Audiencias Preliminares

Tiene uno cierta idea de los rituales de aquello que llaman justicia o poder judicial

Por Wari

05/06/2013

Publicado en

Columnas

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Tiene uno cierta idea de los rituales de aquello que llaman justicia o poder judicial.

Ha visto uno muchas películas yanquis, y series, de jueces y abogados y fiscales… también obras de teatro y sobre todo: noticias.

Tiene uno una idea porque conoce, de más cerca o de más lejos alguien a quien le han llevado proceso, montado Audiencia Preliminar y/ o Juicio oral, para bien o para mal. O ha seguido el proceso del Ykua Bolaños, o por la tele el del Trotte o a Adolfo Ferreiro enseñar como no es un buen juicio…

Tiene uno ,en definitiva, cierta idea de lo que es una Audiencia Preliminar y va a ella con el indebido respeto que nos merece ese ritual. Indebido porque creemos que es algo serio y respetuoso lo que allí va a suceder.

Y nada es serio ni, menos,respetuoso.

Esta mañana era el momento de la Audiencia Preliminar y la falta de seriedad comenzó cuando el comandante Baez le señaló a los familiares de las personas acusadas que sólo 10 de ellos podían entrar. Que era una orden de la jueza Janine Ríos. Pareció un regateo, que 21, que 15, que 20… se quedó en 20, y una lista por escrito. La lista nunca la pidieron, sólo querían restrigir el amor de los parientes.

En la sala, después de tantas restricciones los familiares vieron espacios vacíos durante toda la primera mañana de la Audiencia Preliminar.

No era serio empezar con 45 minutos de retraso. No era serio escuchar la lectura de las pruebas en la cual se decía «papel higiénico» o «cortauñas» o «botella de gaseosa marka Niko» o.. tanta cosa que llamaba a risa. No era serio escuchar a la jueza regañar a los presentes como niños por la gracia que causaba escuchar ese tipo de pruebas.

Las Audiencias Preliminares se llaman así porque están inscritas en la cultura de la palabra y la escucha. En ellas se habla y se ha de hablar bien. Hay personas encargadas de registrar por escrito la palabra que cruza el aire. Lo importante es lo que se dice y cómo se dice. Uno cree que escuchará palabras medianamente ágiles, declamaciones afortunadas, voces entonadas para la justicia.

Pero la realidad es frustrante: nada de eso existe. Como decían los abogados Ferreiro y Morales eso era una «Dictada Preliminar» más que Audiencia.

Tras la risible y trágica lectura de las pruebas, pasó la jueza a ver el sobreseimiento definitivo de las tres personas falsamente imputadas (como todas) que había sido ya desestimadas como inculpadas por la Fiscalía del engominado Jalil Rachid.

Antes de eso los abogados Ferreiro y Morales, por la defensa de los acusados pidieron que quedase en acta su preocupación porque se insistía en llevar adelante la Audiencia sin resolver la cuestión previa de la titularidad de las tierras de Marina kue. La jueza trató de superar la situación avisando que estaría atenta a como se resolvía la recusación solicitada en la corte de Ciudad del Este.

La intervención de Morales y Ferreiro y la respuesta de la jueza fue el único momento más o menos ágil de la mañana.

De ahí en más, desde el comienzo de la perorata del engominado Rachid, todo tomó un ritmo pausado, lento, que invitaba al sueño. El fiscal Rachid fue llamado a hablar más lento (nunca fue rápido) y repetir alguna cosa que los escribanos de la sala no alcanzaron a registrar. Esto hizo todo lento, con varias repeticiones por parte del fiscal y abogados defensores que hablaron.

Sólo el relato que hizo el defensor Díaz sobre la denuncia, prisión, golpiza y cárcel de sus defendidos le dio algo de agilidad a la Audiencia, que de Audiencia a esa altura no tenía nada: el fiscal leía en voz alta su texto impreso y lo mismo hacían los abogados de Caballero, Correa y Trinidad, las personas que esperan su sobreseimeinto. Todo transcurria latamente, aburrido, penoso.

La palabra del defensor Díaz logró evidenciar, al menos en lo comunicativo, la manera burda, vengativa, arbitraria y autoritaria de la acción conjunta y confabulada de policía y fiscalía durante el 15 de junio.

La jueza, sin ninguna seriedad llamó a una pausa de media hora, que terminó alargándose por dos y media horas. Cuando por fin reinició, esperábamos que al menos se terminara la tarea de sobreseer a las tres personas desimputadas. Cuando la jueza señaló que iríamos a cuarto intermedio, no sólo pareció poco serio, sino que era la forma de reirse de las personas sometidas a su arbitrio que tiene la jueza. No se entiende más que desde la lógica de la venganza y el desinterés el dejar algo que se puede resolver de inmediato para un día más, negándoles un día de plena libertad a gente que hace tiempo la merece.

Poco serio pareció avisar que la Audiencia seguiría el día martes comenzando media hora más tarde. Poco serio que para salir de la sala trascurriesen 40 minutos entre el anuncio de la salida y la salida efectiva.

Menos serio que la jueza, al momento de salir, se irritase por las muestras de afecto y cariño a viva voz que los familiares entre sí se hacían, al despedirse, saliendo ya de la sala, unos yendo esposados y/o custodiados hacia un lado, y los otros familiares, libres pero atados a la cárcel por el afecto vivo que sienten. Ni un respeto de la jueza para el dolor de los familiares y amigos, expresado en palabras bien dichas, sonoras, contundentes. La jueza Ríos se molestó por el único momento en que en la Audiencia oyó.

Y es poco serio que de inmediato los jefes policiales de ahí amenazasen con restricciones a los familiares. Es la risa del que se siente poderoso tras su uniforme o investidura contra quienes tienen en su piel marcada la profundidad de su causa: la tierra.

Por Pelao Carvallo

Asunción, 3 de junio de 2013

Mes de conmemoración de la Masacre de Marina kue

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