Fundación Jaime Guzmán busca lavarle la cara al Golpe de Estado de 1973: «Queremos reivindicar la importancia de la intervención militar»

El próximo 11 de septiembre se cumplen 50 años del golpe de Estado perpetrado  contra el gobierno democrático y constitucional encabezado por Salvador Allende, y el inicio del período de la dictadura cívico militar de Agusto Pinochet.

Para conmemorar esta fecha, desde la Fundación Jaime Guzmán, su director Jorge Jaraquemada señaló que publicarán documentos y realizarán seminarios desde una “perspectiva histórica.

En diálogo con La Tercera, se refirió a las actividades que realizará la entidad que lleva el nombre de uno de los fundadores de la UDI, y destacó que “el país tiene que evitar las situaciones que llevaron al golpe“, que tuvo lugar el 11 de septiembre de 1973.

En sus declaraciones detalló que uno de los objetivos de la fundación que dirige es «reivindicar la importancia de la intervención militar».

Intentó justificar el golpe señalando que este hecho, que tiñó de sangre y dolor la historia de Chile, permitió ponerle fin » a un gobierno que había devenido en ilegítimo, tal y como lo había señalado la Cámara de Diputados en agosto de ese año».

«Pienso que es una situación lamentable, pero que en ese momento no había otra salida. Chile avanzaba hacia una especie de guerra civil y la intervención militar puso coto a ese experimento socialista de Salvador Allende”, indicó a La Tercera.

“Este hecho de reivindicar la importancia del 11 de septiembre y la intervención militar no tiene nada que ver con lo que viene después. Esto es una verdad histórica y una verdad judicial: hubo violaciones flagrantes a los derechos humanos que no pueden ser ignoradas”, matizó.

Jorge Jaraquemada destacó que para conmemorar los 50 años del Golpe, la Fundación Jaime Guzmán prevé promover el debate sobre la «legitimidad de esa intervención».

“Pretendemos sacar un par de documentos desde una perspectiva histórica contextualizando. La izquierda en Chile, producto de la parte nebulosa y negativa que tuvo el gobierno militar, se ha tomado desde esa perspectiva para atacar. Por ello es que haremos seminarios y publicaciones en donde se pueda debatir la legitimidad de esa intervención, por muy dolorosos que hayan sido los hechos posteriores”.

Al ser cuestionado sobre la larga lista detenciones, torturas, asesinatos, violaciones a lso derechos humanos y desapariciones cometidas durante la dictadura de Agusto Pinochet, el abogado se limitó a decir que “hay que separar lo que es la intervención que depone a un gobierno con el ejercicio del gobierno con los militares después».

«A mí me parece aberrante la violación a los derechos humanos”, acotó.

También tuvo palabras con respecto al rol activo de Jaime Guzmán en la dictadura, y señaló que “fue un gran opositor a la UP. Una vez que se produjo la interrupción de ese gobierno, colaboró con el gobierno militar.

«El acento de su colaboración estaba en la estructura institucional que se fue generando”, expresó.

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