Crónica de una descentralización postergada

Línea 3 del Metro costó tres veces más que el proyecto de Metro en Concepción

Vía Resumen / Más de 1

Por Absalón Opazo

26/01/2019

Publicado en

Chile / Regiones / Transportes

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Vía Resumen / Más de 1.700 millones de dólares fueron los que invirtió el Gobierno en los 22 kilómetros de la flamante nueva Línea 3 del metro de Santiago, cifra que representa más del triple que los 500 millones que se estipulan para un metro en Concepción.

Mientras las autoridades del gobierno central que visitaron la zona negaron toda posibilidad de un metro para Concepción, ya están proyectadas 3 nuevas líneas para el Metro de Santiago antes del 2026 (Línea 7, Línea 8 y Línea 9); Piñera además anunció, durante el discurso de inauguración de la Línea 3, una no confirmada Línea 10.

Una de las excusas que dan desde el poder político en Santiago es que las nuevas líneas transportarán a más personas. Sin embargo, lo cierto es que la rentabilidad social del proyecto de metro penquista es aún mayor, por lo que sólo se trata de un tema de voluntad política. En ese sentido, resulta penoso que autoridades locales respalden esta postura de Santiago, sin mostrar un mínimo de orgullo y dignidad territorial.

Como dato, Valparaíso -transformado cada vez más en una extensión costera de la Región Metropolitana-, con menos habitantes que Concepción, cuenta con un tren urbano desde el año 2005, con cuatro estaciones subterráneas: Miramar, Viña del Mar, Hospital y Chorrillos.

Esto grafica aun más el abandono de inversión en obras públicas y viales en el Gran Concepción, cuestión que a estas alturas constituye un verdadero castigo a sus habitantes, que ven disminuir su calidad de vida, debido a todos los problemas de transporte y la verdadera tragedia que es trasladarse en horas puntas por el trayecto entre San Pedro y Concepción, Collao, y el centro, entre otras.

Además, el transporte público viene experimentando reiteradas alzas durante los últimos meses, con un servicio tanto buses como de ferrocarril, que es pésimo. El Biotren demora años en su extensión, cuando toda la estructura ferroviaria ya está construida. El último debate -la extensión a Lota, apenas 9 kilómetros sobre un tendido ya existente desde el siglo XIX-, lleva años.

Asimismo, los viejos trenes que circulan con constantes fallas lo hacen sobre una línea a nivel que no contempla desniveles en los cruces, lo que ha traído una serie de accidentes con un elevado saldo de muertes, no sólo atribuibles a la falta de precaución, sino fundamentalmente a la falta de planificación y medidas de seguridad.

La necesidad de mejorar las condiciones del tránsito penquista es urgente: regular los recorridos de las micros, disminuir la cantidad de autos particulares, mejorar las condiciones para peatones y ciclistas, etc., por lo que la ejecución del proyecto de un metro resultaría un gran alivio a buena parte de la población.

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