Después de analizar 70 glaciares del Cajón del Maipo, en la Región Metropolitana, un equipo de geólogos de la Universidad de Chile detectó una «alta susceptibilidad» de que se produzcan remociones en masa de origen glaciar en algunas de estas masas de hielo.
En un trabajo publicado en el Journal of South American Earth Sciences, los geólogos MSc. Felipe Ugalde y Dr. Sergio Sepúlveda, ambos del Departamento de Geología, abordaron los peligros asociados a glaciares, los que cobraron especial notoriedad hace solo unos días luego de una avalancha glaciar registrada en los Alpes suizos.
Los expertos chilenos apuntaron a que un elemento llamativo de lo ocurrido en Suiza, fue la eficiente respuesta de los servicios de emergencia: los geólogos alertaron a las autoridades a mediados de mayo y la localidad fue evacuada el día 19, nueve días antes de su colapso. El pueblo estaba vacío al momento de la avalancha de roca y hielo.
Al respecto, en el caso chileno, los geólogos explicaron que la susceptibilidad descrita en su investigación no implica el riesgo inminente de colapso de masas de hielo, sino que es un análisis geológico que permite establecer prioridades de protección y resguardo.
«El estudio tiene un enfoque preventivo», dice Ugalde, autor principal de la investigación y estudiante de doctorado en Ciencias, mención Geología, de la U. de Chile.
«Si alguno de estos glaciares colapsara repentinamente, enfrentaríamos una situación especialmente crítica por la capacidad única que tiene el hielo de desplazarse a largas distancias», explica Ugalde.
Lo anterior, añade el investigador, podría afectar directamente a comunidades como Baños Morales y Lo Valdés, provocando eventos similares a grandes aluviones, con consecuencias graves para sus habitantes. «Por eso es fundamental anticiparse ahora, evaluando y gestionando preventivamente esta amenaza que sigue latente», indica.
De todos los glaciares analizados, los geólogos mencionan a 4 de ellos como emblemáticos: El Morado, Loma Larga, Muñiri y Mesoncito, ubicados todos en la cuenca del río Volcán, en el Cajón del Maipo.
«Estas cuatro masas de hielo son motivo de preocupación por su inestabilidad manifiesta. Por ejemplo, en los últimos diez años, el glaciar El Morado perdió una cascada de hielo que servía como pilar estabilizador, lo cual aumenta la probabilidad de colapso y rebalse de la laguna glaciar homónima justo debajo de ella», señalaron.
En tanto, la principal preocupación en el glaciar Loma Larga-conocido por una enorme cueva de hielo que atrae a cientos de turistas-, es el posible avance súbito de la masa de hielo, el cual podría bloquear el curso de agua ubicado más abajo, formando una represa natural. En el corto plazo, la acumulación de agua podría aumentar la presión sobre la pared de hielo hasta romperla, generando aluviones, tal como ha sido documentado en Chile en 1947 (glaciar Juncal Sur) y en Argentina en 1934, 1974, 1984 y 2007 (glaciar Grande del Nevado del Plomo).
Por su parte, el glaciar Muñiri describe un fenómeno diferente, pero igualmente llamativo. Tras realizar visitas a la zona en 2022, los científicos documentaron el desagüe total de una laguna colindante. Esto los llevó a analizar las causas y, sobre todo, el momento de inicio y término del drenaje. La variable del tiempo es relevante en este tipo de casos, porque es un indicador indirecto de la fuerza y violencia de la descarga. Análisis satelitales posteriores determinaron que el vaciamiento ocurrió en un plazo de tres días. Es decir, con bastante velocidad.
Finalmente, los geólogos detectaron varios cuerpos de agua dispersos sobre el glaciar Mesoncito, los cuales, en caso de derretimiento de la masa de hielo, podrían acumularse y generar «vaciamientos súbitos de agua». Considerando el desnivel de 1.000 metros entre el glaciar y el valle principal ubicado abajo, este fenómeno es objeto de atención.
En total, la investigación analizó un catálogo de 70 glaciares ubicados en la alta cordillera del Cajón del Maipo. De ellos, más de 10 muestran «alta susceptibilidad» de colapso, lo cual, recuerda Felipe Ugalde, «no es comparable a otros eventos como caídas de rocas o deslizamientos comunes; aquí hablamos de millones de metros cúbicos de hielo capaces de movilizarse rápidamente y llegar a zonas habitadas».
El trabajo es un ejemplo de «glaciología aplicada» y corresponde a la tesis de magíster de Felipe Ugalde, que actualmente cursa el doctorado en Ciencias, mención Geología, de la U. de Chile, bajo la tutoría del Dr. James McPhee, del Departamento de Ingeniería Civil U. de Chile.
