Rodrigo Rojas Vade: Mentiroso compulsivo

Rodrigo Vade Rojas pasó de ser un manifestante en Plaza Dignidad a uno de los vicepresidentes de la constituyente, sobre la base de una gran mentira: una lucha contra el cáncer que lo quebró económicamente y que exponía las desigualdades del sistema.

Por Leonardo Buitrago

16/09/2021

Publicado en

Chile / Política / Portada

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“No le temo al cáncer, menos a la represión”, “No lucho contra el cáncer, lucho para pagar la quimio”, decían los carteles que levantaba Rodrigo Rojas Vade durante el estallido social de octubre de 2019.

En las protestas realizadas en Plaza Dignidad, se hizo famoso por su arrojo ante las fuerzas policiales y por su delgado cuerpo y su torso desnudo exhibiendo catéteres y cicatrices en su cuerpo, como consecuencia de los «tratamientos» a los que debía someterse.

Según Rojas Vade, tanto esas marcas como su calvicie, por la que fue apodado como “el Pelao Vade”, eran producto de una leucemia linfoblástica mixta que lo aquejaba desde 2012.

Rojas Vade aseguró que padecía leucemia linfoblástica mixta y uso la enfermedad como bandera política

Tras darse a conocer entre la ciudadanía, decidió postularse como convencional constituyente por la Lista del Pueblo en el distrito 13 de la Región Metropolitana, e hizo una campaña centrada en las deficiencias del sistema de salud y en su lucha como paciente de cáncer.

En los comicios del 15 y 16 de mayo fue elegido con 19.312 votos por la ciudadanía. Durante la sesión inaugural de la Convención Constitucional, el 4 de julio de 2021, su nombre fue propuesto por La Lista del Pueblo para ocupar la vicepresidencia de dicha instancia; en las 3 votaciones sucesivas obtuvo 29, 45 y 35 preferencias, no resultando electo.

Posteriormente, producto de la ampliación de la mesa directiva con 7 nuevas vicepresidencias, obtuvo uno de dichos cupos el 28 de julio. Además, integra la comisión de Participación y Consulta Indígena.

De esta forma, Vade Rojas pasó de ser un manifestante en Plaza Dignidad a uno de los vicepresidentes de la constituyente, sobre la base de su historia: una lucha contra el cáncer que lo quebró económicamente y que exponía las desigualdades del sistema.

Sin embargo, este relato resultó ser parte de una gran mentira. El pasado 4 de septiembre confesó que jamás ha tenido cáncer, y que todo fue un intento de ocultar “otra enfermedad, para no sufrir el estigma social”.

“Efectivamente, mi enfermedad de base no es cáncer (…). Siento que me tengo que retirar. No tengo nada más que hacer en la Convención (…) “Es el peor error que cometí en mi vida”, reconoció Rojas Vade, quien el día después anunció que renunciaba a la vicepresidencia adjunta del órgano.

Luego de la confesión, la Convención debió enfrentarse a un problema político sin precedentes y se abrió un debate sobre su salida y reemplazo, ya que en la Constitución se señala que los convencionales se rigen por las mismas normas que los parlamentarios pero este no contempla la sustitución en caso de un independiente electo en lista no partidaria.

Debido al escándalo, desde la Mesa Directiva del órgano presentaron denuncia ante la Fiscalía para pedir una investigación en este caso, para detectar si hubo delito, luego de que Rojas indicara en su Declaración de Intereses y Patrimonio una deuda por $27.000.000 derivada de su supuesto tratamiento contra el cáncer.

Ante ello, el Ministerio Público anuncio que designó al fiscal jefe del Centro de Justicia, Patricio Cooper, quien indagará posible perjurio por parte del convencional por realizar una declaración falsa o engañosa a sabiendas y bajo juramento.

Sífilis, enfermedad de Behcet y púrpura trombocitopénica idiopática

Finalmente se reveló el verdadero diagnóstico que le aqueja y no es VIH o Sida como se especuló durante días por redes sociales.

El abogado del constituyente, Tomás Ramírez, en conversación con El Mercurio y en entrevista con Mentiras Verdaderas” de La Red, informó que el principal diagnóstico que posee es sífilis, que sería la enfermedad de «estigma social», a la cual se refirió Rojas Vade cuando lanzó el primer comunicado luego de desmentir que tenía cáncer.

“El 8 de marzo de 2013 tuvo un diagnóstico de bacteria treponema pallidum, que es la que genera la sífilis. Es una enfermedad que es tratable. No parece tener una proyección, pero sí tiene un estigma social. Es una enfermedad de la cual no se sabe mucho y sí tiene un impacto en su vida personal. Fue en ese momento donde empieza esta historia”, dijo el abogado.

rojas vade y su abogado
En cuanto a las rifas, el abogado Tomás Ramírez dijo que Rojas Vade juntó $13 millones.

“Es un asunto bien complejo, porque él ha tenido distintas enfermedades y ha tenido distintos diagnósticos, y lo que sucede es que la primera de ellas es la que genera este estigma social y que según lo que él me ha señalado, en ese momento a su círculo cercano le dice, ‘estos síntomas que tengo yo no corresponden a la enfermedad que me fue diagnosticada, sino que al cáncer’, y en las siguientes enfermedades, en los siguientes diagnósticos, los fue asociando a esa primera historia. Esto es lo que me dice él”, agregó Ramírez.

“Sus diagnósticos fueron cambiando, desde síndrome disentérico, síndrome emético, reacción adversa a medicamentos, síndrome vertiginoso, entre otros», señaló.

En la documentación médica mostrada por el abogado aparecen síntomas como náuseas, cefaleas, problemas gástricos, afectaciones al cabello y a la piel y problemas sanguíneos.

Tras varios ingresos y egresos, especialmente en la Clínica Alemana, el abogado contó que en 2017 “apareció como diagnóstico la enfermedad de Behcet, que parece ser una de las enfermedades y luego vienen una serie de ingresos en 2018. También tiene sospecha de meningitis. Luego pasa a la Clínica Bupa y en los últimos ingresos ahí el diagnóstico es púrpura, que tiene distintas formas de manifestarse. Ésta sería una trombocitopenia idiopática, es decir que no se sabe su origen”.

No obstante, aclaró que todos estos diagnósticos no son definitivos y que Rojas Vade iniciará un trabajo con distintos especialistas para ello.

Sobre la deuda de $27 millones por “financiamiento de tratamiento quimioterapéutico” con el banco Scotiabank, que incluyó el convencional en su declaración de patrimonio e intereses, el abogado indicó que “generalmente cuando una persona tiene una enfermedad de alto costo o un choque económico de esta magnitud, en donde los costos van sucediendo uno tras otro, se forma lo que en términos coloquiales se dice ‘bicicleta’, entonces se paga una deuda abriendo otra, y aquí lo que hubo fue uso de crédito y de tarjetas de crédito”.

“Los programas clínicos de la isapre que él tenía, daban cuenta que el copago que debía realizar él por estas hospitalizaciones eran de un total de $ 47 millones. Había en algún minuto un seguro médico que cubría otra parte, pero es importante tener claro cuáles son esos márgenes, porque además, él queda cesante en abril del 2020 de JetSmart, y al mes siguiente se realiza esta rifa para reunir fondos, porque no se trata de que él haya tenido una enfermedad con una carga financiera muy intensa, sino que era un proceso donde ingresaba una y otra vez, y este monto se iba haciendo cada vez más grande”, especificó, citado por La Tercera.

En cuanto a las rifas, el abogado dijo que Rojas Vade juntó $13 millones.

Sobre el destino de estos recursos expresó: “Hay una parte del gasto que va a ser muy difícil de poder determinar, porque se refiere, por ejemplo, a boletas de medicamentos”.

Las explicaciones dadas por el abogado no respondieron la duda que permanece en la ciudadanía sobre qué razones llevaron a Rojas Vade a mentir sobre que padecía cáncer, lo que generó un mar de críticas a través de las redes sociales.

¿El final de La Lista del Pueblo?

De 37 años, formado en prevención aeronáutica, siendo contratado en 2009 por la aerolínea LAN Airlines (actual LATAM Airlines), donde se desempeñó como operador de vuelos, pasando en 2017 a JetSmart para trabajar como tripulante de cabina, Rojas Vade participó en la fundación de la ‘La Lista del Pueblo’ integrada solo por independientes, que consiguió 27 delegados constituyentes de 155 cupos.

El movimiento de izquierda se proclamó ser portador y defensor de “nuevas formas de hacer política”, y trató de conducir el movimiento ciudadano y las luchas de las Asambleas Territoriales desde Santiago, pero cayó en picada debido a escándalos políticos.

Su candidato presidencial, Francisco Ancalao, recibió el rechazo del Servicio Electoral al presentar 23.000 firmas de apoyos que resultaron falsas luego de comprobarse que la notaría donde fueron legalizadas no existe desde 2018 y el notario estaba muerto desde febrero de ese año.

Esto, entre otros episodios, produjo el estallido de la agrupación de la que Rojas Vade se había separado hace solo unas semanas para pasar junto a otros convencionales a la agrupación Pueblo Constituyente, de la cual fue expulsado el pasado 8 de septiembre a raíz de la confesión del falso cáncer.

Este fraude político puede terminar con La Lista del Pueblo, pero no representa una derrota para los movimientos ciudadanos y las Asambleas Territoriales, que continúan su lucha desde la Convención.

De hecho, a través de una declaración pública, las y los convencionales de Movimientos Sociales Constituyentes indicaron que “los hechos que involucran a Rodrigo Rojas Vade son muy graves”, por lo que hicieron un llamado para que “sean esclarecidos y abordados con el mayor sentido de responsabilidad, política y social, sin dejar de lado una perspectiva de cuidado”.

El texto, suscrito por Alejandra Flores del Distrito 2, Cristina Dorador del Distrito 3, Constanza San Juan del Distrito 4, Carolina Vilches del Distrito 6, Janis Meneses del Distrito 6, Alondra Carrillo del Distrito 12, Alvin Saldaña del Distrito 15, Gloria Alvarado del Distrito 16, María Elisa Quinteros del Distrito 17, Bastián Labbe del Distrito 20, Vanessa Hope del Distrito 21, Manuela Royo del Distrito 23 y Elisa Giustinianovich del Distrito 27, plantean que seguirán adelante con la defensa de las demandas populares e históricas dentro de la Convención.

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«No soy delincuente, soy alguien que se equivocó»

Pese a haber mentido y engañado a la ciudadanía, Rojas Vade asegura que no ha cometido ningún delito.

En una declaración pública, con la que rompió el silencio, tras el escándalo del engaño sobre el supuesto padecimiento de cáncer, que utilizó durante su campaña para llegar a la CC, aseguró que se defenderé en los tribunales, “porque no soy delincuente, soy alguien que se equivocó”.

Sigue leyendo: Rojas Vade rompe el silencio tras escándalo por falso cáncer: «No soy delincuente, soy alguien que se equivocó»

A juicio de Tomás Ramírez, su abogado defensor, no debería ser enjuiciado ya que «no cometió perjuicio».

«No debería tener efectos penales, pues no cometió perjuicio. Pero evidentemente es distinto que nunca haya tenido estos síntomas o que nunca haya recibido atención médica, en especial para las personas que han sufrido al enterarse que no tenía cáncer», planteó.

Lo cierto es que para la ciudadanía, Rodrigo Rojas Vade debe salir de la Convención Constitucional.

Loncon sobre regreso de Rojas Vade a la CC: “No es saludable para él ni para nosotros»

Por su parte, la presidenta de la Convención Constitucional, Elisa Loncon, se refirió este jueves a cómo el escándalo puede afectar la percepción del órgano encargado de redactar la nueva Carta Magna.

«Por supuesto que sí, afectó la imagen de la Convención, Rojas Vade también fue electo por voto popular y eso afecta la confianza que se tiene en el órgano», afirmó en entrevista con Radio Duna

“Lamentamos la situación, sin embargo, estamos en el Chile completamente también atravesado por problemas de valores. Estamos en el Chile individualista al extremo y ese es el Chile que queremos cambiar. Yo creo que la ciudadanía tiene que verlo desde esa dimensión. La Convención refleja el Chile donde estamos, y esto no es defender a nadie, es entregar ese contexto en el que nos encontramos y por qué nos movilizamos a cambiarlo”, añadió.

Asimismo, Loncon aseguró que «no sería favorable» que el constituyente regrese a sus funciones una vez terminada su licencia médica.

«Siempre la verdad es liberadora. Creo que es positivo que se conozca la verdadera enfermedad de nuestro constituyente, en lo personal siento que no sería favorable su presencia, tanto para la salud de él mismo y por el cuidado de la misma Convención», subrayó.

“Creo que es importante que su abogado asuma su vocería, a nosotros no nos corresponde. Tampoco me corresponde juzgar las enfermedades y creo que es lo mejor en términos que él tenga un vocero que dé a conocer la situación, como él está (…) Lo que a nosotros nos corresponde como Convención, es dejar muy claro nuestra disposición para que el caso se investigue y los tribunales resuelvan finalmente el caso”, reflexionó Loncon.

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