Siempre con el voto obligatorio

"El voto voluntario, iniciativa a la que me opuse firmemente desde el comienzo de la tramitación del proyecto en el Congreso el año 2008, no hizo más que separar a la ciudadanía de su rol político..."

Por Absalón Opazo

27/12/2022

Publicado en

Chile / Columnas / Política

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Por Jaime Mulet, Diputado Distrito 4 de la Región de Atacama, Federación Regionalista Verde Social

El año 2020 presenté un proyecto de reforma constitucional junto a otros parlamentarios y parlamentarias para reestablecer el voto obligatorio en las elecciones populares (boletín 13212-07), iniciativa que, refundida con otro proyecto presentado en el mismo sentido, fue aprobada por la Cámara de Diputadas y Diputados el día 19 de diciembre.

Celebramos la decisión tanto del Senado como de la Cámara Baja de legislar reestableciendo el voto obligatorio, luego del fracaso que tuvo el voto voluntario desde su entrada en vigor en el año 2012 con la publicación en el Diario Oficial de la Ley 20.568 que regula la inscripción automática, modifica el servicio electoral y moderniza el sistema de votaciones (1).

Como pudo observarse, desde la primera elección municipal estando en vigencia la voluntariedad del voto, se evidenció una fuerte baja en la participación electoral, pese a que al mismo tiempo fue aumentando sostenidamente el padrón electoral.

Estos resultados son sumamente preocupantes, ya que se ha sostenido que «si todos los ciudadanos son iguales en términos políticos, la elección de las autoridades del Estado debe ser realizada por todos ellos. Cuando la mayoría no es la que decide, parece ser que la opinión de unos vale más que la de otros y que no todos los ciudadanos son iguales en términos políticos. (…) Una comunidad política democrática tiene un legítimo interés en proteger la forma de vida democrática que se funda en la idea de la igualdad política».

«Así, la obligatoriedad del voto puede ser justificada, por ejemplo, en la necesidad de salvaguardar un sistema de legitimación de las autoridades estatales que considere la opinión igual de cada uno de los ciudadanos» (2).

En definitiva, el voto voluntario, iniciativa a la que me opuse firmemente desde el comienzo de la tramitación del proyecto en el Congreso el año 2008, no hizo más que separar a la ciudadanía de su rol político y, por lo tanto, el restablecimiento de la obligatoriedad del voto es una de las formas imprescindibles de remediar esta situación, por cuanto contribuye a la profundización de la democracia y refuerza a las instituciones representativas del Estado.

NOTAS

(1) Esta Ley, eliminando la sanción asociada al incumplimiento de la obligación de votar, concretizó el voto obligatorio consagrado el año 2009 mediante la publicación en el Diario Oficial de la Ley N° 20.337 que reformaba nuestra carta fundamental con el objeto de consagrar el sufragio como un derecho de los y las ciudadanas y su inscripción automática en los registros electorales.

(2) MARSHALL, Pablo (2009): “El derecho y la obligación de votar”. En Revista de Derecho Público. Vol. XXII. N°1.

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