trasera de su camioneta, los tres salieron del vehículo y fueron golpeados por la policía, mientras los llamaban «pinche mapuche». Luego, los policías dispararon a Curamil perdigones a quemarropa; en la espalda, el costado, el brazo y la pierna. A
continuación Curamil fue detenido junto con su hijo y sobrino, y los tres fueron encarcelados. Al día siguiente, los tres fueron puestos en libertad tras ser acusados de alteración del orden público en un acto público y de incumplimiento de las disposiciones sanitarias», plantean en la carta los ecologistas, defensores de los derechos humanos, activistas de la sociedad civil y ganadores del Premio Goldman a nivel internacional.

En el texto, los 85 líderes ambientales urgen a Sebastián Piñera y los funcionarios de su gobierno a frenar las agresiones y ataques contra la comunidad Mapuche; los incidentes donde se hirieron a líderes Mapuches o destruyeron su propiedad; y asegurar que la policía y el sistema judicial respeten los derechos humanos, derechos territoriales y la autodeterminación del Pueblo Mapuche, que lleva años resistiendo proyectos de infraestructura que podrían reducir sus recursos hídricos y causar desplazamiento de sus territorios.

Asimismo, recomiendan que el Gobierno de Chile incluya la ratificación del Acuerdo de Escazú, en términos de una recomendación de política más amplia que podría ayudar a abordar la situación a la que se enfrentan en Chile los pueblos indígenas, así como los defensores del medio ambiente, la tierra y los derechos humanos.

«Es imposible abordar estas injusticias y los impactos de las políticas chilenas de uso de la tierra y el agua sin respetar los derechos del Pueblo Mapuche y otras comunidades indígenas. La agresión contra el señor Curamil, su familia y contra Elena Paine y su familia, son apenas la manifestación más reciente de las políticas brutales y agresivas del gobierno hacia las comunidades indígenas. Pedimos al gobierno chileno que deje de permitir que las empresas y los empresarios destruyan los recursos naturales de Chile y violen los derechos humanos y de la tierra», señalaron en la carta.

“Estamos particularmente preocupados por la seguridad del Sr. Curamil dado que ya perdimos otra premiada, a Berta Cáceres en 2016 cuando fue asesinada a manos de ejecutivos de compañías energéticas por su oposición a proyectos hidroeléctricos», expresó Alfred Brownell, premio Goldman de Liberia.

Craig Williams, un activista del estado de Kentucky (los EEUU) quien ganó el Premio Goldman por organizar un movimiento nacional para frenar la incineración de armas nucleares, manifestó que el asalto «contra el Sr. Curamil, y la Sra. Paine y sus familias son las últimas manifestaciones de las políticas brutales del gobierno Chileno contra comunidades Indígenas. Los líderes de Chile deben parar de dejar que las corporaciones y clases ricas destruyan los recursos naturales y violen los derechos humanos».

Al respecto, el propio Alberto Curamil señaló que «a un mapuche, la policía chilena puede disparar a matar y luego torturar, y no hay justicia. Con la denuncia y la solidaridad entre las personas y los pueblos, terminaremos con las injusticias y el saqueo de la Tierra.»

Los signatarios de la carta son recipientes del Premio Goldman, que reconoce a activistas ambientales populares de todo el mundo por sus esfuerzos significativos y sostenidos por proteger y aumentar el ambiente natural, muchas veces corriendo riesgos personales. Estos activistas se han enfocado en la protección de ecosistemas y especies en riesgo, combatiendo los proyectos que ponen en peligro los ecosistemas, así como en promover la sostenibilidad, y fomentar la justicia ambiental.

A continuación la carta íntegra:

Campaña de Amnistía Internacional Chile

Cabe destacar que la carta de los activistas medioambientales y ganadores del Premio Goldman, se suma a la campaña emprendida por Amnistía Internacional Chile, para exigir justicia para Elena Paine, Alberto Curamil y todas las personas mapuche que sufren ataques y quedan en la indefensión por parte del Estado por defender el agua y el territorio.

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