Historia del saqueo de sales, nitratos y el litio en Chile

Les presentamos la triste historia del saqueo de sales, nitratos y el litio de Chile que puede repetirse en pleno 2024 para beneficio de SQM

El Presidente de Chile, Gabriel Boric, tiene una promesa plasmada en su programa de gobierno: El Litio. Pero hay una amenaza: los intereses corporativos de SQM sobre el “oro blanco”. La Estrategia Nacional del Litio del gobierno continúa con la misma lógica de antaño: transar tierra valiosa chilena con un privado que ha menoscabado al Fisco y ha corrompido a la clase política para obtener trato directo. Ello en vez de incorporar nuevos socios mediante licitación internacional transparente y dinamizar una industria que ha actuado como un “Cartel” desde hace una centuria. Parece que la historia es cíclica. El Estado de Chile negocia en una mesa llena de secretismo con SQM y han redactado un preacuerdo para asociarse. Es la incapacidad estatal para hacerse cargo de un millonario negocio asociado a un elemento altamente estratégico.

Si en el pasado se trató de la articulación entre minería, banca, estudios de abogados, medios de comunicación, parlamentarios y corrupción del Estado, hoy el panorama no es tan diferente. La historia del despojo y extractivismo del salitre, potasio, yodo y hoy litio como elementos claves para la economía chilena, merece ser resucitada.

Por Bruno Sommer Catalán

EDWARDS Y LA LLEGADA DE LOS GUGGENHEIM A CHILE

Tras la creación de sociedades inglesas, Melbourne Clark y Cía. y la Nitrates and Railway Company of Antofagasta, creada en 1868 con participación de Agustín Edwards Osandón, en 1888 nace en Londres, la Anglo-Chilean Nitrate & Railway Company Limited, un capítulo importante del despojo de las sales y nitratos de Chile, luego de que nuestro país anexara territorio de Bolivia y Perú tras la guerra del Pacífico, cuyo orígen no detallaremos en esta entrega, pero que tiene que ver con los intereses ingleses en el salitre del norte del país por parte North, Edwards y en especial de la familia Gibbs, entre otros.

El 26 de febrero de 1886, se da origen a The Antofagasta (Chile) and Bolivia Railway Company Limited, propietaria del ferrocarril, y a la Compañía de Salitres de Antofagasta, a cargo de la explotación salitrera.

“Durante el siglo XIX, la Compañía de Salitres de Antofagasta explotaría las oficinas Salar del Carmen y Pampa Central. La Oficina Salar del Carmen (en Carmen Alto), a 33 km de Antofagasta, funcionando entre 1869 y 1884”, detalla José Antonio Gonzalez, en https://www.scielo.cl/pdf/eatacam/n60/0718-1043-eatacam-01601.pdf

Más tarde un embajador “chileno” en Londres escribía al Canciller: “Sir Edward Grey. Era Agustín Edwards Mc-Clure (Bank of Tarapacá and London, Anglo-South American Bank Ltd.*) quien por medio de su hijo Edwards Bunge en carta de junIo de 1919 dice  “Es imposible que el primer puerto de los Estado Unidos, por rico que parezca, pueda convertirse en el centro financiero y comercial del mundo mientras sea Londres la capital del Imperio Británico y domine este a su vez mar y aire”.  Pero ese “mientras” tendría fecha, el surgimiento de Nueva York y Estados Unidos como potencia mundial en la postguerra, abre el apetito de Edwards, quien comienza tratativas con el nuevo gran hegemón.

Agustín Edwards Mc-Clure

Lo anterior está reflejado en el texto La Transición hegemónica en la visión de Agustín Edwards,: Londres Versus New York, de Gray y Clotelli. https://www.researchgate.net/publication/366855667_La_transicion_hegemonica_en_la_vision_de_Agustin_Edwards_Londres_versus_Nueva_York

Para 1894, el territorio conocido hoy como Chile, representaba el 77% de los nitratos a nivel mundial.

Avanzamos al 1924, fecha en que los oligarcas Guggenheim con invitación de los Edwards, que habían fijado su mirada en Estados Unidos, deciden entrar al negocio de las Sales y Nitratos y fundan la sociedad Anglo Chilean Consolidated Nitrate Corporation (ACCNC).

Para entender mejor la razón de la invitación debemos retroceder un poco en el tiempo. Los Guggenheim ya en Estados Unidos desde 1888, habían construido la fundición de minerales más grande del mundo a la época y tenían operaciones en México, Monterrey (1892) y Aguas Calientes (1894) a medida que iban conociendo como aprovechar la mano de obra barata y obtener condiciones de exenciones tributarias con la clase política al sur de río Bravo.

Los Guggenheim entraron a Chile de la mano de los Edwards comprando Chuquicamata (1910, vendida en 1923 a Anaconda Minerals)  y un ex trabajador de la familia formaría en Rancagua (Braden Cooper Company) lo que conocemos como El Teniente, es decir dos lugares claves de la minería del país hasta el día de hoy.

Murray Guggenheim y esposa

Pero la familia de Murray Guggenheim compuesta por 7 hijos, entre ellos el más talentoso David, seguido también de Issac y Salomon, entre otros, decidió extender sus operaciones hacia lo “no metálico”, la sales y nitratos.

Fue así como en el norte de Chile, en la localidad de María Elena allá por el 1923, se abrió la oficina Salitrera con el mismo nombre,  de la mano de la Guggenheim Brothers Co, con un trazado las calles del poblado que  emula la bandera del Reino Unido, el United Kingdom.

Tomas O´Brien, narra en su libro sobre los Guggenheim “Rico tras los sueños de la Avaricia”, el actuar de los Guggenheim en el norte de Chile pero también sobre otras latitudes de Latinoamérica, en la expansión de las primeras multinacionales y su relación con los gobiernos locales para su soborno y sometimiento, con ciencia y por su puesto dinero, mucho dinero.

Los Gugghenheim en Chile tuvieron alto interés por el Cobre y por los Nitratos. Su aterrizaje en Chile sería gracias a la gentileza de la familia Edwards y el Agustín de la época, que por llevarlo al negocio con el Estado recibió la millonaria suma de casi un millón de dólares de 1923, una cifra exorbitante para ese entonces.

Llama la atención que pese a que el salitre sintético sería descubierto por los alemanes (1913) -tras ser desplazados por los ingleses del norte de Chile, quienes elaboraron listas negras para que los alemanes fueran perseguidos en nuestro país-, el precio del salitre en general a nivel mundial mantuvo buenos números, siendo por años auspicioso el negocio para los Guggenheim que enviaban el Salitre para crear explosivos y alimentar la guerra que demandaba el mineral estratégico no sólo para la agricultura de tierras europeas sino para la industria militar de la primera guerra mundial (1914-1918).

Como describe O´Brien, “Con Chile, Alemania e Inglaterra controlando el 88% de la producción mundial de nitrógeno, las perspectivas de un cartel internacional parecía excelente”.

GOLPE DE ESTADO Y MATANZAS OBRERAS

El Presidente Balmaceda (1886-1891) había entendido la importancia del salitre y a partir de él hizo grandes obras públicas como la canalización del río Mapocho, el viaducto del Malleco, y tuvo la idea de aprobar un presupuesto de la nación sin la venia del Congreso,  pues éste no estaba dispuesto a seguir financiando más obra pública ni social. Sufriría un golpe de Estado orquestado por la marina y por quien fuese su ministro de hacienda Agustín Edwards Ross. quien huyó la misma noche de la ciudad.

El botín de la guerra del Pacífico generaba disputas 8 años después. Como señala Patricio Meller en un reportaje de Felipe y Pablo Retamal, “Según los datos de Patricio Meller, si en 1880 la recaudación tributaria generada por el nitrato era solo un 4,7%, para 1891 era un 46%. Por ello, la tensión entre la élite, ocurrió primero en las páginas de la prensa y en los salones de los clubes sociales, hasta que se resolvió a balazos en el último año de la presidencia de Balmaceda.”

Recaudación que habría crecido no por un aumento de la tasa impositiva o del contrato, tasa que se mantuvo invariable desde 1880 a 1933, si no el aumento vino dado por el incremento de la capacidad extractiva de más y más toneladas.

En uno de sus viajes al norte de Chile y anticipado a su trágico final -el golpe de Estado y su posterior “suicidio”- Balmaceda dijo: “La propiedad particular es casi toda de extranjeros y se concentra activamente en individuos de una sola nacionalidad. Preferible sería que aquella propiedad fuese también de chilenos”.

Pero la Nitrate Railways Company defendía con uñas y dientes sus privilegios monopólicos de transporte ferroviario en la Provincia de Tarapacá frente a una declaración de caducidad por parte del Ejecutivo.

Los británicos, North y Gibbs, tenían al mejor lobbysta para lograr sus intereses, Edwards, poseedor del rotativo El Mercurio, quien también encubriría en sus páginas manchadas de sangre matanzas como la de Santa María de Iquique en 1907, donde bajo la Presidencia de Pedro Montt y cuando los trabajadores reclamaban que se les haga el pago en la misma moneda que se compraba el mineral, la libra, y se mejoraran las condiciones laborales, fueron asesinados por el Estado de Chile que respondió a sus “patrones ingleses”.

Luego ocurriría la Matanza de San Gregorio (1921) en medio de la crisis salitrera bajo el gobierno de Alessandri Palma donde el Estado mata a más de 80 trabajadores que protestaban por el no pago de salarios por la Casa Gibbs.

APOYO PRESIDENCIAL DE ESTADOS UNIDOS

En diciembre de 1928 el presidente electo en Estados Unidos, Herbert Hoover preparó maletas y visitó Chile para sugerir al gobierno chileno y a los Guggenheim que la industria del nitrato se consolide tras la primera guerra mundial, y se convierta en una empresa conjunta entre el gobierno y los Guggenheim, 50 y 50 por ciento.

Chile era gobernado por el Carlos Ibáñez del Campo (1927-1931), hombre proclive a Estados Unidos.

Herbert Hoover y Carlos Ibáñez del Campo en Chile

La sugerencia de Hoover fue notablemente similar al monopolio de toda la industria con participación de gobierno que los Guggenheim habían previsto con la ayuda de Edwards.

Harry Guggenheim fue un amigo de Hoover y uno de sus primeros patrocinadores en la carrera por la presidencia. Ya en 1921, Hoover había intentado facilitar el desarrollo de relaciones auspiciosas entre el gobierno chileno y los Guggenheim.

A medida que la década de 1920 llegaba a su fin, la industria del nitrato natural estaba siendo llevada al muro por la competencia de los productos sintéticos descubiertos por Alemania. Para 1929 ya el costo del producto natural era un 30 por ciento más alto que su principal rival sintético, la participación de Chile en el mercado mundial había caído de un 58% antes de la guerra a un 24%.

El empleo en la industria se había reducido de 36.000 personas a 8.000 y los nitratos significaban el 15% de los ingresos del Estado. Con la industria del nitrato natural al borde del colapso, un nuevo proceso de producción de los Guggenheim y sus planes para consolidar la industria parecían ser la única solución del gobierno.

El ingeniero metalúrgico Cappelen Smith sería clave en el descubrimiento de un nuevo método y tecnología más efectiva, que se bautizaría como método Guggenheim y que reemplazaría a los Shank. El descubrimiento les valdría levantar 17 millones de dólares de la época para revitalizar la industria.

CAPITALISMO ANGLOIMPERIAL

Como cada vez a lo largo de su historia, los capitalistas anglosajones, ya unidos a quienes en su momento se rebelaran contra la reina para conquistar la independencia de Estados Unidos, ahora post primera guerra mundial en Cofradía Náutica imperialista por el globo, ufanándose en sigilio de su poderío, acompañaron su expansión militar con una forma especial que le permitía hacerse de recursos naturales claves: una Alianza banquera corporativista minera-petrolera trasnacional, capaz de comprar políticos y llevar adelante sus proyectos con aportes del Estado local para luego esquilmarlo o simplemente derrocar presidentes si estos no seguían sus reglas del juego.

El aprovechamiento comenzaba presentándose como socios para obtener la mitad del negocio, para luego poco a poco iniciar cruzada en que privados asociados restaban  propiedad al Estado sumando capital, con otros capitalistas, primos, amigos y aumentaban su propiedad llegando a “privatizar al Estado” para controlarle desde dentro a su favor.

Si las cosas se ponían complicadas, vendían al Estado anticipadamente para que este los “salve”, haciéndose uso de crisis económicas o inestabilidad desatada. Más de una vez,   cuando el Estado y la clase política no querían cumplir sus caprichos, huían capitales a distintas campañas por el orbe para luego regresar de una forma u otra a esta tierra prometida como “Edén”, pero asolada con terror militar de cuando en cuando.

Las acciones de Hoover contra la Asociación de Productores Salitreros daban “caldo para el cultivo” suficiente. Con los bancos estadounidenses convirtiéndose en la fuente principal de los préstamos gubernamentales que Chile necesita desesperadamente, las sugerencias de Hoover hacian eco.

“Para los Guggenheim, la cooperación del gobierno dejaría de lado la continua resistencia de británicos y chilenos. Todos los productores e intermediarios avanzarían a la creación de su largamente soñado monopolio y haría posible la abolición del impuesto de la exportación de nitrato” explica O´Brien.

En 1930 sería creada la Compañía de Salitres de Chile, Cosach (1930-1933), formada por el Estado y los productores privados, encabezados por el grupo norteamericano de los hermanos Guggenheim.  

Cosach, la nueva empresa tendría la misma lógica y los mismos capitales de regreso en una nueva forma. Esta empresa sería otra vez en un 50% estatal y un 50% privada.

“Sin embargo, sólo cuatro de los doce directores de la compañía eran representantes del gobierno, dando el control efectivo de la gestión de Guggenheim sobre la empresa.

La corporación controlaría toda la producción y venta de nitrato natural. A cambio el gobierno eliminaría el pago por derecho de exportación de nitrato. Cosach se comprometió a realizar pagos en efectivo al gobierno por un total de más de 80 millones hasta 1933. Después de ese tiempo, la tesorería chilena recibiría el 50 por ciento de las utilidades de la empresa”, narra O´Brien.

No sabemos si esos dineros llegaron finalmente, pero lo que sí sabemos es que el plan del nuevo ministro de Hacienda Gustavo Ross, hijo de Jorge Ross Edwards, quien fuese director del Banco Edwards,  “requería la disolución de Cosach y la formación de un monopolio de venta de nitrato controlado conjuntamente por el gobierno y los Guggenheim”.

La producción caería en manos de los Anglo-Chilean Consolidated Corporation y Lautaro Company: las dos empresas Guggenheim.

SALIR DE LA GRAN DEPRESIÓN

En octubre de 1929 tras la caída de la bolsa de Nueva York, nuestro país sería de los más afectados del mundo por la “Gran Depresión”.

El Estado iría al salvataje de empresa salitrera. Chile era muy dependiente de las exportaciones y Gustavo Ross tenía un plan en mente, CONVENSA, empresa que se dedicaría a obtener ganancias de las exportaciones de sales y nitratos.

“En 1934, el Cartel Internacional del Nitrógeno creó un nuevo acuerdo que ayudó a estabilizar e incluso aumentar los precios durante la década de 1930” detalla O´Brien.

La Segunda Guerra Mundial revivió la industria del salitre natural y llenó las arcas de Guggenheim con beneficios. Después de la guerra, el yodo, un producto derivado del nitrato, siguió rindiéndoles beneficios. Inicialmente se establecieron tres unidades productivas: La compañía Aglo-Chilean Nitrate, la Lautaro Nitrate Company y otros 34 productores que se unirían en la Compañía Salitrera de Tarapacá y Antofagasta (COSATAN). Al pasar de los años, las unidades productivas son reducidas y en 1951 la Anglo Chilean Nitrate adquiere la Lautaro Nitrate Company creando la Compañía Salitrera Anglo Lautaro SA.

En 1968 el gobierno de Eduardo Frei Montalva decide no renovar el contrato de CONVENSA  y se llevan adelante negociaciones entre Corfo y la Compañía Salitrera Anglo Lautaro SA, que crea la Sociedad Química y Minera de Chile (SOQUIMICH) incorporando los activos de ambos.

Linea de tiempo elaboración El Ciudadano

DE SOQUIMICH A SQM

La asociación pública privada se hace carne una vez más. Esta vez una compañía mixta entre laCompañía Salitrera Anglo-Lautaro 62,5% y CORFO 37,5%, nace la Sociedad Química y Minera de Chile (SOQUIMICH) en 1968.

Luego en 1971, tras malos resultados de la empresa, el Estado de Chile por medio de la CORFO adquiere el 100% de la propiedad y con ello queda nacionalizado la explotación del salitre.

Entre 1983 y 1988 se iniciaría el proceso de privatización que llevaría finalmente el destino de SOQUIMICH a manos de ex yerno de Pinochet, Julio Ponce Lerou.

Es Julio Ponce Lerou, en ese entonces yerno de Pinochet, quien encabeza el irregular proceso de privatización de la empresa y una vez privatizada toma el control de la misma para ser uno de los principales dueños y Presidente del Directorio por casi tres décadas.

Durante el Gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, el 21 de diciembre de 1995 se firmarían últimos contratos mediante los cuales el Estado, a través de Corfo, renunció a su participación en el negocio del litio vendiendo sus acciones en la Sociedad Minera Salar de Atacama (Minsal, controlada anteriormente por Amax de la cual SQM tomó el 75% para controlarla y darle nuevo nombre de SQM en 1998).

Fue la misma SQM quien fijaría el monto del pago por el arriendo de las pertenencias a Corfo. Se estipuló un irrisorio pago de 15 mil dólares anuales, mientras SQM obtuvo  ganancias de millones de dólares.

El año 2013, el gobierno anterior inició acciones judiciales, por graves incumplimientos de SQM a los contratos suscritos. En 2014, Corfo interpuso las demandas pidiendo al árbitro el término anticipado de los contratos y la devolución del Salar a la Corporación, su dueña, tal como lo preveía el mismo contrato. De esta demanda se hizo parte el Consejo de Defensa del Estado en el año 2015. En 2016, Corfo demandó por el incumplimiento del contrato de proyecto, ya que SQM, desde los años 90, mediante acciones deliberadas vulneró la integridad de los derechos del Estado en el Salar, ejecutando acciones que trataron de impedir una licitación competitiva al término del contrato al año 2030 para limitar fuertemente la incorporación de terceros en la explotación del salar, como por ejemplo la superposición de solicitudes de derechos mineros por sobre los del Estado. (Minuta conciliación Corfo SQM http://www.camara.cl/verDoc.aspx?prmTIPO=DOCUMENTOCOMUNICACIONCUENTA&prmID=66531 )

Como ha quedado demostrado en el proceso arbitral, SQM no pagó íntegramente al Estado las rentas de arrendamiento entre los años 2009 y 2014, ocultó información, afectando la integridad de la propiedad estatal del Salar, buscando imposibilitar una licitación competitiva en miras al 30 de diciembre de 2030, fecha en que vence su contrato de arriendo con Corfo.

Producto de lo anterior ,el año 2018, Eduardo Bitrán, negoció un nuevo contrato entre SQM y Corfo en el que se mejoran las condiciones para el Estado de Chile, permitiéndose se recaude hasta el 40% de las ventas realizadas por SQM con relación al precio de la tonelada de litio.

El contrato además, como han señalado diversos expertos, pavimentaba el camino para que el Estado más adelante pudiese llamar a una licitación pública internacional.

ESTRATEGIA NACIONAL DEL LITIO 2023

Presidente Gabriel Boric y Ministros anuncia la Estrategia Nacional del Litio que no considera al salar clave: El Salar de Atacama

Después de ser postergada en varias oportunidades, fue en marzo del 2023 que el presidente de Chile, Gabriel Boric anunció la Estrategia Nacional del Litio.

Desde entonces la crítica del mundo privado, de académicos y personeros con entendimiento en el negocio del litio se hizo sentir. El punto más criticado es que se consideraría asociaciones con nuevos privados para otros salares, pero para el Salar de Atacama, la “joya de la corona”, se privilegiaría una negociación directa con SQM.

El Ciudadano denunció tempranamente la operación de Ponce Lerou y SQM para infiltrar Codelco, Enami y el gobierno en distintos frentes para así obtener un acuerdo directo que le permitiera perpetuarse en Salar.

Corfo designó a Codelco para que lleve adelante las negociaciones, encabezadas por Máximo Pachecho quien se sentó a puertas cerradas con SQM, dejando a Eduardo Bitrán fuera de estas conversaciones como él mismo ha confirmado.

Para asesorar al Estado de Chile, se contrató al estudio de abogados Carey, entidad con vínculos probados con SQM y que en el pasado también prestara servicios a compañías claves como la Anglo Lautaro Nitrate Company.

El lobby de SQM fue tan brutal y acompañado de una fuerte inversión publicitaria en medios de comunicación para frenar cualquier información que entorpeciera sus planes, que logró para diciembre del 2023 un pre-acuerdo con el Estado que ha sido considerado desfavorable por considerarse más beneficioso para SQM que para el Estado.

El preacuerdo, al igual que en el pasado, contempla la creación de una nueva empresa con participación 50,001 para el Estado y 49,999 para SQM, más una serie de condiciones de aumento de toneladas sin consulta previa a las comunidades asociadas en el Consejo de Pueblos Atacameños, tampoco se consultó a comunidades Collas.

Ahora está por verse si la historia de sales y nitratos en Chile es cíclica y si se beneficiará de manera directa a una empresa corruptora y que mantiene deudas con el Fisco. El preacuerdo plantea que en el primer trimestre del 2024 el acuerdo debiese quedar firmado, ya se verá si el Presidente de Chile repite la historia.

Por Bruno Sommer Catalán

*Periodista, fundador de El Ciudadano

Recuadro

*Desde 1890 el Banco Anglo Sudamericano, operaba en Chile como el Banco Tarapacá y Londres.

En 1900 el Banco de Tarapacá y Londres absorbió al Banco Anglo-Argentino para convertirse en el Banco de Tarapacá y Argentina y en 1907 el Banco cambió nuevamente su nombre, a Banco Anglo-Sudamericano. Se crearon dos empresas subsidiarias: la Anglo-South American Real Property Company, establecida en 1910, y la London and South American Investment Trust Limited, fundada en 1912. En 1917 el Banco se hizo cargo del Commercial Bank of Spanish America, y en 1920 se hizo cargo del Banco Británico de América del Sur. También en 1920, el Anglo-South American Bank obtuvo el 60 por ciento de las acciones de una firma de banca privada, Banco A Edwards y Cía. A fines de la década de 1920 y principios de la de 1930, el Banco sufrió muchas pérdidas y, en 1936, el Anglo-South American Bank entró en liquidación, mientras que sus subsidiarias, como Trust Company y Real Property Company, fueron absorbidas por el Bank of London and South America. Ltda. (BOLSA). Este Banco conocido popularmente como el Banco de Londres de capitales anglo, operó en sudamerica entre 1923 y 1971.

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