La complicidad de la prensa en la posible muerte de un Huelguista de Hambre

Por Karina Riquelme Viveros, abogada Defensora de Derechos Humanos, y Alejandra Parra Muñoz, Master en Planificación, Bióloga en Gestión de Recursos Naturales

Por Karina Riquelme Viveros, abogada Defensora de Derechos Humanos, y Alejandra Parra Muñoz, Master en Planificación, Bióloga en Gestión de Recursos Naturales.-

Y es que no podemos decir otra cosa, hoy estamos en la posibilidad cierta de que muera un miembro del pueblo mapuche, puede ser un machi, un werken o un joven de 21 años que fue baleado por primera vez a los 7, disparo efectuado por Carabineros de Chile.

De sus historias poco se sabe, no son tratados como seres humanos, con familia, con hijos, con madres. Solo se levanta un gran velo de violencia a su alrededor, velo histórico y que no contribuye socialmente a crear un espacio donde podamos habitar en tranquilidad todas y todos quienes somos parte de estos territorios.

La prensa vendida, la prensa cobarde, la prensa insidiosa, son y serán cómplices del imaginario creado en las mentes de gran parte de los chilenos, y que solo contribuye a crear odio. Y claro, entregan elementos para odiar, y no cualquier elemento, si no aquellos basados en la ignorancia, la ignorancia de la historia, que ha sido invisibilizada por ellos mismos, y que ha aportado a generar una animadversión en contra del Pueblo Mapuche, que para El Mercurio era borracho y flojo, y que hoy dia es terrorista.

Pero no es así, esa no es la realidad. Aunque quieran imponerla, es completamente falsa. Es evidente el colonialismo incrustado en las mentes de gente como Nibaldo Moschatti, que en su columna “La insurrección mapuche” del 7 de agosto de 2020, subvalora al Pueblo Mapuche por no vivir en poblados o no tener autoridades jerárquicas.

Es esa misma mentalidad desarrollista y eurocéntrica la que promueve y justifica la destrucción de la naturaleza para la instalación de represas, forestales, agroindustrias que esclavizan personas y animales, minería, y todo megaproyecto que signifique engrosar los macroindicadores económicos del país, sin consideración a los impactos, sin escuchar a las comunidades que viven en los territorios donde esos megaproyectos se instalan, porque sus voces son un estorbo para los planes desarrollistas que no nos llevarán a ningún lado más que a la debacle mundial hacia la que ya nos dirigimos a toda velocidad.

Gracias al Pueblo Mapuche, ese desarrollismo no ha avanzado por todo el territorio de La Araucanía. Gracias a que existen pueblos originarios en el mundo, no hemos terminado de extraer la última gota de recursos naturales. Gracias a esos pueblos que defienden su territorio del avance del capitalismo, aún existen formas de vida que no requieren destruir la naturaleza para satisfacer sus necesidades, y de las que podemos y tenemos que aprender mucho si queremos que nuestr@s nij@s y niet@s puedan disfrutar de los ríos, lagos, montañas, bosques, glaciares, océanos y toda la biodiversidad que esos ambientes albergan. 

Nada de eso se valora desde la prensa servil al empresariado, de mente obtusa, solo capaz de comprender lo que se dice desde los círculos del poder. El rol de informar está desdibujado y tergiversado, la información que entregan los grandes medios informativos está completamente tendenciada hacia los intereses de los grupos de poder, a quienes la imagen del mapuche terrorista es totalmente funcional e indispensable para el avance de sus negocios. 

Tal como las imágenes del “indio pagano” o del “indio ignorante” e incluso del “indio diabólico” sirvieron como justificación para la colonización del continente americano, masacrando millones de personas pertenecientes a naciones originarias para surtir con materias primas el “primer mundo” y cimentar las bases del capitalismo, ese mismo rol juega ahora la imagen del “mapuche terrorista”, justificando la militarización forzada de un territorio en resistencia.

Afortunadamente existen medios alternativos que todavía permiten a los pueblos comunicarse de manera crítica, y archivar los acontecimientos desde la perspectiva de quienes no son escuchad@s y al contrario son invisibilizad@s por las autoridades. A esos medios agradecemos infinitamente su compromiso y dedicación.

A los medios serviles al poder, les decimos: Sobre ustedes pesará una parte de la responsabilidad si llegamos a lamentar el fallecimiento de un huelguista, porque han sido cómplices de la invisibilización de las causas de las huelgas, sus demandas y los derechos que las respaldan. 

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