102 + 35 días en huelga de hambre

Celestino Córdova insiste en salir a su rewe : “Prefiero morir luchando”

El primer condenado por el caso Luchsinger-Mackay lleva dos años pidiendo al Estado chileno un permiso para salir de la cárcel por 48 horas, con el fin de encabezar una ceremonia espiritual en su comunidad.

A través de un audio difundido en redes sociales, el machi Celestino Córdova, primer condenado por el caso Luchsinger-Mackay, afirmó que está dispuesto a morir si el Gobierno no le concede un permiso por 48 para salir desde la cárcel de Temuco con el fin de renovar su rewe (altar mapuche). La autoridad espiritual ha permanecido en huelga de hambre por 35 días, los que se suman a las 102 jornadas en ayuno que realizó a comienzos de año. 

“En este retomo de la huelga de hambre que llevo, más de un mes, he tomado la decisión de dar hasta la vida si es necesario. Prefiero morir luchando, en caso de que no se autorice mi salida a mi rewe”, afirmó.

Córdova advirtió que producto de la falta de alimentación y de la carencia espiritual al no poder concretar la ceremonia sagrada, se encuentra en “un grave estado de salud”. “Son mis últimos goces que voy a sacar a nivel nacional como internacional, para que puedan ser escuchados”, avisó el referente mapuche.

El machi, quien fue condenado en 2014 a una pena de 18 años de presidio por el incendio que derivó en la muerte de Werner Luchsinger y Vivianne Mackay, acusó al Estado chileno de engaño, al negarle el permiso para ir a su comunidad, a pesar de las garantías ofrecidas por su entorno a las autoridades.

A fines de mayo, se hizo público el documento mediante el cual Gendarmería de Chile negó, «por medidas de seguridad personal y riesgo personal interno”, el permiso a Celestino Córdova. Esto a pesar de que la autoridad espiritual había propuesto salir los días 29 y 30 de mayo, desde las 5 de la mañana a las 20 horas, por cada una de las jornadas.

El portazo a la iniciativa impulsó a Córdova a reiniciar la huelga de hambre, la que había suspendido en abril –luego de 102 días– como un gesto hacia las autoridades gubernamentales, con el fin de iniciar un diálogo que le permita acceder al permiso.

Como las gestiones no han tenido frutos, el primer condenado por el caso Luchsinger llamó a la movilización y al pronunciamiento de «personas mapuche y de los pueblos originarios que están encargados de asuntos de salud indígena”.

“Hago un amplio llamado a todas las comunidades en resistencia, mapuche y no mapuche, para que puedan movilizarse para poder obtener mi salida hacia mi rewe, algo totalmente alcanzable y que no me han podido garantizar mi derecho a la salud mapuche y el derecho a la libertad de culto”, añadió Celestino Córdova.

Síguenos y suscríbete a nuestras publicaciones