Sra. Politzer Kerekes, siga usando su cadena sin miedo

Respuesta de Pablo Jofré -defensor de la causa palestina-, a las opiniones emitidas por Patricia Politzer -militante sionista-, en el diario El País, en la que dice sentirse decepcionada del Presidente Boric por no sentir empatía hacia la Comunidad Judía de Chile. Una polémica que involucra a dos periodistas chilenos que se autodefinen de izquierdas.

Sra. Politzer Kerekes, siga usando su cadena sin miedo

Autor: Pablo Jofre

La periodista chilena Patricia Politzer Kerekes, concedió una larga entrevista al diario español El País (1) en la cual hace un extenso recorrido por diversos temas expresando la clásica narrativa de la comunidad sionista chilena.

En dicha publicación sostiene, por ejemplo, que el Presidente de Chile no calibra el miedo que sienten los judíos en Chile en la actual coyuntura relacionada con el proceso de agresión contra la Franja de Gaza. Una Patricia Politzer que habla de su condición de chilena, judía, sionista y de izquierda, donde da su visión sobre lo que acontece en Palestina a manos de la ocupación del régimen israelí. Sobre este último punto gira este escrito, más allá de aquellos elementos introductorios. Es lo que llamó mi atención, más que su confesión de haber caído en una depresión política, ni sus afanes de escritora. Me interesa ahondar en su visión sobre el régimen israelí y sus consideraciones sobre lo que acaece a 13.375 kilómetros desde Santiago de Chile a Palestina.

Entre las opiniones consignadas expresa, al inicio de la entrevista, la profunda “depresión” que le ocasionó el fracaso de la Convención Constitucional, como también el agobio que le ocasiona el estado de la política chilena. Habla también de su hermana, quien murió a manos del nazismo. Nos refiere como chilena y su consideración de sionista, judía cultural y de izquierda. Un texto done critica lo que considera una posición errada del gobierno presidido por Gabriel Boric frente a lo que llama la guerra entre Gaza y la entidad israelí. Un ente al cual defiende al afirmar que Israel para los judíos es garantía de seguridad. Como judía, puedo vivir como se me antoje gracias a que existe el Estado de Israel”.

Y he aquí la primera nota absolutamente opuesta de mi parte con el discurso de la Sra. Politzer. Esto, pues la periodista ignora, deliberadamente, que el nacimiento y desarrollo, la existencia de la entidad israelí ha significado el expolio del territorio palestino, la usurpación y destrucción de sus aldeas, pueblos, ciudades, la invisibilización de su cultura. Precisamente, lo que ella llama los judíos que pueden vivir como se les antoja, es porque existe esta creación israelí a partir de mayo de 1948 a costa de los derechos de millones de palestinos. Expulsados de su tierra en Al Nakba en 1948 y cuyo proceso no ha terminado, por una política crónica durante 76 años y que a partir de octubre de 2023 se ha incrementado por cientos de miles de desplazados de sus hogares fundamentalmente en la Franja de Gaza, pequeño enclave de 360 kilómetros cuadrados donde malviven 2,3 millones de habitantes y que desde el 7 de octubre de 2023 ha perdido casi el 2% de su población, asesinada por las fuerzas ocupantes israelíes. Esos judíos que menciona la Sra. Politzer, que se declara atea pero sionista y de izquierda, ignoran los derechos de hombres, mujeres y entre ellos miles de niños, masacrados en los últimos 260 días. ¿Omisión interesada? ¿Ingenuidad? ¿Complicidad? ¿Ignorancia?

Patricia Politzer Kerekes con una familia de origen europeo oriental. Por parte de padre proveniente de la desaparecida Checoeslovaquia y de Hungría por parte de madre. Miembro de la Comunidad Judía de Chile y parte del directorio del Museo Interactivo Judío. Casada con el gestor cultural Arturo Navarro Ceredes, director ejecutivo del Centro Cultural Mapocho (2). Una mujer que ha declarado que su profunda motivación de vida está fundada en “los valores básicos del judaísmo que me marcaron a fuego mis padres, quienes sobrevivieron al Holocausto: el respeto al otro, la solidaridad como obligación, la libertad y el estudio” (3).

Difícil distinguir solidaridad cuando en esta entrevista en El País no existe mención condenatoria clara, precisa, sin ambigüedades ni teorías del empate, con relación al proceso de exterminio que sufre el pueblo palestino a manos de ese Israel que tanto reconoce. No hay un llamado al respeto a la vida de hombres, mujeres y sobre todo niños palestinos masacrados, mutilados, miles de ellos que aún yacen bajo los escombros de las viviendas, escuelas, mezquitas, iglesias cristianas, hospitales destruidos por las bombas de ese ente israelí del cual afirma que otorga seguridad a los judíos, pero una crónica inseguridad a millones de palestinos, convertidos en extraños en su propia tierra y con diario peligro vital. Una extraña concepción de la libertad para unos y prisioneros en campos de concentración para otros.

En la conversación con la periodista Rocío Montes, la Sra. Politzer entrega una serie de afirmaciones relativas al proceso de exterminio que vive la Franja de Gaza y que es necesario sacar a la luz por la nebulosa que teje en torno a consignar una serie de pensamientos, afirmaciones, defensas de la entidad israelí y omisiones que resultan claramente elementos de desinformación. Necesario de responder desde mi óptica de defensor de la lucha del pueblo palestino por su autodeterminación. Responder desde el develar el trabajo de Hasbará (4) que realiza el sionismo en esta estrategia de diplomacia pública o esclarecimiento, como lo explican y que no es más que una labor de limpieza de imagen, para paliar la visión ya consolidada de las sociedades de nuestros países, respecto a que el régimen israelí y su sociedad es, en general, un ente violento, extremista, racista, genocida.

Una sociedad donde la segregación y el apartheid se han impuesto a costa de la muerte de decenas de miles de palestinos, hombres, mujeres y entre ellos un porcentaje mayoritario de niños, sindicados como elementos terroristas donde su edad y condición no tiene importancia alguna. Por ello, la propia Organización de las Naciones Unidas (ONU), el viernes 7 de junio, certificó y notificó al régimen israelí la inclusión del ejército ocupante israelí en la lista de entidades que violan los derechos de la infancia en situación de conflicto, al considerar que las fuerzas de seguridad y los SS –soldados sionistas- son “responsables de la matanza y mutilación de niños” palestinos dentro de Israel y en los Territorios Palestinos Ocupados (5).

La decisión de la ONU, para la informada periodista política chilena Patricia Politzer, no fue parte de la extensa entrevista a El País. No toma nota en la amable conversación al calor de un café en su casa de La Reina junto a la periodista Rocío Montes. Más bien se constata que la Sra. Politzer, profesional de las comunicaciones de larga trayectoria en Chile, ha entrado de lleno en los últimos ocho meses en la defensa a ultranza del régimen israelí. Esto, afirmado por la propia profesional, a partir del 7 de octubre del 2023, cuando la resistencia palestina concretó la denominada Operación Tormenta de Al Aqsa.

Ante la pregunta de la periodista que si es primera vez que asume un papel de activista por la causa judía, la Sra. Politzer señala que su identidad “está completamente vinculada a mis ancestros judíos y a mi cultura judía y me reconozco como judía, siempre. De hecho, tengo dos hijas con dos maridos no judíos, que yo no las hubiera tenido si ellos no hubieran aceptado que ellas se criaran en la conciencia de pertenecer al pueblo judío. Mi familia era culturalmente judía, aunque lo único que se seguía desde el punto de vista religioso era el ayuno de Yom Kipur, lo más importante de la religión judía, el día del perdón. Yo ayuno desde que tengo recuerdos… nunca había sido una voz o activista de esta causa. Pero para mí, el 7 de octubre del 2023, con la irrupción de las milicias de Hamás en Israel, fue un terremoto grado 10”.

Patricia Politzer se hace parte de los ataques permanentes que la embajada de Israel, a través del representante diplomático Gil Artzyeli, la comunidad judía de Chile, además de políticos, parlamentarios, periodistas, empresarios, todos ellos socios del régimen israelí en Chile, llevan a cabo contra el presidente chileno Gabriel Boric, exigiéndole que se haga parte de la defensa de la entidad israelí por los hechos del 7 de octubre de 2023. Presionando para olvidar 76 años de ocupación, colonización y exterminio y fortalecer una narrativa que prende hacer creer que las acciones criminales de Israel contra el pueblo palestino son parte de su “derecho a la autodefensa”. Les molesta sobremanera la defensa de Palestina que ha expresado el mandatario chileno en múltiples ocasiones, tanto en su época de diputado como hoy de presidente.

Parte de un discurso victimista, generando temor frente a lo que consideran un clima antisemita cuando los únicos antisemitas son precisamente aquellos colonos extranjeros de orígenes tan diversos como húngaros, rusos, moldavos, estadounidenses, chilenos, ucranianos, argentinos, bielorrusos, etíopes, alemanes, entre otros y cuyos corifeos en el mundo suelen levantar las voces de la discriminación antijudía: “Me preocupa la falta de empatía del presidente Boric con la comunidad judía. No calibra nuestro miedo” afirma Politzer. ¿Qué miedo? ¿No pueden salir a la calle? ¿Se les impide circular libremente por el país? ¿Se bombardean sus sinagogas? ¿Se destruyen sus escuelas, centros médicos? ¿Se les detiene, ultraja, se les hace pasar por centros de control como animales? ¿Acaso se les controla en cientos de check points impidiéndoles transitar libremente? ¿Tal vez se les detiene y expulsa o se les confina hasta ubicarlos en enormes campos de concentración?

Nos dice Politzer que “el contenido de mi leche materna fue el pluralismo, la tolerancia, la justicia social. Básicamente, los valores humanistas que, a mi juicio, son los mismos valores del judaísmo”. Interesante, los mismos valores que ese Israel -al cual alaba- no cumple en absoluto con el pueblo palestino, oprimidos en los campos de concentración de Gaza y Cisjordania, como también a aquellos que bajo el escudo de la ciudadanía israelí se encuentran hoy –el 20% de israelíes de origen palestino– sujetos a la llamada ley de Estado Nación Judía.

Una mujer como Politzer que confiesa un drama familiar: “Mi padre había muerto cuando yo era muy chica, a los 10 años. A los veintitantos supe que él había tenido otra hija de un primer matrimonio en Checoslovaquia, que se quedó allá con su madre durante la guerra. Mi hermana –Katherine Politzer– desapareció desde el campo concentración de Terezín a los 12 o 13 años”. Alguien que da cuenta de esta historia familiar terrible, se le debe exigir un mínimo de empatía con un pueblo que sufre la muerte de decenas de miles de sus hijos bajo bombardeos permanentes, uso de armas prohibidas como el fósforo blanco, mutilados, acribillados a balazos, niños que mueren de hambre, mujeres embarazadas sin atención médica, encerrados en campos de concentración gigantescos. Mi solidaridad con usted Sra. Politzer y la absoluta condena a esos crímenes y la pérdida de su hermana, sin expresar pero alguno, sin comparación con otros conflictos, sean en el Sudán o en el Congo o metiendo en el saco informativo la guerra en Ucrania, sin verme el ombligo para argumentar.

Politzer nos dice que “Israel para los judíos es garantía de seguridad. Como judía, puedo vivir como se me antoje gracias a que existe el Estado de Israel. Por primera vez sentí la fragilidad de ser judía. Israel se creó, precisamente, para evitar los pogromos y que nunca más alguien se sintiera con el derecho de entrar a una comunidad judía a matar, robar, hacer lo que quisiera. Sin embargo, esto fue exactamente lo que pasó el 7 de octubre. Los terroristas de Hamas entraron a Israel y llevaron a cabo un pogromo: mataron, asesinaron, carbonizaron personas, torturaron hijos delante de los padres y padres delante de los hijos. Entonces ¿qué pasa con la seguridad de los judíos? Soy una persona distinta a partir del 7 de octubre. Esa es la profundidad que tiene lo que pasó”.

Usted como periodista política Sra. Politzer no avizoró que, en más de siete décadas de oprobio, de apremios, ocupación, exterminio, racismo, segregación, de un bloqueo contra Gaza y agresiones que entre ese año 2006 al 6 de octubre de 2023 significaron a menos cinco mil asesinados, miles de heridos, destrucción masiva de la escasa infraestructura del enclave gazatí, la conformación de un campo de concentración , el más grande del mundo, que permite sostener el carácter neonazi de aquella sociedad que supone tiene muy presente los horrores del nazismo? ¿Usted no percibía eso, no enardecía su espíritu de solidaridad, tolerancia y respeto por los derechos humanos? ¿No generó un levantamiento de indignación, en su condición de judía de izquierda como se define?

¿Usted como periodista informada no sabe de la doctrina Aníbal (6) del ejército israelí, que los propios medios de esa sociedad declararon aún en activo, y que parte de las víctimas de ese 7 de octubre fueron responsabilidad de ese “fuego amigo”? Son preguntas que debería responder y tal vez ello habría significado tener una postura distinta con relación al pueblo palestino entre el 14 de mayo de 1948 al 6 de octubre de 2023, o, tal vez no y efectivamente lo conocía. Tal vez tal necesidad hubiese significado no publicar una serie de fakes news acusando la existencia de 40 bebés decapitados, las cuales tuvo que desmentir.

La periodista del diario El País le pregunta a la Sra. Politzer “¿Y qué piensa sobre lo que ha venido después, la respuesta del gobierno de Israel? “Soy completamente contraria al gobierno de Netanyahu –responde Politzer Kerekes- un gobierno de ultraderecha y ultra religioso. Creo que es el peor gobierno, por lejos, que ha tenido Israel. Y si bien Israel tiene todo el derecho a defenderse frente a un acto como este, este gobierno lo ha hecho muy mal. Lo que está pasando en Gaza es terrible. Es un conflicto muy complejo. Hay que distinguir muy bien entre el gobierno de Israel, el Estado de Israel y el pueblo de Israel. En este punto, Hamás ha sido muy exitoso logrando crear una sola unidad. Personalmente, estoy empeñada en mantener mi condición de sionista y de izquierda. Sionista significa el derecho de Israel a existir, hay corrientes marxistas en el sionismo y también las hay de ultraderecha, como Netanyahu”.

Lo que percibo, en su argumentación en la respuesta a lo interrogado, Sra. Politzer, es una verborrea insulsa, que no va a la esencia de la pregunta efectuada. Importa muy poco que usted sea contraria al gobierno de Netanyahu, porque desde 1948 a la fecha TODOS los gobiernos israelíes han tenido una política similar: desplazamiento, exterminio, usurpación, expolio, incremento del robo de tierras palestinas, establecer políticas de segregación, construcción de asentamientos en Cisjordania y un muro de 720 kilómetros que se adentra en tierras palestinas. Destrucción de cultivos, demolición de viviendas, creación de carreteras exclusivas para colonos extremistas, los más violentos dentro de una sociedad violenta, impedir el retorno de los refugiados tanto en la propia Palestina como en países vecinos.

Un régimen israelí que incumple todas y cada una de las resoluciones de las naciones unidas. Israel tiene el derecho a defenderse de un acto como este dice usted (con relación a la operación Tormenta Al Aqsa). ¿Y el pueblo palestino no tiene ese derecho –amparado por el derecho internacional a diferencia de una potencia ocupante que no puede argüir ese derecho- frente a 76 años de ocupación colonización y exterminio? Lo que está pasando en Gaza es terrible afirma usted, pero ¿qué es terrible? ¿El genocidio llevado a cabo por el régimen del país que usted considera la garantía de seguridad para los judíos? ¿Una especie quizás de mal menor?

¿Será capaz la Sra. Politzer de condenar a una sociedad israelí que mayoritariamente apoya la política racista, segregacionista y las acciones belicistas, no desde el 7 de octubre de 2023, sino que se extienden por más de siete décadas? Esto en un todo unificado, uniformado, coherente y racionalmente planeado, a pesar de que Politzer nos diga que hay que distinguir entre gobierno, ¿el Estado y el pueblo de Israel? En mi opinión, insisto, son toda una unidad, no hay diferencia, los habitantes de la entidad sionista, mayoritariamente, son el sostén de las administraciones que han creado un sistema de apartheid. Me parece inconcebible que considere que HAMAS ha tenido éxito en crear la idea de que gobierno, Estado y sociedad es lo mismo cuando se declara día a día en sus medios, en esa sociedad que exige castigos colectivos y ampliar la guerra hasta el Líbano. Es decir, que la responsabilidad de esa idea de unidad conceptual sea de la resistencia palestina, no de la política de Estado que ampara la ocupación, colonización y exterminio de la tierra y pueblo palestino.

No existe presión alguna Sra. Pulitzer para que siga manteniendo su condición de sionista y de izquierda como afirma, pero a estas alturas sus declaraciones la hacen cómplice de ese régimen que aniquila a la población palestina. Si para usted ser sionista es reconocer el derecho de Israel a existir, la pregunta que surge es saber qué piensa usted de lo que significa ser palestino, que no es una ideología, sino que un pueblo con derecho a existir como lo venía haciendo por miles de años. Y hacerlo en una tierra que le ha sido usurpada por aquellos dotados de una ideología europea, extraña, enquistada en Asia occidental. No tiene importancia alguna que existan en su imaginación que las corrientes en el sionismo sean algunas marxistas y otras de ultraderecha, en una especie de acoger incluso una ultraderecha estilo Triple A de López Rega en la Argentina, previa al golpe militar del año 1976, en el mismo partido donde se desarrollaban los Montoneros.  ¿Qué nos quiere decir con eso? ¿Qué en este tipo de diversidad está la riqueza?

La periodista Montes afirma en su conversación con Politzer “La izquierda mundial casi en bloque se ha manifestado contra Israel, acusando a la comunidad internacional de complicidad frente a una limpieza étnica y de un régimen de apartheid contra el pueblo palestino”. La respuesta de la periodista chilena, sionista y judía, Patricia Politzer muestra de qué lado del campo de batalla está, sin duda alguna. “Efectivamente ha asumido la posición que describes, sin embargo, me niego a dejar de ser de izquierda, aunque la izquierda en el mundo trate a Israel como un paria. No voy a cambiar mis principios y espero convencer a quien pueda que es imposible ser de izquierda apoyando al terrorismo y a movimientos homofóbicos y patriarcales. ¿Cómo puede ser un acto de liberación nacional entrar a un país donde las personas están durmiendo y asesinar a sangre fría? Ufanarse de estos crímenes horribles, de las violaciones, de carbonizar personas, de degollar, grabándolas para enorgullecerse ante el mundo. ¿Cómo se puede ser feminista avalando esto?”.

La experimentada profesional vuelve a entrar en el campo de argumentos insubstanciales y hasta descabellados, tratando de meter en la misma juguera, afirmaciones que buscan el respaldo y simpatía de grupos feministas, LGTBQ +, movimientos antipatriarcales. Con ello entra en una dinámica en que se pisa la cola pues se pregunta “cómo es posible hablar de un acto de liberación nacional entrar en un país y asesinar a las personas…” con referencia a la operación Tormenta de Al Aqsa, repitiendo en ello la misma y manida narrativa surgida desde las oficinas centrales del Mossad y de la dirección general de Informaciones con su estrategia de la Hasbará sionista.

La escasa memoria histórica de la periodista Patricia Politzer es inaceptable, pues desprecia a la resistencia palestina acusándola de terrorista pero enmudece frente al terrorismo sionista actual y oculta el terrorismo brutal de la etapa previa a la proclamación y nacimiento del ente israelí el año 1948, con los grupos extremistas Haganáh, Irgún, la banda Stern, a las cuales pertenecieron todos los altos dirigentes sionistas: Isaac Ruvichot (Yitzjak Rabin), Ariel Scheinermann (Ariel Sharon), Moshé Dayan, Szymon Persky (Shimon Peres), Imi Ichtenfeld, David Grün (conocido como David ben Gurion), Jabotinsky, Abraham Stern, que pasarían a ser parte de los primeros gobiernos de la entidad israelí y cuyos miembros paramilitares servirían de base para la conformación del ejército sionista.

La pregunta a usted Sra. Politzer es ¿cómo puede usted hablar de sionismo definido como un movimiento político judío nacionalista, centrado en sus orígenes en la formación de un hogar nacional para los judíos y después de su proclamación, en su apoyo y su defensa, usando como política la ocupación, la colonización permanente y el exterminio a sangre fría de decenas de miles de palestinos y ufanarse de esos crímenes bajo el argumento de que se trata de una tierra prometida para un pueblo elegido y que con ello se aseguran de no volver a experimentar un holocausto? ¿Qué culpa tiene que pagar el pueblo palestino para aceptar semejante locura?

Montes le recuerda a Politzer que “Ha habido matanzas indiscriminadas de civiles en Gaza”. Politzer Kerekes dice sentirse horrorizada “tanto lo cometido por Hamás como la existencia de matanzas indiscriminadas de civiles en Gaza. Me duele igual que muera un niño judío, un niño de Gaza o un niño de Sudán, donde se vive una guerra civil brutal de la cual nadie se ocupa. En otro ámbito, no me entra en la cabeza que la izquierda esté apoyando, por ejemplo, a Putin en su invasión a Ucrania. ¿Cómo es posible? ¿O alguien sigue creyendo que Putin es el secretario general de la Unión Soviética? Putin es simplemente un dictador fascista”.

La referencia respecto a la matanzas, masacres y exterminio masivo en la Franja de Gaza: 18 mil niños asesinados Sra. Politzer en sólo 260 días, 40 mil asesinatos en total, 90 mil heridos, el 75% de las viviendas, calles, escuelas, hospitales, mezquitas, iglesias e infraestructura básica destruidas, pero… sin que ello signifique que la mentalidad de negocios de los empresarios israelíes deje de subastar las tierras de Gaza a grupos inmobiliarios, promoviendo casas de veraneo frente al mar. Poca referencia a la matanza que se extiende por 76 años Sra. Politzer, eso es un relativismo moral inaceptable, por más que le duela la muerte de un niño judío (israelí diría yo) porque si no tendríamos que hablar del asesinato de niños musulmanes y cristianos palestinos. O le duela la muerte de un niño en Sudán y aproveche de lanzar sus dardos contra Putin. Eso se llama, como lo sostiene el viejo y genial Noam Chomsky: la estrategia del apelar a las emociones mediante la manipulación emocional. Burda idea de jugar con la parte sensitiva de los cerebros, para no estimular la reflexiva; anular nuestro lado racional y así quedarnos con un mensaje global, aislando los elementos específicos.

El resto de la entrevista (que invito a leer con ojo crítico) transcurre con afirmaciones de crítica al presidente chileno tales como: “Pareciera que el presidente no tiene conciencia de que en Chile existe una comunidad judía de apenas unas 20.000 personas y la comunidad palestina más grande del mundo fuera del Medio Oriente. Él es el presidente de ambas comunidades y en ocasiones se le olvida su responsabilidad con la comunidad judía. Más aún: en su reciente viaje a Alemania insistió en que Israel está cometiendo un acto de genocidio, cuando ni siquiera la Corte Internacional de Justicia dijo eso, sino que había que estudiar si había indicios de genocidio. Decir eso en Alemania es muy fuerte para la comunidad que él tiene que proteger en Chile. Es muy grave, a mi juicio”.

¿Qué es lo grave Sra. Politzer, decir lo que en verdad ocurre y que ha sido sostenido por múltiples organizaciones internacionales, que además es la realidad que vive día a día el pueblo palestino? Creo que el presidente Boric da a conocer lo que se ha constatado por organizaciones internacionales, instituciones de defensa de los derechos humanos, medios de información, redes sociales, en imágenes que estremecen por la magnitud del genocidio que se está cometiendo en estos ocho meses y medio y que se ha revelado como política de terrorismo de Estado desde el momento mismo que nació el régimen israelí en mayo de 1948. Posteriormente usted indica, Sra. Politzer, que es partidaria de los dos estados. Sería conveniente si eso implica que pueda hacer un llamado entonces para sacar a los 700 mil colonos judíos sionistas, principalmente venidos de Estados Unidos, Rusia, Argentina, Ucrania, entre otros, que están instalados en Cisjordania y que hacen imposible pensar en un estado palestino sin que ello implique desalojar estos indeseados inquilinos. A la Sra. Politzer le parece inadecuado hablar de un Israel genocida y señala a Boric como alguien que no promueve la paz.

La entrevistada dice sentirse desilusionada del mandatario chileno Gabriel Boric (a pesar de haber votado por su candidatura), le parece improcedente haber excluido a empresas militares israelíes de participar en la FIDAE (7) al igual que Francia que lo haría unas semanas después. Como también haber postergado la presentación de credenciales del embajador Artzyeli, uno de los diplomáticos con más faltas de respeto a nuestra institucionalidad e intromisión en la política nacional de lo cual tengamos memoria en Chile. Luego la periodista chilena trata de conmovernos con alusiones a ataques a sinagogas, el canto de canciones nazis en las puertas de instituciones judías (no sabemos si es gente que sabe alemán) y además juzga la acción solidaria de estudiantes de la Universidad de Chile que han establecido un campamento solidario con Palestina en la Casa Central de la Universidad de Chile y que ha permitido sacar la voz a corifeos del saber, a políticos de derecha, ex rectores de la mencionada universidad del país sudamericano y algunos académicos con intereses con universidades hebreas y hasta médicos del Hospital Clínico de la Universidad de Chile. La Sra. Politzer, que ya ha tenido dificultades al publicar noticias falsas con relación al supuesto degollamiento de niños israelíes a manos de la resistencia palestina, hoy afirma que los estudiantes del campus Juan Gómez Millas marcan a los académicos como lo hacían los nazis en la Segunda Guerra Mundial.

Politzer concluye su entrevista afirmando que “me preocupa la falta de empatía del presidente Boric con la comunidad judía, porque no calibra nuestro miedo… Desde el 7 de octubre uso todos los días una cadenita con una estrella de David en el cuello. No me la he sacado nunca más. Es parte de mi identidad. Las pocas personas que se me han acercado para comentarlo, en la calle, en un ascensor, todas han sido judíos o judías para felicitarme porque la estoy usando. Porque ellos hoy no se atreven. Eso es lo que siente la comunidad judía chilena y lo que no ve nuestro presidente. Miedo”.

Me preocupa su miedo Sra. Politzer, pero le confieso que me alarma mucho más el miedo de decenas de miles de niños palestinos heridos, mutilados, que no pueden volver a su casa pues están destruidas hasta los cimientos. Me inquietan las madres palestinas embarazadas, los hombres y mujeres con enfermedades crónicas, que no pueden ser atendidos porque los hospitales han sido devastados. Me agita y estremece que se siga asesinando menores utilizando el hambre como arma. Me inquieta el aumento de las enfermedades infectocontagiosas. Me intranquiliza su falta de empatía con el pueblo palestino y su simpatía por el sionismo.

Su condición de creyente judía no es mi preocupación, pues el judaísmo como religión es parte de las creencias de cada individuo. Es su legítimo derecho a profesar lo que le venga en gana y no ser asesinado por ello, ya sea porque eres palestino, musulmán o cristiano. En su caso Sra. Politzer Kerekes, siga usando su cadena sin miedo. Estamos muy lejos de ser un sociedad antijudía y menos aún antisemita, producto de la solidaridad efectiva y afectiva con el pueblo palestino que es indudablemente semita. Pero… a lo que sí aspiro es que tengamos una fuerte conciencia antisionista.

Por Pablo Jofré Leal

Periodista

NOTAS

  1. https://elpais.com/chile/2024-06-22/patricia-politzer-me-preocupa-la-falta-empatia-del-presidente-boric-con-la-comunidad-judia-no-calibra-nuestro-miedo.html ↩︎
  2. Arturo Navarro es su director ejecutivo desde el momento mismo de la inauguración de este importante hito cultural santiaguino el año 1994, como Corporación Cultural de la Estación Mapocho, institución de derecho privado sin fines de lucro pertenece al Estado chileno, pero su administración y financiamiento es completamente autogestionado por esta corporación. ↩︎
  3. https://mij.cl/noticias/patricia-politzer-miembro-del-directorio-del-mij-gano-el-premio-lenka-franulic-2017-por-su-aporte-al-periodismo-nacional-2/ ↩︎
  4. La denominada Dirección General de Información Nacional israelí, dependiente del propio primer ministro nacionalsionista, tiene la función de coordinar lo que en hebrero se denomina la Hasbará o “explicación” destinada a efectuar un trabajo de propaganda de las supuestas “bondades” que ofrece al mundo y a la región la entidad sionista y que supuestamente no ejecutan una política colonial y criminal, sino que se defienden de un mundo que los quiere volver a aniquilar. Una propaganda que trata de mezclar el sionismo con el judaísmo, de tal forma que cualquier crítica a la política sionista se considere como antisemita o antijudío. ↩︎
  5. https://www.elfinanciero.com.mx/mundo/2024/06/13/israel-aparece-en-la-lista-negra-de-la-onu-por-violentar-derechos-de-ninas-y-ninos-palestinos/ ↩︎
  6. Es una orden no escrita que permite a cualquier comandante israelí tomar cualquier decisión para frustrar un secuestro, aunque ponga en peligro la vida del capturado o la de civiles de la zona. https://elpais.com/internacional/2014/08/03/actualidad/1407098587_459457.html ↩︎
  7. FIDAE. Feria Internacional del Aire. https://www.trt.net.tr/espanol/ciencia-y-tecnologia/2024/03/06/chile-prohibe-participacion-de-companias-israelies-en-la-feria-internacional-del-aire-y-del-espacio-2111936 ↩︎

Fuente fotografía

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