Puerto Montt: Denuncian que negocios inmobiliarios están arruinando los humedales de la zona

La situación de los humedales se ha tornado crítica y preocupa a las organizaciones comunitarias y ambientalistas en la Futawillimapu, en Melipulli, y sus alrededores, donde se ubican las ciudades de Puerto Montt, Llanquihue, Calbuco, Maullin, y espacios territoriales como Valles Volcanes, Lagunitas, Chinquihue, Cuarta Terraza, Pelluco, La Goleta, Trapen, Pellasmó, Wallun, Huantao, Llanquihue.

Desde las comunidades se han levantado varios reclamos para detener con protestas el avance destructivo de inmobiliarias, hidroeléctricas y vertederos. Recordemos que las particularidades de los humedales han sido causa de preocupación mundial, por el cual han surgido medidas de protección como la declaración levantada en la localidad de Ramsar, Irán, el 2 de febrero de 1971, cuyos puntos entran en vigencia como acuerdos internacionales el 21 de diciembre de 1975.

Entre administrar riquezas y la especulación

Los estados involucrados en hacerse responsables de la protección de humedales, entre ellos el chileno, actual administrador de los territorios de la futawillimapu, se comprometen a respetar lo estipulado por la comisión Ramsar, pero en la realidad , sólo se ve corrupción, negociados y episodios de constantes mentiras.

Las leyes que tiene Chile no logran controlar la incidencia de inmobiliarias, y sus organismos fiscalizadores no tienen peso suficiente para acudir al llamado de atención que les hace la población afectada. Los tribunales no tienen competencia para detener la intervención del espacio mientras se desarrolla un juicio, por lo que con estos antecedentes, se sostiene que no cuentan con los conocimientos de la real magnitud de los daños.

Las estructuras urbanísticas se alzan sin respeto sobre estos espacios, llenando y rellenando con cemento para que se establezcan edificios, parques industriales, vertederos y unas cuantas casas de poblaciones para la gente. En sus proyectos no existen las variables armonía, arte, paisajismo, aire puro y respirable, agua; solo se expresa un cuadro triste de urbanización que han hecho desaparecer lo construido cuidadosamente por la naturaleza en la actual provincia de Llanquihue y que por más de 12 mil años antes, administraron muy bien las identidades territoriales mapuche, que el Estado chileno en sus 200 años de su existencia ha ido destruyendo.

Puerto Montt sobre humedal

En la actual organización económica no se contemplan medidas de reparación frente a lo devastado, y los movimientos ciudadanos se ven imposibilitados de actuar ante el desigual estado de debate social, donde no hay prácticamente oportunidades de demostrar otra forma de ver el desarrollo, expresando, sin embargo, cierta resistencia.

Miguel Torres, de la organización Newenche mapu – mongen de Melipulli, cuenta que “los espacios que se están destruyendo están alrededor de Puerto Montt, de hecho la ciudad capital está sobre un humedal en todo su radio comunal”.

El dirigente acusa a las inmobiliarias que construyen sin ninguna visión de preservación e instalan el alcantarillado descargando todo en ríos, lagos y mares, ante lo cual propone la protección urgente de todos los sectores naturales que quedan en esta zona.

“Rescatar la vegetación nativa, sondeos de aves, resguardar las aguas limpias para su consumo, reubicar la vegetación que es arrasada día a día existente en torno a los humedales o en torno a los lugares donde se realizan los proyectos, humedales así como los mañíos, canelos, maquis, murtas, helechos, y con esto mismo crear pulmones verdes dentro de la ciudad”, son algunos de los consejos que han planteado al proceso de diseño urbanístico, pero con «cero resultados» dice Torres.