Una oposición sin la Democracia Cristiana: ¿Es posible?

Tras la crisis a todo nivel provocada por la pandemia del Covid-19 en el país, en la última semana, un grupo de partidos de oposición -Humanista, Regionalista Verde Social, Igualdad, Izquierda Libertaria y Comunista-, que en conjunto representan la segunda mayoría de parlamentarios en el Congreso, entregaron una serie de propuestas al Gobierno para enfrentar la actual situación.

Entre las medidas, destacan la implementación de un plan nacional de reforma al sistema de salud chileno, con medidas inmediatas como aumento de presupuesto y control estatal de todo el sistema de salud privado, y la creación de un “fondo para la nacionalización de todas las empresas estratégicas que entren en crisis, para que los servicios básicos de la vida de los chilenos y chilenas no queden expuestos nuevamente a la especulación de la bolsa”.

Previo a esta acción, en la arena política, la presidenta del Partido Humanista, Catalina Valenzuela, en entrevista con El Ciudadano, advertía un hecho práctico que sobresale hace largo tiempo por todas las coyunturas: Una oposición “real y sincera” debe, necesariamente, ser sin la Democracia Cristiana.

“Son ellos (la DC) los que siempre condicionan todo. Son, como dice el dicho, la piedra de tope. La mesa del Congreso es un botón de muestra. Sus ex socios en la Concertación no quieren asumirlo, aunque tienen claridad que el lío de la Oposición para tomar acuerdos siempre es la DC. No podemos seguir esperando a quien no quiere venir”, afirmó la representante humanista.

“Como Oposición tenemos el deber de poner freno a las devastadoras políticas que impulsa la derecha. No podemos permitir que se sigan fortaleciendo agendas y medidas económicas y sociales, que se orientan solo para beneficiar a un grupúsculo privilegiado, y profundizan aún más un modelo de economía de mercado que ha llevado a Chile a ser uno de los países más desiguales e inhumanos del mundo, esto según los propios indicadores del Banco Mundial”, añadió Catalina Valenzuela.

¿Es factible pensar en una oposición articulada y decidida, sin la DC? La praxis reciente ya dio una señal en las propuestas opositoras para enfrentar el Covid-19, las que vistas en conjunto, hacen pensar, inevitablemente, en la posibilidad de un programa.

En la esfera discursiva, algunos protagonistas dan su parecer.

Para Jaime Mulet, presidente del partido Federación Regionalista Verde Social, y militante del Partido Demócrata Cristiano hasta el año 2008, en Chile, “la oposición al sistema neoliberal, fundamentalmente está en la calle, fuera de los partidos. Es verdad que la DC transige con el gobierno todos los días, pero el Frente Amplio lo hace día por medio, pese a que nació y creció criticando lo que hoy practica”.

“La consumación de ello fue el acuerdo del 15 de noviembre cuando salvaron no solo al gobierno, sino al sistema, oxigenándolo con un camino constitucional con la trampa de los 2/3, en el acuerdo con la derecha y los partidos de la ex/concertación. Ese fue un error histórico de envergadura. Ahora en medio de la crisis Covid-19, colocan el piso a todo lo que Piñera y sus ministros estrellas Briones y Blumel proponen. Si pasó hasta la ley antisaqueos. Han aceptado hasta el bono de $50 mil. Están todos los días en El Mercurio y otros medios del sistema como grandes políticos y constructores de acuerdos”, agregó Mulet.

“Hay que conocer la historia. Los regionalistas verdes, que en el Parlamento somos 3, junto a algunos otros partidos, que hacemos aproximadamente 25 diputados, somos una oposición verdadera. La que se para y no acepta, por ejemplo, una ley antisaqueos o un bono misérrimo, y muestra una propuesta alternativa, con convicción y sin miedos ni complejos”, enfatizó el legislador regionalista.

Desde otra mirada, Camilo Lagos, presidente del PRO, señala “entender la frustración de la oposición por la conducta que ha tenido la bancada parlamentaria de la DC y sus principales liderazgos, tan cerca a la derecha empresarial y tan alejada de su pueblo. Pero en el territorio veo a muchas y muchos militantes DC comprometidos con la Asamblea Constituyente. Veo a varios liderazgos DC, como los senadores Huenchumilla y Provoste comprometidos con un sistema previsional solidario”.

“Creo que hay un pueblo democratacristiano cercano a las causas de la justicia social e igualdad. Con ese mundo podemos y debemos seguir construyendo puentes, propuestas y ser una alternativa”, añadió el representante progresista.

En tanto, Octavio González, ex presidente del Partido Humanista y uno de los fundadores del Frente Amplio, recordó que “desde siempre la DC ha oscilado entre ser un partido de oposición a un partido de gobierno. Es la piedra del zapato de la oposición, el problema es que sus ex socios de la Concertación (PS, PPD) no quieren asumir que a la DC solo le interesa refundar la Concertación, y todavía no asumen la gran derrota electoral de la ultima elección parlamentaria”.

“La oposición debe avanzar sin la manipulación de un partido que se quedó pegado en los ‘90. Respeto el trabajo de senadores como Huenchumilla y Provoste, valoro el trabajo de sus bases, y del diputado Torres, pero su presidente tensiona toda posibilidad de acuerdo”, concluye González.

Así, a la hora del balance, es precisamente el concepto político de los “acuerdos” lo que constituye el punto de aglutinación para importantes sectores cuyos intereses apuntan a la construcción de una “oposición programática”, tal como apuntó Catalina Valenzuela del PH en su conversación con El Ciudadano: “Entendemos que una construcción de oposición debe y tiene que ser programática, basada en principios básicos de la ética y el buen vivir”.

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