[Columna de Opinión]

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Seguir negociando porcentajes destinados a la capitalización individual solo ahondará la crisis del sistema previsional chileno y condenará a incrementar la pobreza en las personas de la tercera edad.

Por Wari

04/08/2023

Publicado en

Chile / Columnas / Economí­a / Política

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Por Luis Mesina

Estimados Compañeros, compañeras, amigos y amigas:

Un 24 de julio de 2016 millones de hombres y mujeres salieron a las calles desde Arica a Magallanes, a decir fuerte y claro NO+AFP.

Hoy, transcurridos siete años reiteramos nuestro compromiso de seguir batallando por restituir la Seguridad Social y acabar con el actual sistema de ahorro forzoso, que a 42 años de su imposición muestra ser un completo fracaso para el mundo del trabajo.

Los datos son irrefutables, a mayo de este año la mitad de quienes cotizaron entre 35 y 40 años, toda una vida laboral, pudieron autofinanciar una pensión por debajo de los $309 mil, lo que representa un 70% del salario mínimo.

La mediana autofinanciada de las pensiones a mayo está en $193.136. Más del 60% de éstas, se encuentra por debajo del ingreso mínimo y un 40% no alcanza a cubrir la línea de la pobreza, que para un hogar de dos personas hoy, se encuentra en $356.658.

La tragedia más grande es la que afecta a las mujeres de nuestro país. En los últimos 15 años, se han pensionado aproximadamente 670 mil mujeres, la mitad de ellas, es decir 335 mil, solo han podido autofinanciar una pensión por debajo de los $35 mil pesos y han debido esperar hasta los 65 años, para acceder al pilar solidario. Esto no es justo y es abiertamente discriminatorio hacia las mujeres.

A pesar de estos datos escalofriantes, a pesar de que la inmensa mayoría reclama hace años pensiones suficientes, el Estado se ha mostrado incapaz de resolver este drama. Ni la presidenta Bachelet, ni el presidente Piñera y ahora el presidente Boric, han podido efectuar cambios en beneficio de las mayorías. Son muchos los intereses que hay detrás de este sistema y que se oponen a trasformaciones estructurales.

¿Por qué es tan difícil? Porque detrás de este gigantesco ahorro generado con una fracción importante de nuestros salarios -que a mayo alcanzaba US$187.613 millones, representando un 56,1% del PIB-, están los grandes grupos económicos, las compañías de seguros que son dueñas de las AFP, los bancos, el retail, las corredoras de bolsa, instituciones privadas que se financian con nuestro ahorro y que luego nos lo devuelven en miserables cuotas denominadas pensión. El debate está capturado, como siempre, por los grupos de interés que se benefician con nuestro ahorro previsional.

Pero también, encuentran grandes aliados en los ex ministros de Hacienda. El actual ministro, Mario Marcel, viene insistiendo majaderamente en aumentar el ahorro nacional, aunque ello signifique apropiarse indebidamente del salario de los y las trabajadoras. Al regresar de su viaje a Washington, en el mes de abril de este año, después de reunirse reservadamente en los EE.UU. con los dueños de las AFP, señaló: “El Gobierno no está enamorado de su proyecto de pensiones”, con ello dinamitó el proyecto presentado por el presidente Boric y abrió el camino para que la derecha arremetiera rechazando cualquier intento de construir en Chile un Seguro Social Solidario.

Hay que recordar que en noviembre del año pasado, el Gobierno hizo pública la propuesta de reforma previsional; en ella planteaba la creación de un seguro social y un órgano público para el administrador de las nuevas cotizaciones que se generarían con el 6%. El Gobierno calificó su propuesta como la creación de un nuevo sistema mixto de pensiones. Aunque señalamos en esa ocasión, que nos parecía insuficiente y muy moderada la propuesta, valorábamos que se avanzara hacia la creación de un seguro social público y solidario.

Desgraciadamente, el Gobierno ha cedido a las presiones de una derecha soberbia, que se empeña en mantener los pilares que han hecho posible este sistema de despojos. Cede ante la presión que ejercen, directa e indirectamente, los grandes empresarios.

El proyecto original del Gobierno se ha caído y está completamente desvirtuado. Ya no se discute el fin de las AFP como prometió el presidente Boric; éstas se mantendrán. Tampoco es materia de discusión que el 6% vaya íntegramente a solidaridad, pues se persiste y se cede a la idea de que se destine a incrementar el mercado de capitales. En síntesis, la discusión hoy es cómo mejorar las pensiones sin tocar la estructura fundamental del modelo de capitalización individual.

Por ello, seguir negociando porcentajes destinados a la capitalización individual solo ahondará la crisis del sistema previsional chileno y condenará a incrementar la pobreza en las personas de la tercera edad.

Ante el chantaje de la derecha hay que rechazar esta propuesta y develar quiénes son los responsables de que por años no se mejoren las pensiones para los adultos mayores. Pactar con ellos, como ha señalado la ministra del Trabajo, no es la solución y ella lo sabe. Necesitamos una reforma previsional urgente; pero esta no puede ser a cualquier precio. El pueblo votó por el actual gobierno para que hiciera los cambios en beneficio de la mayoría, así lo prometió el presidente Boric, acabar con las AFP y restituir la Seguridad Social eliminando el lucro y el negocio en el otorgamiento de estos derechos.

Si no se avanza en esos cambios y se negocia con la derecha para mantener el fracasado sistema de cuentas individuales, entonces será el propio Gobierno el responsable de pavimentar el camino para que el próximo gobierno lo capture la derecha.

Ante la imposibilidad de avanzar hacia cambios estructurales que pongan fin al fracasado sistema de cuentas individuales, proponemos transitoriamente:

1.Pensión Garantizada Universal de $250 mil.
2.Pensión Garantizada Universal de $250 mil a las mujeres a los 60 años.
3.Permitir a quienes con su ahorro acumulado no puedan autofinanciar una pensión igual o superior al ingreso mínimo, retirar el total del ahorro.
4.Establecer a la brevedad un mecanismo que proteja las pensiones de quienes se hayan bajo la modalidad de retiro programado (54,3%), a fin de impedir que sus pensiones sigan cayendo.

Finalmente, declaramos nuestra firme convicción por seguir luchando por restituir la Seguridad Social para todos los habitantes de nuestro país, arrebatada en plena dictadura hace 42 años y que adquiere hoy una tremenda relevancia en el contexto de los 50 años en que conmemoramos el fatídico golpe cívico militar que terminó con nuestra democracia y nuestros derechos sociales.

Reiteramos nuestro llamado al Gobierno para que ponga fin al chantaje de aquellos que solapadamente defienden el interés de las AFP a través de fachadas que son directamente financiadas por las mismas AFP.

ConMiPlataNo queremos seguir financiando a quienes se coluden para estafarnos.

ConMiPlataNo queremos seguir financiando la expansión de los negocios de los grandes grupos económicos, que se oponen a una reforma tributaria que implique mejorar la desigual distribución del ingreso.

ConMiPlataNo queremos seguir financiando una “industria” financiera que no contribuye al desarrollo de nuestro país, sino que contribuye a la expansión de unos pocos en detrimento de las mayorías que generamos esa tremenda masa monetaria al servicio de unos pocos.

ConMiPlataNo queremos seguir financiando a empresarios que se coluden para estafarnos en la industria de los alimentos, de los fármacos, del papel.

A pesar de la intransigencia de unos pocos que desconocen las razones del descontento de hace tres años atrás con el estallido, reiteramos hoy aquí nuestro compromiso por seguir adelante, por conseguir una demanda transversal en beneficio de nuestros compatriotas. Sin derechos sociales no podrá garantizarse la paz social que demandan hombres y mujeres de trabajo.

Ni un peso más a las AFP

NO más AFP, ni privada ni estatal.

Coordinadora Nacional de Trabajadoras y Trabajadores NO+AFP

Texto publicado originalmente el 27 de julio de 2023 en Politika.

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