Estudio británico encuentra microplásticos en todos los ríos, lagos y lagunas del Reino Unido

Aunque los microplásticos a menudo se asocian con productos cosméticos o de higiene -como los líquidos exfoliantes y abrasivos-, también pueden provenir de una gran cantidad de fuentes, incluida la ropa sintética que usamos.

Los microplásticos están en todas partes, desde los vientres de las tortugas marinas hasta la zanja submarina más profunda del mundo. El último estudio en sumarse a esta enorme evidencia de nuestra huella en la Tierra, es el de un equipo de científicos británicos que probaron una variedad de cuerpos de agua buscando partículas de plástico. Los resultados dieron positivo para todos los sitios observados.

La investigación, realizada por la Universidad de Bangor en Gales y la organización Friends of the Earth, analizó 10 ríos y lagos que abarcan todo el Reino Unido, incluido el icónico río Támesis, los lagos escoceses remotos y los lagos rurales que una vez fueron romantizados por los poetas ingleses.

El equipo utilizó un método fácil y de bajo costo que consiste en un sistema de iluminación por fluorescencia para identificar y contar los microplásticos contaminantes (de menos de 5 milímetros de tamaño) por litro de agua. Para su sorpresa, encontraron microplásticos en cada sitio que estudiaron.

«Fue sorprendente descubrir que los microplásticos estaban presentes incluso en los sitios más remotos que probamos y, lo que es bastante deprimente, estaban en algunos de los lugares más emblemáticos de nuestro país», dijo el Dr. Christian Dunn, biólogo de la Universidad de Bangor.

La ropa de materiales sintéticos es una de las mayores fuentes de contaminación por microplástico en el medio ambiente.

Los sitios más afectados fueron el río Tame en Greater Manchester (más de 1.000 piezas de plástico por litro de agua), el río Támesis en Londres (84,1 piezas por litro) y el río Irwell en Salford, Greater Manchester (84,1 piezas por litro). Incluso uno de los sitios más remotos, Loch Lomond, en el Parque Nacional de Loch Lomond & Trossachs, contenía alrededor de 2,4 piezas de plástico por litro.

Aunque los microplásticos a menudo se asocian con productos cosméticos, como los exfoliantes faciales con diminutas piezas de plástico, también pueden provenir de una gran cantidad de fuentes, incluidos los neumáticos de automóviles y las señales de ruta. Nuestra ropa también es una fuente común de microplásticos. Un estudio de 2016 descubrió que cada lavado de ropa de poliéster, acrílico y poliéster-algodón puede dar lugar a 700.000 fibras sintéticas microscópicas que se drenan en las aguas residuales y luego pueden abrirse camino en el entorno más amplio.

Dado que los microplásticos son una preocupación relativamente nueva, todavía no se sabe mucho sobre sus impactos en la salud humana y los ecosistemas. Sin embargo, una serie de gobiernos ya han tomado medidas al respecto, como prohibir los exfoliantes y productos de limpieza con partículas plásticas, con la esperanza de frenar el problema antes de que sea demasiado tarde.

El equipo a cargo de este estudio espera que su investigación sirva como otra evidencia para crear políticas específicas en relación a estos residuos, en favor de la protección del medio ambiente.

Fuente: IFLScience

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