Tierras raras: las vitaminas de la tecnología

Lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometio, samario, europio, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio, lutecio, escandio e itrio

Tierras raras: las vitaminas de la tecnología

Autor: El Ciudadano

Lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometio, samario, europio, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio, lutecio, escandio e itrio.

Estas 17 palabras no solo nombran elementos químicos. Representan la piedra angular de la revolución tecnológica contemporánea. Se trata de las tierras raras, componentes indispensables en la industria de alta tecnología que, con apenas unos gramos, hacen posible desde motores eléctricos hasta sistemas de defensa de última generación. Por eso, cada vez más se les llama con otro nombre: las vitaminas de la tecnología.

La crisis silenciosa en la cadena de producción

A mediados de 2025, una crisis sacudió a los gigantes automotrices del mundo. Ford Motor Company tuvo que paralizar temporalmente la producción por falta de imanes de tierras raras. Suzuki, en Japón, interrumpió líneas de ensamblaje por el mismo motivo. En la India, los tres mayores fabricantes de automóviles alertaron que sus reservas apenas alcanzarían para tres días más de producción.

Cada vehículo eléctrico puro requiere entre 5 y 10 kilos de materiales basados en boro de hierro y neodimio. Incluso un híbrido enchufable consume entre 2 y 3 kilos. Así de esenciales son. Sin ellos, componentes tan variados como alternadores, cámaras, sensores, altavoces, transmisiones o direcciones asistidas simplemente dejan de funcionar.

Auge bursátil y geopolítica de los materiales

Mientras los fabricantes de automóviles pedían socorro, en el mercado bursátil las acciones de Northern Rare Earth, la empresa líder china del sector, volaban. Solo en julio, su valor subió un 32 %, alcanzando máximos de los últimos dos años. El beneficio neto proyectado para el primer semestre superó el 2000 % respecto al año anterior.

La importancia estratégica es clara. En palabras de Deng Xiaoping en 1992: “Oriente Medio tiene petróleo. China tiene tierras raras”. Y hoy, esa frase suena más vigente que nunca. Con el auge de la electrificación, la inteligencia artificial, la robótica y la industria de defensa, estas materias primas se han convertido en un insumo tan crucial como el crudo lo fue para el siglo XX.

Las tierras raras no solo están presentes en vehículos. Son vitales para la industria militar. Misiles guiados, cazas furtivos y bombas inteligentes necesitan imanes especiales con tierras raras pesadas para funcionar con precisión.

Un ejemplo: el sistema de guiado del misil Patriot, capaz de interceptar misiles en pleno vuelo, se basa en componentes que concentran haces de electrones mediante tierras raras. El motor del caza F-2 estadounidense también emplea generosamente estos materiales.

Ante esa dependencia, el Departamento de Defensa de EE. UU. invirtió 400 millones de dólares en MP Materials, la mayor minera estadounidense del sector, para garantizar el suministro doméstico.

Pero no solo la defensa: los robots humanoides también dependen de estos elementos. El robot “Optimus” de Tesla contiene más de 2 kilos de imanes permanentes de tierras raras. Cada una de sus articulaciones lleva un motor en miniatura que solo puede operar sin fallos térmicos gracias a estos compuestos.

En la emergente economía de baja altitud, que abarca drones, coches voladores y aeronaves ligeras, las tierras raras también están presentes. Desde motores hasta sensores, pasando por hélices y aleaciones en alas, estos elementos son claves para reducir peso y aumentar resistencia a la corrosión. La industria espera que este nuevo nicho dispare aún más la demanda global.

De condimento industrial a nutriente vital

Durante décadas, las tierras raras fueron consideradas un «condimento» en los procesos industriales: pequeñas dosis que mejoraban calidades del acero, la cerámica o los catalizadores. Pero esa etiqueta ha quedado obsoleta.

Hoy, en la era del litio, del silicio y de la automatización, las tierras raras se han convertido en ingredientes esenciales. No se trata de mejorar un producto. Se trata de hacerlo posible.

Así como el cuerpo humano no puede funcionar sin vitaminas, la maquinaria tecnológica del siglo XXI no puede operar sin tierras raras.

Según Guohai Securities, la demanda mundial de óxidos de praseodimio y neodimio crecerá a tasas del 8 % al 10 % anual hasta 2026, con una estimación conjunta de más de 240.000 toneladas para entonces.

Pero este crecimiento ocurre bajo la sombra de un control geopolítico fuerte. China concentra más del 60 % de la producción global y ha reforzado regulaciones a la exportación. Cualquier alteración en ese flujo —por razones ambientales, económicas o diplomáticas— puede sacudir a industrias enteras.

El Ciudadano

ElementoSímboloAplicaciones clave
LantanoLaLentes de cámara, baterías híbridas, catalizadores de refinería
CerioCePulido de vidrio, catalizadores automotrices, paneles solares
PraseodimioPrImanes de alta potencia, aleaciones para motores de avión
NeodimioNdImanes permanentes (motores eléctricos, discos duros, turbinas eólicas)
PrometioPmAplicaciones nucleares, generadores de electricidad en satélites
SamarioSmImanes samario-cobalto, electrónica militar, dispositivos ópticos
EuropioEuPantallas LED, láseres, iluminación fluorescente
GadolinioGdImágenes por resonancia magnética (IRM), reactores nucleares, refrigeración magnética
TerbioTbIluminación LED, pantallas verdes, imanes de neodimio de alta temperatura
DisprosioDyImanes resistentes al calor, vehículos eléctricos, turbinas eólicas
HolmioHoLáseres médicos y quirúrgicos, dispositivos de memoria óptica
ErbioErFibra óptica, comunicaciones láser, coloración de vidrios
TulioTmLáseres portátiles, equipos médicos, escáneres
IterbioYbRayos láser, detectores de radiación, aleaciones para acero
LutecioLuTomografía por emisión de positrones (PET), catalizadores de refinería
EscandioScAleaciones aeroespaciales, componentes de bicicletas, proyectores
ItrioYSuperconductores, pantallas planas, cerámicas avanzadas

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