Allá la Derecha-Concertación, acá el Chile pobre

Chile es un país dividido socialmente, y no ahora… desde siempre

Por Wari

04/01/2011

Publicado en

Columnas

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Chile es un país dividido socialmente, y no ahora… desde siempre.

No faltarán los que digan que la lucha de clases es cosa del pasado, que el tema de ricos y pobres está en el olvido, que eso ya no son argumentos para exigir cambios sociales profundos, que ese es tema y asunto de los abuelos, y que ahora la realidad obliga tener actuaciones con ‘realismo político’, que así son los “nuevos tiempos”, y la verdad es que… nada es más falso.

En todos estos años hemos visto y queda de manifiesto con la actual manera de operar del gobierno de la Derecha, que la Concertación se dedicó por dos decenios a mantener un modelo socialmente excluyente y de derecha. Posiblemente los discursos presidenciales le daban aspectos de progresistas por la política asistencial y caritativa, pero de allí a iniciar una transición real y efectiva, o dar pasos serios en construir esquemas que perfilen un país más democrático, con futuro para los millones de indispensables… estuvo muy lejos.

Hace algunos años Chile quedó asombrado con las manifestaciones de los estudiantes que denunciaban el modelo educativo imperante que tanta marginalidad provoca, clasista y mezquino. La Concertación guardó silencio, sus ministros cerraron las puertas de sus oficinas. Despertaron los rebeldes pingüinos. La educación, el proyecto educativo nacional que aplicaba la Concertación, era el heredado de la dictadura de las Fuerzas Armadas, es decir, es el que está construido en los conceptos de clase desde siempre, donde se prioriza por la elite social chilena. En ese tipo de proceso educativo está la piedra angular del Chile que se necesita mantener, o que se les hace necesario para los dueños del país.

Grandes beneficios hicieron y hacen actualmente algunos altos dignatarios, que son parte de enormes complejos educativos que cumplen con las leyes del mercado, a costa de un modelo injusto, donde los resultados son pobres en la calidad, los resultados son la mejor muestra, y así es muy difícil poder iniciar el camino hacia la universidad.

El futuro de miles y miles de jóvenes es la universidad, estudios en la educación superior, eso asegura mejores posibilidades, pero si se mantiene el mismo esquema, el mismo sistema educativo lo que se está empobreciendo es a un país entero, y en esto hay responsabilidades ineludibles, la DICTADURA, la CONCERTACIÓN y la DERECHA… así de sencillo.

Un ejemplo dramático. Los resultados de la PSU son la radiografía del Chile real, ese que no se manipula en encuestas y falsas interpretaciones. Como los países no se ganan la lotería, están obligados a construir proyectos y alternativas para que sus habitantes puedan hacer uso de sus derechos ciudadanos, consagrados universalmente. Y claro, los derechos de los pobres están muy alejados de los que tiene la clase más acomodada, de los más ricos, de la clase dominante, de la burguesía, en los mejores colegios.

Cuando los resultados de la PSU dejan ver al país real, el mismo que se ve como si se tratara de lluvias torrenciales, los mejores resultados los encontramos en los sectores más acomodados, los que tienen mejores ingresos. Debemos suponer que eso está muy bien para ese sector social, esa clase dominante se perpetúa en la manera de administrar el modelo y mantener estabilizado el sistema, no se está diciendo que los hijos de los ricos se quedan con las industrias de su papá, sino que se aseguran su derecho a la educación superior que es finalmente la que administra el país y saluda y aplaude al modelo.

Los resultados de la PSU, de esta última 2011, sí son la foto del mañana y del hoy que vemos todos los días en los aspectos laborales, allí está la mano de obra barata, los sueldos miserables a pagar, esos que deberán esperar años la promesa de “salario ético familiar” que tanto habló el actual más derechista presidente. Los resultados de la PSU son bajos en zonas que son históricamente de ingresos mínimos, sectores pobres, zonas del proletariado, para que no se nos olvidemos el concepto. De allí saldrán los campesinos, temporeros, trabajadores eventuales, empaquetadores de supermercados, y otros tantos oficios.

Y la foto del Chile no cambia.

Allá la UDI, RN, PS, PPD, PDC, todos juntos y bien acomodados, y en otro extremo el país real, ese que habitan millones de excluidos y marginados.

Por Pablo Varas

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