Diálogo democrático: Un alivio para las Mipymes que agonizan, mas no la cura

"Aún quedan en el tintero numerosas medidas concretas que pueden contribuir al rescate, recuperación y crecimiento de uno de los sectores más golpeados por la pandemia..."

Por Absalón Opazo

11/06/2021

Publicado en

Chile / Comunicados / Economí­a / Trabajo

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Comunicado conjunto Instituto de la Pequeña Empresa y la Economía Social (IPEES) y Unión de micro, pequeñas y medianas empresas, y trabajadores por cuenta propia o autónomos de Chile (UNAPYME)

Durante el 2020, en plena pandemia, el Gobierno de Piñera impulsó un instrumento de “ayuda” para las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES), pero que en la práctica, estaba lleno de discriminaciones para las mismas.

Pese a esto, el Fondo de Garantía para Pequeños Empresarios (FOGAPE) contó con la aprobación del Senado. La promesa del instrumento era que iría en beneficio de un millón trescientos mil pequeños empresarios(as), pero el resultado de su aplicación impactó a no más de doscientas mil. También fue mezquino su apoyo a las familias, quienes lograron subsistir utilizando sus escasos recursos provenientes de los fondos de cesantía y de sus ahorros en las AFP.

La percepción de la realidad del Gobierno de Piñera ha estado en permanente desacuerdo con la realidad objetiva; las y los expertos le llaman a esto “sesgo cognitivo”. En un contexto de formulación de políticas públicas, la toma de decisiones sesgada puede reducir innecesariamente el bienestar de las y los ciudadanos y conducir a un uso ineficiente de los recursos que provienen de los contribuyentes, es decir, de todas y todos.

El resultado de las políticas de este Gobierno durante la pandemia fue miles de pequeños empresarios en ruinas y tasas de desempleo vistas en la década de los ochenta. Los acuerdos entre el Parlamento y el Gobierno fracasaron, mientras tanto a las MIPYMES agonizantes se las intentó distraer con la conformación de una mesa entre gremios y los Ministerios de Hacienda y Economía que resultó ser un burdo engaño.

Hoy Chile enfrenta una pandemia descontrolada, junto a una drástica caída económica, que se intenta recuperar a punta de un alto costo ciudadano, poniendo nuevamente al pueblo al borde de nuevas protestas, con más de un millón de cesantes, tres retiros de fondos previsionales y con los fondos de cesantía ya agotados. El legado del Gobierno de Piñera se traduce en un Chile en ruinas.

En este escenario, la presidenta del Senado, Yasna Provoste, asume con liderazgo la tarea de ordenar a la Oposición para enfrentar el colapso del país y plantea el Proyecto de los Mínimos Comunes como un primer paso hacia una salida de la tormenta, instando al Gobierno a reaccionar y negociar fórmulas de apoyo efectivas para las familias más vulnerables, para la manoseada clase media y también para las MIPYMES, que dan alrededor del 65% del empleo en el país.

Se lograron importantes avances en el Ingreso familiar de emergencia (IFE) universal, y con la presidenta del Senado y la colaboración de la presidenta de la Comisión de Hacienda, Ximena Rincón, se logró dar un vuelco a un nuevo proyecto mezquino presentado por el Ejecutivo. La colaboración de los gremios y sus organizaciones, y la disposición de las y los parlamentarios para conocer, de primera fuente, la situación que viven las MIPYMEs en el país, fue gravitante para construir en conjunto un Plan de soluciones posibles y sobre todo efectivas.

Distintos gremios, entre ellos, los representados por la Unión Nacional de micro, pequeñas y medianas empresas, y trabajadores por cuenta propia o autónomos de Chile (UNAPYME) y el Instituto de la Pequeña Empresa y la Economía Social (IPEES), trabajaron jornadas maratónicas con las y los parlamentarios de ambas cámaras, y por primera vez, desde el estallido social, se lograron respuestas efectivas para el sector, no obstante, aún insuficientes.

Dichas medidas para ir en ayuda de las MIPYMES y sus trabajadores incluyen:

  • Ampliación del Bono de un millón de pesos, que en un comienzo solo llegaría a 300 mil pequeños empresarios, pero que ahora llegará a unos 820 mil.
  • Bono de devolución de tres meses de IVA hasta los 2 millones.
  • Ambos Bonos se incrementarán en un 20% si las MIPYMES beneficiadas son lideradas por una mujer.
  • MIPYMES con trabajadores bajo régimen AFC tendrán anticipo para el pago de cotizaciones adeudadas, con 12 meses de gracia y pago a 5 años.
  • Bonos equivalentes a un mes de cotizaciones pagadas de sus trabajadores.
  • Mayor acceso a compras públicas para las MIPYMES.
  • FOGAPE , ahora sin deducible.
  • Suspensión de Remates por el 2021.
  • Postergación de pago de Patentes y Contribuciones.
  • Convenios de pagos de Tesorería de 24 a 48 cuotas y rebaja del interés a 0%.
  • Extensión de vigencia de patentes provisorias hasta el fin de la alerta sanitaria.

Junto a lo anterior, y en medio de la tramitación del proyecto, se logró incorporar al bono de un millón de pesos a los feriantes con patente municipal, que en total suman alrededor de 50 mil, y que inicialmente habían quedado excluidos de esta ayuda.

La experiencia demostró que solo la unidad de las Organizaciones Gremiales y el trabajo oportuno con el parlamento logra avances sustantivos, para cualquier política pública el trabajo conjunto del parlamento y los potenciales beneficiarios de dichas políticas será siempre el camino efectivo a soluciones pertinentes y situadas.

Estas medidas evitarán el cierre de algunas MIPYMES y la cesantía de sus trabajadores, sin embargo, aún quedan en el tintero numerosas medidas concretas que pueden contribuir al rescate, recuperación y crecimiento de uno de los sectores más golpeados por la pandemia. La tarea no ha terminado y el Estado Chileno debe priorizar políticas públicas para fortalecer a las MIPYMES, pero debe hacerlo escuchando a los gremios.

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