Capitanes espaciales de industria

Esta semana, el pasado ha vuelto a ser futuro, con estética y ética steampunk

Por Wari

03/10/2016

Publicado en

Columnas

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Pelao CarvalloEsta semana, el pasado ha vuelto a ser futuro, con estética y ética steampunk. Elon Musk, devenido en capitán espacial de industria, presentó su proyecto de conquista y colonización de Marte.

Presentado por él mismo, su empresa y la prensa, como una aventura romántica de ciencia ficción, el proyecto de colonización de Marte presenta todas las características de esas huidas hacia adelante que el capitalismo patriarcal sueña y necesita cada cierto tiempo. Elon Musk es la encarnación de ese sueño y necesidad y la regresión progresiva a la era dorada del capitalismo leseferista de fines del siglo XIX: un hombre que va adelante.

El capitalismo patriarcal necesita generar importantes cantidades emocionales de entusiasmo cada cierto tiempo, tareas y retos que marquen la experiencia humana en pro de su emulación deportiva, política e industrial, como forma de dar sentido a la vivencia de explotación y dominación que sufrimos. Para ello, la cultura capital-patriarcal se da rituales rítmicos tales como juegos olímpicos, festivales, campeonatos mundiales, conquistas de montañas y desde mediados del siglo pasado, la exploración espacial.

La exploración espacial ha sido una empresa que da réditos culturales y prácticos, y que pasado su momento de gloria (en torno a los años 60 y 70 del siglo pasado) fue un tanto abandonada como producción de neomitología nacional y capitalista-patriarcal. Con los avances de China en esta área, el Occidente más occidental se ha visto apurado a recuperar este escenario de instalación de ideas comunes. Lo ha hecho principalmente en el cine. Ahora, a través de capitanes de industria (Musk no es el único) pretende pasar a la acción concreta.

¿Como saber cuándo lo patriarcal está operando centralmente en lo simbólico de la operación capitalista que se lleva a cabo?: buscando el falo preponderante en la escena. ¿No lo habías notado? Sí, hay un falo que prepondera en cada iniciativa capitalista de fuste. En el caso del proyecto de Musk, ese cohete no deja lugar a dudas, un gran falo cruzará el cielo, tal cual reía el inicio de Austin Powers 2. Lo patriarcal en el capital no es nunca únicamente un implícito.

La acción concreta de los capitanes espaciales de industria es entusiasmar a la clase capitalista-patriarcal en una aventura concreta que la remitifique y dé nuevos relatos para impactar, domesticar (y si es posible, hacerla emular) a la clase explotada/dominada teniendo como centro visual, como insignia, un falo predominante. El cohete y nave especial propuesto por Musk cumple ampliamente esos presupuestos: ya ha entusiasmado, está instalando una aventura concreta que hacer, tiene ya un relato anticipado tanto en el concepto que lanza la idea “Haremos a los humanos una especie multiplanetaria” como en el audiovisual que se encarga de dictar lo que se dirá de esto.

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Lo que no se dirá es lo que es obvio y dado por supuesto, que esto es una inversión también, un negocio y una solución. Una inversión que requerirá de inversionistas subyugados por el entusiasmo y Estados (específicamente los Estados Unidos y aliados muy cercanos) que financien el gasto necesario con la promesa de devolución en orgullo y publicidad nacional, y una remota devolución financiera directa por la compra de pasajes a Marte.

El gran tema oculto es la propiedad y el trabajo en Marte. ¿La gente que pagará su viaje para ir a colonizar Marte recibirá 40 acres y una mula, o cómo esa promesa histórica será borrada con el codo tras haber sido escrita con la mano? ¿Marte será propiedad? ¿Y de quién?, ¿de quienes la trabajen? No parece ser así. Es capitalismo-patriarcal puro y duro, y será de quien ponga el dinero con las garantías policiales que le dé un Estado. Musk promete a la gente ir y volver si quieren. Otros prometen ir a morir en Marte.

Como sea, la propiedad de Marte amplificará y reproducirá el capital-patriarcal actualmente existente en la Tierra con el objeto claro y declarado de tener dónde huir una vez que la debacle del cambio climático haga imposible un capitalismo-patriarcal “civilizado” en nuestro (y actualmente único) planeta.

Han vuelto pues los capitanes de industria, en su versión espacial y steampunkeléctrica, inspirados en Tesla y con icónicos falos espaciales yendo camino a Marte al menos ya en video, estableciendo la construcción actual de un relato antónimo del Anarres de Le Guin. Para Musk, nuestra Luna de queso será Marte y pretende comerlo tal cual el capitalismo patriarcal se come nuestro planeta Tierra.

¿Hay resistencia posible a esto? El ciclo entusiasta de los primeros capitanes de industria terminó con un ciclo de acción revolucionaria que obligó al capitalismo a reciclarse en “de Estado” con Lenin y en “de Bienestar” con Keynes. Ahora apostaremos a un ciclo de acción revolucionaria que obligue al capital-patriarcal a acabarse y no reciclarse en ningún tipo de Estado.

Por Pelao Carvallo

28 de septiembre de 2016

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