Acusan precarización de condiciones laborales

Sindicato Starbucks rechaza proyecto de Estatuto Laboral para Jóvenes

A través de una declaración pública, los trabajadores del Sindicato Starbucks Coffee Chile expresaron un rotundo rechazo al proyecto de ley que pretende regular las relaciones laborales de estudiantes entre 18 y 24 años

Por Felipe Menares

08/05/2018

Publicado en

Chile / Sindical / Trabajo

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A través de una declaración pública, los trabajadores del Sindicato Starbucks Coffee Chile expresaron un rotundo rechazo al proyecto de ley que pretende regular las relaciones laborales de estudiantes entre 18 y 24 años. Según indican, más de la mitad de los 1700 trabajadores/as que se desempeñan en las 112 tiendas de la trasnacional estudian en alguna universidad o instituto técnico profesional.

“Sostenemos nuestro rechazo a este proyecto originalmente presentado en el 2013 y revivido con urgencia simple, porque contiene un sinnúmero de medidas que precarizan de manera desvergonzada las condiciones de trabajo de jóvenes con poca o nula experiencia laboral previa, bajo la falsa idea de compatibilizarlas con sus necesidades académicas”, afirmaron los trabajadores de la cadena.

Dentro de los argumentos entregados por la organización sindical destacan que el proyecto genera total inestabilidad laboral mediante el uso indiscriminado de contratos a plazo fijo, con lo cual –sostienen– “se imposibilita virtualmente la organización sindical”. A su vez, denuncian que la iniciativa desprotege a los jóvenes ante el despido, aumenta la jornada laboral diaria a 12 horas y elimina los descansos dominicales, entre otras objeciones expuestas.

“A todas luces, esta parece ser la punta de lanza de una agenda de flexibilización y retrocesos que terminará precarizando aún más a nuestra juventud, y con posterioridad a otros grupos vulnerables como nuestros ancianos y ancianas”, argumentan desde el Sindicato Starbucks Coffee Chile.

A esto agregan que “la informalidad laboral no existe porque los jóvenes la prefieran, sino por las innumerables ventajas económicas y administrativas que otorga a sus empleadores. Para terminar con ella, no se requiere formalizar la explotación, sino fiscalizar y castigar a quiénes desconocen las relaciones laborales que sostienen”.

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