Patricio Segura sobre reforma al Código de Aguas: «Esto no es se aprueba y nos vamos para la casa. Esto es se aprueba y seguiremos corriendo el cerco»

Patricio Segura, de la Corporación por el Desarrollo de Aysén y ex dirigente de Patagonia Sin Represas, expresó que “si a uno le preguntan si la reforma al Código de Aguas es la estación final del proceso ciudadano y político para recuperar el agua como bien común, uno tiene que decir que no. Pero muchos creemos que es un avance en la dirección correcta.”

Por Josefa Montes

23/07/2021

Publicado en

Actualidad / Chile / Medio Ambiente / Portada

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El próximo martes 27 de julio, el Senado votará en general el proyecto de ley que modifica el Código de Aguas. El proyecto fue ingresado en marzo de 2011 en la Cámara de Diputados y el pasado miércoles, luego de una década de tramitación, la iniciativa comenzó a ser discutida en general en su segundo trámite constitucional en el Senado.

El proyecto de reforma al Código de Aguas comenzó a ser discutido luego de las intervenciones de los presidentes de las comisiones de recursos hídricos, de agricultura y de constitución del Senado, quienes reforzaron que el proyecto busca establecer las aguas como bienes nacionales de uso público, garantizar su uso a todos los habitantes del país y la priorización del agua para consumo humano como materia de derechos humanos.

El ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, comentó que “el Ejecutivo espera que el Senado respalde este proyecto”, y comentó que, si bien el código de aguas no resuelve los problemas de base, sí es “un pilar importante” para afrontar la crisis hídrica que atraviesa Chile.

La senadora Isabel Allende declaró durante su intervención en la sesión que “los derechos no son derechos si no son para todos. Terminan transformándose en privilegios. Y hoy día, en nuestro modelo chileno de mercado, hay también una evidente crisis social y ambiental,  en la medida que no hay la suficiente protección ambiental y que no todos los ciudadanos acceden al agua potable”. 

Por su parte, el senador Carlos Bianchi criticó el tiempo que tomó para que el proyecto entrara en su fase final de legislación: “Más de diez años han pasado desde el inicio de la tramitación de estos proyectos de ley y los dueños del agua usan y abusan de ella como si no existiera el cambio climático y como si no existieran comunidades enteras soportando sequías que ponen en riesgo sus propias vidas”, expuso.

Desde Chile Vamos, la senadora Luz Ebensperger expresó que, pese a que tiene sus reparos con el proyecto, también votará a favor de la iniciativa. La senadora UDI comentó que el proyecto aún tiene espacio para mejoras.

El Ciudadano conversó con Patricio Segura, de la Corporación por el Desarrollo de Aysén. El ex dirigente de Patagonia Sin Represas expresó que “si a uno le preguntan si la reforma al Código de Aguas es la estación final del proceso ciudadano y político para recuperar el agua como bien común, uno tiene que decir que no. Pero muchos creemos que es un avance en la dirección correcta.”

El dirigente insistió en que “la eventual aprobación de la modificación al Código de Aguas no debe ser una aprobación inmovilizadora” y que no debe detener “las fuerzas de las organizaciones y las comunidades en pos de ir avanzando en elementos que permitan recuperar el agua en todas sus formas».

Desde el Movimiento de Defensa por el acceso al Agua, la Tierra y la Protección del Medio Ambiente (Modatima) esperan que el proyecto de reforma al Código se Aguas sea aprobado por unanimidad luego de una década.

Establecer constitucionalmente el agua como bien común 

Algunas otras organizaciones han planteado que las únicas vías para defender el agua son la derogación del Código de Aguas de 1981 y la eliminación del artículo 19 N° 24 de la Constitución actual,

Para Lucio Cuenca Berger, director Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales OLCA, la reforma que se tramita y votará en general es irrelevante, ya que a su juicio las reformas necesarias que deben permitir la desprivatización, deben considerar eliminar el párrafo de la actual constitución que entrega los Derechos de Aprovechamiento de Agua en propiedad Privada a los particulares (Art. 19 N° 24 inciso último: Los derechos de los particulares sobre las aguas, reconocidos o constituidos en conformidad a la ley, otorgarán a sus titulares la propiedad sobre ellos.)

«Se nos quiere presentar como avances el establecer que las aguas son “Bienes Públicos”, propiedad de todos los chilenos y chilenas, esto es falso, es un distractor. El agua ya está consagrada en el Código Civil como bien nacional de uso público (Artículo 595 CC) y en el mismo Código de Aguas (Artículo 5: “Las aguas son bienes nacionales de uso público, y se otorga a los particulares el derecho de aprovechamiento de ellas, en conformidad a las disposiciones del presente Código”), lo que no ha sido un impedimento para la privatización por la vía de entregar el acceso como Derechos de Aprovechamiento de Agua en propiedad privada», plantea.

Cuenca señala que el punto más importante de esta reforma es que las nuevas concesiones (ya no Derechos de Aprovechamiento entregado en propiedad) serán temporales, con causales de caducidad y extinción. «Esto también es una ilusión, la reforma afecta a las aguas disponibles sobre las cuales todavía no se ha otorgado propiedad, actualmente se calcula que afectaría a menos del 10% de las aguas. Por lo tanto, esta reforma consolida la propiedad privada del agua, y no avanza en su desprivatización y gestión territorial», indica.

Para el director de OLCA los tiempos exigen avanzar en establecer constitucionalmente el Agua como bien común y Derecho Humano, sus prioridades de uso y la gestión comunitaria, el respeto de su ciclo (incluido los Glaciares y su entorno) en el marco de respeto a los Derechos de la Naturaleza y por una vida digna.

«Esta visión ratifica la demanda que muchos territorios y comunidades levantan hace años, derogar el Código de Aguas», afirma.

“Esta reforma no es el fin del trabajo«

Al ser consultado sobre esta postura, Patrico Segura indicó que “esa es una discusión política” de forma, pero no de fondo. “Esta reforma no es el fin del trabajo, no es todo lo que uno quisiera, pero es un avance que va en la dirección correcta”, aseguró, agregando que “la diferencia es más política, en términos de cuáles son las estrategias, pero no es una diferencia en términos de a dónde queremos llegar. Yo creo que queremos llegar al mismo lugar, pero hay definiciones diferentes de cómo queremos avanzar”.

El activista aseguró que las organizaciones seguirán luchando por la defensa del agua incluso si se aprueba la reforma al Código de Aguas. “Si alguien cree que se aprueba la reforma y las organizaciones se van a ir para la casa porque estamos listos, es no entender cuál es el leitmotiv de mucha gente de recuperar el agua para el bien público”, comentó. “Esto no es se aprueba la reforma y nos vamos para la casa. Esto es se aprueba la reforma y seguimos corriendo el cerco»”, sentenció.

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