Organizaciones y científicos

Exigen protección de mar adyacente al Parque Nacional Kawésqar frente a industria salmonera

.

Por Javier Karmy

07/03/2018

Publicado en

Chile / Medio Ambiente / Pueblos

0 0


Un grupo de organizaciones y científicos suscribieron una carta en la que alertan sobre lo que consideran un «intento de convertir en ‘papel muerto’ la creación del Área Marino Costera Protegida de Múltiples Usos ‘Kawésqar'».

En ella destacan que la protección del mar patagónico, un área reconocida a nivel mundial por sus ecosistemas únicos, prístinos y vulnerables alrededor de fiordos y canales, resulta clave para que los esfuerzos que se han hecho en materia de áreas silvestres protegidas sean reales, y no estén bajo la amenaza de la creciente expansión de la mega industria de salmonicultura.

En ese sentido, si bien reconocen y valoran los avances realizados respecto a la conservación de los ecosistemas y la biodiversidad marina en Chile, especialmente en lo relativo a la creación nuevas Áreas Marinas Protegidas, apuntan que «en el país existen grandes tareas pendientes en lo que respecta a una real y participativa protección y conservación de los ecosistemas, biodiversidad y recursos marino- costeros, los cuales concentran las mayores amenazas».

Por ello es que -denuncian- «resulta inexplicable y rechazamos que el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad haya acordado en abril del 2017 excluir de la protección ambiental brindada por el Parque Nacional Kawesqar a sus aguas marinas adyacentes».

De acuerdo a lo que postulan, nada aseguraría «la mantención de la calidad ambiental de la columna de agua y fondo marino, ni menos los servicios ambientales que prestan, situación insólita e inédita para los estándares internacionales de conservación de la biodiversidad del sistema de islas y fiordos subantárticos».

A juicio de los firmantes, la creación de un Área Marina Protegida «debería constituir una oportunidad histórica para generar una conservación biocultural costera en el sistema de fiordos subantárticos, sector biogeográfico escasamente protegido por nuestro país y de alta relevancia mundial para la conservación de la biodiversidad marina». «El área de fiordos y canales de nuestro país es única a nivel mundial, no existiendo registros de una zona de iguales características», añaden.

En ese sentido, señalan que una real concreción de esta área marina protegida «debería contribuir significativamente a mejorar la representatividad ecosistémica y la conectividad ecológica-espacial de las áreas protegidas de la zona de la Patagonia, integrando ecosistemas terrestres protegidas en la más alta categoría de conservación: Parque Nacional Kawésqar, con un área de conservación, manejo y usos sostenible de los servicios ecosistémicos costero-marino del área».

De acuerdo a lo que detallan, el área costera del Parque Nacional Kawésqar es la más diversa en mamíferos marinos (35 especies), existiendo poblaciones de lobo marino común, lobo fino austral, huillín, chungungo, además de ballena sei, ballena jorobada, rorcual común, delfín austral, delfín chileno, orcas, entre otros. Además, apuntan que posee colonias continentales de elefantes marinos. «Importante también es destacar que varias especies de ballenas en situación de peligro poblacional, migran por estos canales tanto hacia la Patagonia norte, como a las aguas del Pacífico Suroriental, y que en la zona existen una gran cantidad de apostaderos y parideros de lobos marinos comunes y austral en los sectores de isla Madre de Dios, isla Diego de Almagro, archipiélago Reina Adelaida, isla Desolación, isla Recalada», destacan igualmente.

Por otra parte, relevan que los fiordos de este sector albergan especies de gran interés comercial, como son los caladeros y bancos naturales de centollas, merluza austral, congrio dorado, loco, erizo, variadas especies de mitílidos, algunos endémicos como el ostión patagónico, «actualmente amenazados por la presión extractivista-exportadora». Al respecto, explican que estas especies marinas «constituyen a su vez el sustento de los pescadores y recolectores de pequeña escala y de las comunidades Kawésqar, junto con ser parte de la oferta gastronómica y turística regional».

Las organizaciones y científicos sostienen que «dado el excepcional valor del área en cuanto a su patrimonio natural, arqueológico y cultural, consideramos urgente la declaratoria de las aguas adyacentes interiores y exteriores del Parque Nacional Kawésqar como una real Área Marina Protegida de Múltiples Usos libre de salmonicultura, la que debe ser una medida fundamental para frenar la expansión de actividades que ponen en riesgo el patrimonio ante descrito».

En este contexto, manifiestan su rechazo a la entrega de nuevas concesiones para la acuicultura de salmones en Magallanes, considerando -dicen- que existen 127 concesiones ya aprobadas en la región y 280 concesiones en trámite. «Existe una evidente condición de vulnerabilidad y fragilidad de estas aguas respecto al uso de acuicultura intensiva de especies carnívoras exóticas: como el Salmón Atlántico y la Trucha Arcoíris», profundizan.

«Esta acuicultura ya ha provocado condiciones anaeróbicas en más de la mitad de los centros de cultivo que operan en la región de Magallanes, es decir, han generado condiciones ambientales adversas para la comunidad biológica nativa», aseguran.

En ese sentido es que declaran como «incompatible la expansión de la industria de salmonicultura con los propósitos del Parque Nacional y su área marina protegida adyacente». «No es posible permitir la instalación de una industria intensiva de especies exóticas como la salmonicultura en el ecosistema inmediato de un Parque Nacional debido a los altos niveles de contaminación orgánica, proveniente de fecas y alimento no consumido, y el empleo abusivo anual de miles de toneladas de antibióticos, pesticidas, antifúngicos, sustancias antifouling y desinfectantes, entre otros», argumentan.

De igual forma, consideran que las operaciones de pesca industrial de arrastre, las prospecciones mineras y las actividades industriales intensivas, como «incompatibles con una real Área Marina Protegida, lo que deberán reflejase en los antecedentes y documentos que la declaren».

Los firmantes concluyen realizando un llamado a la Presidenta Michelle Bachelet a «cumplir su compromiso y no ser cómplice de la destrucción permanente e irreversible del patrimonio marino-ambiental de la Patagonia». «Hoy se puede decidir proteger de manera efectiva el océano de Magallanes», aseguran.

Acá el listado de las organizaciones firmantes: Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA), Asociación para la Defensa del Ambiente y la Cultura de Chiloé (ADAC Chiloé), Alerta Isla Riesco, Defendamos Chiloé, Ecoceanos, Fiscalía del Medio Ambiente (FIMA), Greenpeace, Oceana Chile, Alex Muñoz Wilson -director National Geographic Pristine Seas para Latinoamérica-, Ernesto Molina Balari –oceanógrafo PhD Quantitative Marine Science University of Tasmania-, Gian Paolo Sanino –científico senior CMMR Leviathan-, Giuliana Furci -Fundación Científica Fungi-, Juan Capella Alzueta, biólogo M.Sc., científico senior Whalesound Ltda y Fundación Yubarta- y Tarcisio Antezana -Científico PhD en Oceanografía-.

Síguenos y suscríbete a nuestras publicaciones