Celestino Aós Braco, quien ejercía como obispo de la Diócesis de Copiapó

Se va Ezzati: Papa Francisco aceptó su renuncia y nombra a un reemplazante

El vocero de la Red de Sobrevivientes de Abusos Eclesiásticos, Helmut Kramer, lamentó la demora del Papa en este nombramiento, y planteó que el Vaticano debe hacer "cambios profundos" en su sistema interno de justicia. En esa línea, reiteró que Ezzati debe "pagar con cárcel" en la causa en su contra por encubrimiento de los abusos sexuales ocurridos al interior de la iglesia.

La Nunciatura Apostólica en Chile informó este sábado que el Papa Francisco aceptó la renuncia al gobierno pastoral de la Arquidiócesis de Santiago de Chile presentada por el cardenal Ricardo Ezzati Andrello.

De acuerdo al reporte, el pontífice nombró como sucesor de Ezzati -pero en condición de «administrador apostólico sede vacante et ad nutum Sanctae Sedis de la Arquidiócesis de Santiago- a Celestino Aós Braco, quien ejercía como obispo de la Diócesis de Copiapó.

Un administrador apostólico es un obispo o un presbítero nombrado por el Papa para administrar una diócesis que se encuentra en situación de sede vacante; es decir, sin su obispo o arzobispo residencial. En este caso particular, se trata de nombramiento para una sede vacante «a voluntad de la Santa Sede» (ad nutum Sanctae Sedis) y «hasta que el Papa provea un nuevo arzobispo para el gobierno pastoral de la arquidiócesis», agrega el comunicado la Iglesia.

Con este nombramiento, de las 27 jurisdicciones eclesiásticas en Chile, nueve se encuentran en situación de sede vacante y a cargo de administradores apostólicos: San Felipe, Valparaíso, Santiago, Rancagua, Talca, Chillán, Valdivia, Osorno y Puerto Montt.

«Con la frente en alto»

Una vez conocida la noticia, según consigna Radio Cooperativa, el cardenal Ricardo Ezzati declaró que se despide del Arzobispado de Santiago «con la frente muy en alto» y «la conciencia muy tranquila», más allá de las críticas que despierta su figura y las acusaciones de encubrimiento de abusos sexuales que lo tienen como imputado ante la Justicia.

«Les puedo decir, con la frente muy en alto: Cumplí lo que les prometí al iniciar mi servicio episcopal en Santiago, después de que había explotado el caso Karadima. Dije en esa oportunidad que ustedes podían confiar en que su obispo habría mantenido no solamente la frente en alto ante esto, sino que les aseguraba que todo, toda denuncia habría sido diligentemente investigada (sic)», expresó Ezzati.

Finalmente, el vocero de la Red de Sobrevivientes de Abusos Eclesiásticos, Helmut Kramer, lamentó la demora del Papa para nombrar a un sucesor de Ezzati, y planteó que el Vaticano debe hacer «cambios profundos» en su sistema interno de justicia. En esa línea, reiteró que Ezzati debe «pagar con cárcel» en la causa en su contra por encubrimiento de los abusos sexuales ocurridos al interior de la iglesia.

Ricardo Ezzati

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